José Vicente Carrasquero: ¿Hay gobierno?

José Vicente Carrasquero: ¿Hay gobierno?

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Para los que somos lo suficientemente mayores para no creer cuentos, la situación que vive el país es, sin duda alguna, la peor de los últimos cincuenta años. Las encuestas dan cuenta de la cantidad de problemas que asedian y preocupan a los venezolanos. Al menos cinco temas ocupan la agenda interpersonal de ciudadanos que ven con desánimo el deterioro permanente de su calidad de vida.

La mayoría de los venezolanos están preocupados por la escasez, la inseguridad, la inflación, el desempleo, el deterioro de la infraestructura, la incertidumbre que genera la inacción del ejecutivo nacional. A la cúpula del partido de gobierno le preocupa asuntos totalmente distintos. Tanto el presidente como sus adláteres tienen como objetivo único la puesta en escena de una trama, según la cual, existe una conspiración casi planetaria para junto con la oposición venezolana derrocar al mandatario venezolano.





Como se puede apreciar, existe un divorcio demasiado evidente entre los temas que preocupan a los venezolanos y el que ocupa al gobierno. Es en esa circunstancia que se hace necesario preguntarse si en el país hay o no gobierno. En un intento de respuesta revisemos lo que ha acontecido las últimas semanas.

A pesar de que el gobierno ha insistido en el craso error de tomar empresas de distribución de medicinas y/o alimentos, las colas para conseguir artículos necesarios para las familias venezolanas se han hecho parte del paisaje que nos toca apreciar a diario. Los precios de los productos no dejan de aumentar a pesar de la necia costumbre de estarlos fijando de forma unilateral y sin tomar en cuenta los costos involucrados en todo el proceso de comercialización de cualquier cosa. La criminalidad continúa creciendo rampante sin que haya autoridad alguna que muestre su decisión de perseguir a los criminales y ponerlos tras las rejas. Los problemas con los servicios públicos continúan. Las frecuentes fallas en el suministro de agua, problemas de distribución de gas doméstico en bombonas, fallas del alumbrado público, apagones en distintas ciudades del país y como si todo esto fuese poco, un cada vez más deplorable servicio de la compañía nacional de teléfonos. El drama de los enfermos en general y de aquellos que necesitan medicinas es una de las cosas más dramáticas que le pueden ocurrir a un país.

El problema del acceso a las divisas clama ante los ojos de Dios. Ese es el problema central de la economía que el gobierno sencillamente no sabe resolver. Créame amigo lector: ¡No saben! Y no se sorprenda. A la falta de preparación del presidente, la acompaña una ristra de nulidades engreídas que no tienen ni la más mínima idea de lo que es economía. De hecho, ni el ministro de economía ni el presidente del BCV son economistas.

¿Mientras tanto, el gobierno de qué va? En lo suyo, en lo único que le preocupa. Mantenerse en el poder aun a costa de la vida de los venezolanos. Y entonces crea su propia agenda. La de la conspiración universal que busca derrocar a un gobierno que, como hemos visto, no gobierna.

Sin empacho alguno, se fabrican el libreto del enésimo golpe de estado intentado por una oposición que, teniendo las elecciones ganadas antes de comenzar la campaña, se aventura en la estupidez de enfrentar al ejército del partido de gobierno. ¿Alguien puede creer semejante ridiculez? Por supuesto que no.

Por lo tanto es necesaria poner la trama en escena. Y resulta que un llamado a la transición publicado en la prensa de circulación nacional se convierte en un acto terrorista incluso superior a las salvajes intentonas golpistas del año 92. Entonces se procede a crear culpables. Y el director de la puesta en escena desde La Habana, decide que tiene que ser alguien importante. Para que sea creíble. Pero nadie cree semejante estupidez. Ponen preso a Antonio Ledezma, Alcalde Mayor de Caracas. Y el reclamo es mundial.

Pero como el reality show va en desarrollo, hay que seguir profundizando en el asunto para ver si los incrédulos creen. Y cual comedia, la emprenden contra los norteamericanos. Estos incapaces no se detuvieron a pensar cuántos niños con pasaporte gringo no podrán visitar a sus abuelos en vacaciones o navidad.

Y es porque en su ignorancia no se percatan de que estas medidas atentan es contra de los venezolanos que terminan molestándose aún más con los incapaces que ven su apoyo popular y popularidad desaparecer de forma irremediable.

Queda demostrado que en Venezuela no hay gobierno. Hay un ejército de ocupación que se empeña en seguir disfrutando de las riquezas que quedan, mientras la inmensa mayoría de los venezolanos se sigue empobreciendo de una forma abismal.

Hay que advertir que peor que peor es siempre posible. Estos mismos sujetos en el poder han demostrado que pueden hacerlo cada vez peor. Y pueden llegar situaciones que empeoren aún más el panorama. Es el momento de la cabeza fría y la actuación decidida.

No importa lo que haga este gobierno, las elecciones legislativas ya las perdió. Y a lo mejor de eso se trata todo lo que están intentando. Sería bueno que trataran de gobernar.

@botellazo