Evo Morales admite que la corrupción minó a su partido en elecciones regionales

Foto EFE
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El presidente de Bolivia, Evo Morales, admitió hoy que la corrupción minó la credibilidad de su partido en las elecciones regionales y locales celebradas el domingo, en las que el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) perdió algunas de sus plazas más emblemáticas, reseña EFE.

En una rueda de prensa en La Paz, el mandatario lamentó las derrotas sufridas por el oficialismo en el departamento de La Paz, en la ciudad homónima y en la urbe vecina de El Alto.

Morales calificó de “preocupante” el caso de El Alto, que era uno de los bastiones políticos más fuertes de su Gobierno, donde “ha habido acusaciones” de corrupción contra el candidato oficialista a la alcaldía, Edgar Patana, que a su juicio deben ser investigadas.





“Si eso es verdad, el pueblo ha dado voto de castigo a la corrupción y, si es así, felicito al pueblo paceño”, sostuvo.

A falta de datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), los sondeos a pie de urna y recuentos rápidos difundidos por los medios el domingo se siguen usando hoy como referente de análisis.

Esos estudios dan como ganadora en la ciudad alteña a la opositora de origen aimara Soledad Chapetón, con un 55,2 %, frente al 31,8 % de Patana, que buscaba la reelección.

En los comicios, el MAS también perdió la gobernación de La Paz, actualmente al mando de César Cocarico, ante el aimara Félix Patzi, disidente del partido de Morales y hoy candidato opositor.

Patzi se impuso con un 52 % a la candidata oficialista, la indígena Felipa Huanca, que obtuvo un 29,2 % de los votos, según los datos extraoficiales.

“Siento que todavía hay machismo y también discriminación a una mujer originaria campesina”, incluso por parte femenina, afirmó hoy Morales al respecto y aseguró que cuando acompañaba a Huanca durante la campaña, “las mujeres miraban de reojo” con “envidia y codicia”.

Además de perder esas plazas, el oficialismo tampoco logró ganar hasta ahora la Alcaldía de La Paz, donde el opositor Luis Revilla fue reelegido con casi el 60 % del apoyo.

Los bolivianos asistieron a las urnas el domingo para elegir a nueve gobernadores, 339 alcaldes, además de asambleístas regionales y concejales municipales, entre otras autoridades.

Hasta esta tarde, el avance del escrutinio oficial por parte de los tribunales departamentales electorales oscilaba entre un 1 y 29 % en ocho regiones, mientras que en el caso de Pando aún no hay datos disponibles, según la página web del TSE.

Con los datos extraoficiales, el MAS ha ganado cuatro de las nueve gobernaciones, mientras que la oposición triunfó en tres y se prevé que en las dos restantes habrá una segunda vuelta.

Según estos datos, que fueron reconocidos como representativos por el Gobierno y opositores, el partido de Morales se impuso con más del 50 % en las gobernaciones de Cochabamba, Oruro, Potosí y Pando, mientras que la oposición lo hizo en Santa Cruz y La Paz.

Aunque con menos de ese porcentaje, la oposición también logró una victoria suficiente en Tarija.

En Chuquisaca y Beni se prevé que habrá una segunda vuelta porque las diferencias entre oficialistas y opositores son estrechas o insuficientes para proclamar a un ganador.

El caso de Beni ha sido seguido con particular atención, sobre todo por la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El TSE anuló en ese departamento 228 candidaturas de la fuerza Unidad Demócrata (UD) una semana antes de la votación con el argumento de que cometió un delito electoral por difundir encuestas propias.

La inhabilitación impidió que el opositor Ernesto Suárez, candidato a gobernador y al que las encuestas daban como vencedor, pudiera presentarse a las elecciones.

El jefe de la misión electoral de la OEA, el expresidente de Guatemala Álvaro Colom, lamentó la cancelación de la personalidad jurídica de UD y consideró “importante que se promueva un debate político y legislativo” para “salvaguardar las prerrogativas cívicas establecidas en los tratados internacionales y la Constitución”.

Colom refirió que en su país “se han cancelado partidos políticos, pero no tres o cuatro días antes de las elecciones porque eso supondría una guerra civil”.

La OEA observó que el sistema electoral boliviano tiene “un problema estructural” y por eso es necesario un debate político y legislativo para hacer las reformas necesarias en las normas y en las facultades del ente electoral. EFE