Hiperinflación para dummies por @Alexguerreroe

Hiperinflación para dummies por @Alexguerreroe

thumbnailalexanderguerreroHiperinflación, un estadio en el cual la inflación destruye la capacidad de la moneda de ser utilizada en su término clásico de un acervo o instrumento de valor, una unidad de cuenta, o un medio para el intercambio, la moneda es continuamente sustituida por bienes y servicios; simplemente su uso ha sido envilecido por un insostenible déficit fiscal, masivamente monetizado.

Este fenómeno puede ocurrir a tasas de inflación muy elevadas, hasta del 100% o inclusive menores, el número de ceros dependerá esencialmente de la presencia de mecanismos de libre indexación de contratos, y en condiciones de libre convertibilidad. El umbral entre inflación e hiperinflación se caracteriza precisamente por la pérdida de la moneda como medio de valor. Lo importante es ubicar el momento y el volumen donde precios y el uso del dinero se ha envilecido.

En consecuencia la frecuencia temporal para marcaje de precios en los mercados sube aceleradamente, de anos, a meses a semanas, a días, ese proceso en Venezuela ya alcanzo variaciones de precios semanales y para la mayoría de los bienes, los no regulados, el marcaje alcanza la velocidad del precio del dólar en el mercado paralelo, el cual quiera el gobierno o no lo quera es el principal marcador de los precios.





Las distorsiones en los precios permiten evadir la multiplicación de los precios agregándole ceros. Por ejemplo, una canasta básica tenía un precio de 1.2 salarios mínimos en Enero 2013, dos años después en Enero 2015, la misma canasta básica requiere para su adquisición de 6 salarios mínimos!, es decir, una inflación de 256% promedio anual. Es obvio que esos niveles de “inflación” son absolutamente hiperinflacionarios.

Las distorsiones en los precios relativos perdieron relación con el tipo de cambio oficial, el cual aunque no ha cambiado en dos años, (6.3 Bs/$) los precios regulados en el índice de precios del BCV se han triplicado en tres años!. El precio de dólar en el mercado párlelo, es donde se ancla la pérdida del poder adquisitivo del bolívar, muy por encima de los indicadores utilizados por el BCV para marcar el índice de precios al consumidor. Esos diferenciales es lo que caracteriza al envilecimiento de la moneda y en consecuencia a la vivencia hiperinflacionaria pese a que el proceso de “agregar ceros” va aúna velocidad mucho menor.

Definimos entonces inflación como un proceso continuo de pérdida de poder adquisitivo del bolívar –moneda- hasta momentos en los cuales acumular valor, ser utilizada como medio de cambio y unidad de cuenta, sean funciones envilecidas. Para estudiar los procesos inflacionarios, utilizaremos base monetaria o dinero de alta potencia, conformado por dinero en circulación y reservas bancarias.
En este respecto, la velocidad de monetización del déficit fiscal es sorprendente, pero ayuda a explicar las distorsiones de los precios relativos, y particularmente la velocidad de impresión de dinero cuyas volumen superan un crecimiento de la demanda de dinero nominal –la del gobierno- superior a 125% anual, lo que revela que el déficit fiscal del gobierno se encuentra en umbrales de insostenibilidad, solo puede ser financiado a la calidad de los mecanismos de impresión de efectivo, y multiplicación digital del dinero.

Así se cumple con un elemento vital de todo proceso hiperinflacionario, fenómeno que se marca altamente perverso porque a la economía tiene 28 meses consecutivos de contracción, sin que ello haya afectado la expansión monetaria nominal. Acá hay que acotar un elemento de juico y teoría monetaria y de precios; la hiperinflación se conectada con el volumen del impuesto inflacionario originado en la monetización del déficit fiscal por parte del BCV, como mencionamos en el párrafo anterior.
El otro elemento observable es la irreversibilidad del curso y velocidad del proceso (híper) inflacionario dada la especificidad venezolana que conecta la crisis de balanza de pagos con una crisis fiscal –un preciso anverso del déficit fiscal- generada por la caída de la renta petrolera, en ambos planos. El gobierno limita la trasmisión e impacto en los precios de ese desequilibrio, manteniendo regulación de precios, militarización del comercio y la producción, llevando el control de precios bajo una represión legalizada a través de Ley de Precio Justo, drenando la presión en los precios bajo racionamiento y escasez como mecanismos alternos de control de precios.

Acotemos que hiperinflación, como acelerado proceso de variación de los precios se caracteriza por tener los siguientes mecanismos de retroalimentación que conectan los precios con el volumen de dinero en circulación y el estado de la demanda, de una manera tal en el cual el crecimiento de los precios se rebobina sobre sí mismo, afectando la demanda de dinero; a saber:

1. En relación a la velocidad de circulación (Y/BM). Afectado al dinero como función de valor; es decir, los precios se mueven tan rápido que el dinero en un periodo –corto­ determinado pierde su función de valor, comprando menos por más; es decir, el poder de compra se deteriora con velocidad entre los dos momentos en los cuales se realizan salarios e ingresos. De esta manera el consumidor se ve empujado a acelerar su demanda y adquirir bienes en magnitudes que impida que los cambios en sus precios, en el periodo, a precios aún mayores disminuyan el poder de compra de la moneda con la cual reciben sus salarios. Ese fenómeno está presente actualmente, al momento en que la escasez, especie de amortiguador a la hiperinflación, no permite observación de esos precios, los cuales podrán ser observados en el mercado negro, un fenómeno masivo en la economía venezolana.

2. Así, su comportamiento como consumidor los conduce a comprar hoy mayores proporciones que sus compras normalizadas en situaciones normales, el precio en el periodo inmediato será aún mayor. De esta manera, la información que trae el precio, no es la de un mercado competitivo, sino la que se corresponde a una moneda que pierde valor constantemente. Este proceso, en ocasiones, es perturbado por el gobierno, con la intención de manipular la presentación, hasta diferente manera de distorsiones administrativas en sus cálculos.

3. De esta manera la velocidad de circulación se acelera, la vida diaria trascurre en efectivo, y en constantes viajes a los cajeros y bancos. El consumidor recurre a la adquisición de bienes básicos y no durables, por ejemplo, se crea como alternativa, si el mercado el dinero no está permitido para cambiar la moneda –por inconvertibilidad dado diferentes niveles de control de cambio, por otra cuyo valor se mantenga. Es lo que ocurre en Venezuela, sustentado por un mecanismo institucional que envilece el valor de la moneda, el control de cambio, el cual impide cambiar el bolívar por otra moneda cuyo valor no se deprecie a la velocidad del bolívar.

4. Este fenómeno puede ser explicado así mismo en una economía como la nuestra donde el crecimiento de los precios poco tiene que ver con nivel creciente en la demanda agregada; de hecho, en Venezuela se vive condiciones de fuerte contracción económica, lo cual hará que la velocidad de circulación sea aún mayor, de modo que su feedback hiperinflacionario sea más intenso, haciendo que la variación en los precios supere al crecimiento de la liquidez o del agregado monetario seleccionado, y lo que es más probable, una carrera entre los precios y la expansión de la liquidez monetaria, que es precisamente lo que ocurre.

5. En este punto, sin embargo, el impacto hiperinflacionario recrudece, porque el gobierno cuyas cuentas fiscales registran un déficit fiscal insostenible, lo monetiza masivamente, fenómeno que se aprecia en los agregados monetarios del BCV. A ello se agrega cierto grado de politización dado la negativa del BCV de publicar la data de la base monetaria –dinero de alta potencia- así como respetar la periodización lógica de presentación de los indicadores de precios. Una situación similar se observa en el Ministerio de Finanzas con la data del gasto e ingresos fiscales.

6. La hiperinflación como “inflación acelerada” induce contracción en la actividad económica, con lo cual el crecimiento de los precios, llega al punto de envilecer la propia actividad económica, con periodos contractivos prolongados. Con la actividad económica en recesión, el impulso a mayor crecimiento de los precios es inminente, dada la expansión de los saldos monetarios nominales.

7. Ese es el mecanismo que acelera los precios dados por el impacto que la inflación tiene sobre el crecimiento de los saldos monetarios nominales. Por ejemplo, la inflación deprecia los ingresos fiscales obtenidos en el periodo anterior, dado que deteriora el poder de compra de la moneda, con lo cual exacerba el desequilibrio fiscal, dando paso a una mayor velocidad en la monetización del déficit fiscal. Acotamos y tengamos presente que la demanda de dinero del fisco –Tesoro- es por saldos monetarios nominales.

8. Ello impacta negativamente las otras fuentes de obtención de dinero por parte del gobierno, porque la indexación de los intereses envilece el mercado de capitales, añadiendo un impacto negativo al crecimiento económico o a la expansión de la demanda. En nuestro caso, dado el control de cambio que sirve de base a la represión financiera –control de tasas de intereses nominales que las trasforma en reales negativas en niveles tales que la depreciación de activos financieros es letal y un factor de importancia que explica el rápido empobrecimiento de los sectores medios.