Mohammed Ali Malek, un tunecino de 27 años, fue arrestado tras arribar a Sicilia junto con un grupo de sobrevivientes. Al hombre de apariencia nerviosa, se lo acusa de ser responsable de la muerte de 900 personas (hombres, mujeres y niños) que querían llegar a Europa en una barcaza ilegal a su cargo.
Según los relatos de pasajeros que sobrevivieron, mujeres y niños perecieron ahogados “como ratas en una trampa”, porque habían sido encerrados en las bodegas de la barcaza por los traficantes que les vendieron el viaje a Europa desde Libia.
Quienes sobrevivieron explicaron que se mantuvieron en la superficie tomados de los cuerpos de quienes habían muerto y flotaban en el mar, hasta que los guardacostas malteses e italianos llegaron a rescatarlos por la noche.
La Unión Europea llamó a una reunión de emergencia este jueves para tratar el tema de las embarcaciones de contrabando que se dedican al tráfico de inmigrantes ilegales desde África hacia Europa.
Los expertos presentarán allí una estrategia para impedir la llegada de los botes y así desalentar la práctica. Su idea es duplicar los gastos en el patrullaje, ya que las informaciones que llegan desde el continente africano indican que hay un millón de personas desesperadas por conseguir un transporte para huir de la hambruna y la amenaza de Isis en diferentes sectores del continente.
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