Desesperación de la gente en las colas desata sentimientos primitivos

Desesperación de la gente en las colas desata sentimientos primitivos

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Foto archivo

“En Venezuela observamos un cuadro global de escasez que se traduce en la población en un sentimiento de angustia muy grande, de desesperación; la gente se siente acorralada, siente que el país se está deshilachando, descuadernando, y que no puede hacer nada frente a este desmoronamiento continuo y progresivo, como consecuencia de una economía altamente intervenida y estatizada”. Nota de prensa

La opinión corresponde al destacado sociólogo Trino Márquez, director académico del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice), quien revela que en el ánimo de las personas inciden sentimientos duros producto de la crisis que sufre el país.

“Hemos visto cómo se repiten las peleas en las colas, cómo el nivel de escasez es mayor y el tiempo de espera ha crecido, eso provoca en los ciudadanos sentimientos de rabia que han venido eclosionando; hoy estamos presenciando unos actos de canibalismo porque lo que se está produciendo en esas colas son unas peleas salvajes, porque los valores y los principios han sido desbordados ante la incertidumbre y la zozobra, el deterioro de la calidad de vida es alarmante, como nunca antes se había visto en el país”, dijo el doctor en Ciencias Sociales.





“Fundamentalmente, se han perdido la solidaridad, la comprensión y la tolerancia. Hoy estamos hablando de un venezolano agresivo que se deja dominar por los impulsos más primitivos. Esas peleas en los mercados, en los supermercados, no ocurrían antes en Venezuela, entre otras razones, porque no había colas puesto que el aparato productivo era suficientemente eficiente para atender las necesidades de los consumidores, pero con este Gobierno llegó la incompetencia y la ineficiencia”, señala el experto, agregando, como otro lamentable ejemplo, la conducta que manifiestan los pobladores aledaños a las vías de circulación, principalmente, interurbanas, cuando se accidenta una gandola que transporta alimentos y en lugar de auxiliar al conductor prefieren saquear la mercancía.

Para Márquez, docente en la Universidad Central de Venezuela, el desamparo que se está cultivando podría tener una salida muy peligrosa. “Nadie quiere que en Venezuela haya un estallido social, que se repita la terrible experiencia del ‘Caracazo’, pero el Ejecutivo no hace absolutamente nada para corregir el rumbo, para disminuir la inflación, que es la más alta del mundo; no hace nada para controlar la inseguridad personal, llevando a la gente a “enjaularse” – Caracas de noche parece una ciudad en guerra, sitiada –, porque resolvió renunciar al ejercicio de la autoridad y en lugar de poner orden le entregó la ciudad a la delincuencia – en las zonas de paz manda es el hampa -. El Gobierno está empujando a la sociedad, la está arrinconando y lo peor que le puede ocurrir a un país es que la población se sienta acorralada, que sienta que la empujan hacia el abismo”, subrayó el analista.

Crisis económica, crisis social y, de ñapa, crisis institucional

Márquez considera que la crisis económica y social es, además, institucional porque los organismos que deberían encargarse de resguardar la seguridad y de proteger los derechos ciudadanos no lo hacen, verbigracia, los entes policiales y contralores.

“La Defensoría del Pueblo pudiera llamarse, perfectamente, la ‘Defensoría del Gobierno’, y la Fiscalía General de la República debería llamarse la ‘Fiscalía del Gobierno’ de Nicolás Maduro y de Diosdado Cabello. La fiscal general se ocupa de perseguir a la oposición, de emitir dictámenes rapidísimos cuando se trata de un alcalde que ha sido denunciado, a quien hay que destituir, pero es inepta cuando se denuncia la violación de los derechos humanos por parte de funcionarios del Gobierno. Los venezolanos están desprotegidos: más del 90 % de los crímenes quedan impunes y los robos, los asaltos y los secuestros express, entre otros, ni siquiera son denunciados porque el ciudadano siente que no hay una respuesta de las instituciones, las cuales se hacen las desentendidas”, enfatizó.

Los derechos son tratados como desechos

Para Trino Márquez, son varias las garantías violadas de manera recurrente: el derecho a la vida, a la propiedad privada, a la libre empresa, a disentir, a votar de forma libre, a la salud, a la vivienda y al libre tránsito, por mencionar algunos.

“Citemos el derecho a la vida, con cifras que dan escalofríos: en el año 2014 hubo 25 mil muertes violentas, la mayoría de ellas por armas de fuego; ese es un número que resulta desconcertante en un país que no tiene guerras, que no tiene conflictos raciales ni regionales; y en este 2015 todo parece apuntar que la cifra va a ser parecida”, mencionó el catedrático recordando que dicho saldo es superior al arrojado en el conflicto sirio.

“El derecho a disentir es violado: aquí hay alcaldes, como Daniel Ceballos, detenidos; el caso de Leopoldo López, un dirigente a quien no se le ha podido comprobar nada, tras las rejas solo por el hecho de ser un líder carismático, eso es lo que le han cobrado desde Hugo Chávez, quien lo inhabilitó para que no pudiera ser alcalde metropolitano, hasta Nicolás Maduro, que lo encarceló; son presos políticos, así como los jóvenes arrestados por protestar cuando ese es un derecho consagrado en la Constitución Nacional”.

“El derecho a votar de forma libre es violado: aquí hay coacción no solo con la oposición pues, ahora, resulta que Maduro presiona a su propia militancia, asegurando, después de la realización de las primarias del PSUV, conocer quién había sufragado. Resulta que en Venezuela votar es libre y fueron ellos, precisamente, los del PSUV, quienes quitaron la obligatoriedad del sufragio establecida en la Constitución de 1961”, denunció Márquez, refiriéndose, asimismo, al rol del Consejo Nacional Electoral, al cual no estima como un árbitro independiente o neutral, “sino que actúa obedeciendo las líneas impartidas desde Miraflores y desde La Habana”.

Por otra parte, se pregunta, con la manera cómo se impulsa al Socialismo del siglo XXI, hacia dónde se dirige Venezuela con “la incompetencia, la negligencia y la incuria tan abismales del Gobierno”. “Cada vez que Nicolás Maduro habla de economía es para decir que va a intervenir; más pareciera que la política económica la dicta desde el Sebin y no desde el gabinete”, enfatizó, alegando que el tren administrativo carece de expertos, de personas conectadas con el área que le corresponde, “un empresario o profesional exitoso que domine con propiedad las materias pertinentes”.

Contra el voto mayoritario no hay maniobra que valga

El declarante advierte a los demócratas que se preparen para las “maniobras arteras” que aplicarán quienes manejan el poder. “Esta decisión del CNE de establecer la paridad de género es parte de las maniobras que van a venir, pero habrá otras más graves: probablemente, se atente contra la tarjeta única si, al final, la oposición se decide a ir a los comicios legislativos con tal presentación; y, probablemente, se inhabiliten a candidatos. Todo para crear desconcierto y desánimo”.

Sostiene que, si tal como lo indican las encuestas, se genera un cambio en la correlación de fuerzas, podría desencadenarse un conflicto de competencias entre la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo de Justicia. “Porque la Sala Constitucional del TSJ, principalmente, opera como una agencia legal del Gobierno. Pero, yo digo: así como en 1999 la antigua Corte Suprema de Justicia falló a favor del presidente Chávez cuando decidió convocar a una Asamblea Nacional Constituyente – no estaba contemplada en la Carta Magna del 61 -, lo mismo puede ocurrir en el 2016 cuando se instaure el nuevo parlamento, porque los magistrados del órgano rector del Derecho saben leer la realidad”.

“Si el pueblo, de forma mayoritaria y categórica, decide apoyar a los candidatos de la alternativa democrática, esa lectura van a hacerla los miembros del Tribunal. El Ejecutivo intentará, por supuesto, estimular, azuzar a la Sala Constitucional y al TSJ para que enfrente las decisiones de la Asamblea Nacional, para que las ilegalice, las ignore, sin embargo, al existir el precedente del año 99, es altamente probable que se pliegue a la decisión de la mayoría de los venezolanos”, aseveró.

El sociólogo Trino Márquez convocó a la ciudadanía a no dejarse disuadir en la intención de acudir a las urnas el próximo 6 de diciembre. “Tenemos que ganar sin que haya ningún tipo de dudas de que la vocación democrática de los venezolanos es irreversible e inmodificable; para que la comunidad internacional tenga una nueva prueba de que son las fuerzas democráticas las que tienen la mayoría en el país; y se impida que el Gobierno Nacional adopte cualquier medida que pretenda desconocer la voluntad soberana”, concluyó.

 

Prensa Unidad Venezuela