Nada consolaba el dolor e impotencia que sentían los familiares de Jesús Crespo, de 45 años, la tarde en que su cuerpo y el de su pequeña hija de dos añitos fueron trasladados hasta la morgue forense de LUZ. Panorama
Ambos perdieron la vida luego que el vehículo Daewoo, modelo Tacoma, en el que se trasladaban, impactara de frente con una camioneta marca Jeep Wagoneer, en un trágico accidente ocurrido el pasado 12 de julio, en la vía que comunica a los Puertos de Altagracia con la carretera Falcón-Zulia. En el hecho hubo siete heridos.
Estas dos víctimas fatales forman parte de las 60 personas que han perdido sus vidas en accidentes viales —entre ellas 22 arrollados— desde el 1 de mayo hasta el 31 de julio del presente año, en territorio zuliano. En promedio, 20 personas están muriendo al mes por tal razón.
Al registro se le suman unas 43 personas que han resultado gravemente lesionadas en dichos hechos.
En un estudio reciente de la Asociación Venezolana para la Prevención de Accidentes Viales (Avepae), basado solo en marzo del presente año y el cual fue publicado en su portal, destaca el Zulia como el tercer estado donde más accidentes de este tipo se registran, con un 10% del porcentaje nacional. Anzoátegui y Lara dominan las listas con 19% y 13%, respectivamente.
Dicha investigación señala que las principales causas de estos accidentes son: conducir bajo los efectos del alcohol u otras drogas; exceso de velocidad; incumplimiento de las medidas de seguridad, como el uso del cinturón; y las distracciones al volante, provocadas, por ejemplo, por el uso del celular.
Esto coincide con la opinión del director de Polimaracaibo, el general de brigada Rubén Ramírez Cáceres, quien dice que “el problema tiene mucho que ver con la ‘conciencia ciudadana’. La imprudencia humana hace que este problema sea uno de los principales causantes de muertes en el país.
“La gente debe ser más consciente al momento de conducir en las carreteras. Eso conlleva muchas responsabilidades. Su vida y las de otros dependen de ellos”, señala.
Otro dato publicado por la Avepae es que los accidentes clasificados ocurren en un 54% en carreteras de largo trayecto, en un 27% en autopistas y en un 19% en calles y avenidas.
Así lo evidencía la gran cantidad de accidentes viales que se registran (casi a diario) en las carreteras Lara-Zulia, Troncal del Caribe, Falcón-Zulia y la Machiques-Colón, por citar algunos ejemplos.
“En esas vías la gente pareciera que no apreciara sus vidas. Pasan ‘como alma que lleva el diablo’ en sus vehículos. Por eso ocurren tantas desgracias en esas vías”, sostiene Ramírez Cáceres.
La situación es grave, tanto así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) coloca a Venezuela como el país de Latinoamérica donde más se registran muertes anuales en accidentes viales.
Así lo dieron a conocer en su portal web a través de unas estadísticas publicadas en 2014, en las que señalaban que, al año, unas 37,2 personas de cada 100 mil pierden la vida en las carreteras. La OMS advierte que de seguir dicho ritmo, para el año 2030 los fallecimientos en accidentes de tránsito podría alcanzar los niveles de las muertes por sida, una de las principales causas de muertes en el mundo.
“Puede que la imprudencia humana sea la principal causa para que estos hechos sigan ocurriendo en el país, pero, a mí parecer, mucho de esto también tiene que ver con un problema en el sistema de leyes del país”, opina el sociólogio Alexis Romero.
Explica que, “lamentablemente, cientos de vidas se seguirán perdiendo en el país mientras se siga dando licencias de conducir a cualquier persona, sin haber pasado antes por un proceso riguroso que lo acredite ‘responsablemente’ para poder transitar en las vías sin representar un peligro para los demás. Aquí cualquiera que se ‘baje de la mula’ obtiene una licencia y eso es inaceptable”, argumenta.
“No podemos permitir que el problema siga creciendo. Las autoridades del país deben tomar cartas en el asunto para así tratar de prevenir, en lo más que se pueda, estas tragedias. Áquel que cometa una infracción de tránsito debe ser castigado como tal, pues la impunidad de los cuerpos de seguridad vial es algo que tambíén está pasando factura”, subrayó Romero.