Manuel Malaver: Nace una estrella: el Idi Amín Maduro

thumbnailmanuelmalaverEl dictador, Nicolás Maduro, deporta 10.000 colombianos de Venezuela, y luego, como para tomarse unas merecidas vacaciones, se va de viaje durante dos semanas por China y Vietnam.

Antes, hace cuatro días, cuando la televisión y las redes mundiales trasmitían imágenes de miles de niños, ancianos y mujeres cruzando uno de los tantos ríos de separan a Venezuela de Colombia, pues, Maduro, cual Nerón tropical, subía a una tarima y bailaba una cadenciosa cumbia.

En definitiva que, al dictador le divierte atropellar, patearle los derechos humanos a quien sea, y demostrar que, le importa muy poco el “qué dirán” que pueda surgir de instituciones como la ONU, la OEA, la Unasur y etc, etc, y si no lo creen, no se pierdan los shows que continúa orquestando por países de Asia oriental.





Dicho en breve que, no lo hubiera hecho mejor aquel dictador de Uganda, Idi Amín Dadá, quien, aparte de consumado deportador, tenía debilidades por las peleas de boxeo que intercambiaba con los atropellos a opositores.

Igualmente, se burlaba de la comunidad internacional, de países como Inglaterra y sus autoridades, del Papa, de cadenas de medios y  líderes mundiales, a los cuales, retaba a resolver sus diferencias en el ring.

Como un Maduro cualquiera de los años 70, pues debemos recordar que el Idí Amín venezolano hace unas semanas retó al expresidente, Álvaro Uribe,  a caerse a piñazos donde fuera.

No era, sin embargo, su intención, ya que, antes de que Uribe llegara, agarró su super jet privado y se fue a departir con sus amigotes de China y Vietnam a quienes saca puñados de dólares a cambio de petróleo venezolano.

Y que siga el bonche, que sigan las deportaciones, que siga la inflación y el desabastecimiento ¿pues quién dijo que las violaciones de los derechos humanos son incompatible con las fiestas?

Y si no, revisen la historia de Idi Amí Dadá para que se convenzan.

O la de Maduro…que es la misma.