Papa Francisco insistió en la idea de familia tradicional: un hombre y una mujer

Papa Francisco insistió en la idea de familia tradicional: un hombre y una mujer

Pope Francis gives a thumbs up as he departs following The Evening Prayer (Vespers) at St. Patrick's Cathedral in New York, September 24, 2015. Pope Francis is on a five-day trip to the USA, which includes stops in Washington DC, New York and Philadelphia, after a three-day stay in Cuba. REUTERS/Robert Deutsch/USA Today/POOL

En su homilía, pronunciada durante la misa solemne en San Pedro ante 400 cardenales y obispos de todo el mundo con ocasión de segundo sínodo de la familia en un año, el papa argentino reconoció que la Iglesia debe defender los valores tradicionales en un “contexto social y matrimonial bastante difícil”, recalcó.

AFP





Instó a sus pares a “buscar y sanar a las parejas heridas con el aceite de la misericordia”, un principio básico de su pontificado.

En su discurso, el papa defendió con tono claro y severo la doctrina sobre la familia y citó textos de sus predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, como guías del debate.

Defendió el “amor duradero, fiel recto, fértil, que es cada vez más objeto de burla y considerado como algo anticuado” y asegura que el “sueño de Dios”, es “la unión de amor entre hombre y mujer”, principio que repite en varias ocasiones.

El pontífice argentino, que convocó a los obispos de todo el mundo para debatir durante tres semanas sobre los retos que encara la familia moderna, fijó así los parámetros del encuentro, marcado por las tensiones generadas por la confesión el sábado de homosexualidad de un importante prelado del Vaticano, quien fue inmediatamente destituido.

A los obispos que debatirán en particular sobre el fenómeno de los católicos divorciados y vueltos a casar, quienes no pueden recibir la comunión, el papa recordó que para la iglesia, el matrimonio ante Dios es “indisoluble”. Francisco reiteró que “lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”, citando el evangelio de San Marcos.

“Es una exhortación a los creyentes a superar toda forma de individualismo y de legalismo, que esconde un mezquino egoísmo y el miedo de aceptar el significado autentico de la pareja y de la sexualidad humana en el plan de Dios”, dijo.

La homilía del papa “busca el equilibrio entre tentaciones opuestas”, entre “la rigidez hostil de los tradicionalistas” y la “bondad destructiva de los progresistas que venda las heridas en vez de curarlas”, estimó para Il Corriere della Sera el vaticanista Gian Guido Vecchi.