¿Por qué puede ser placentero el dolor?

Placer

 

Una publicación reciente de la BBC Mundo explica por qué en algunas ocasiones el dolor puede ser placentero.





El sentido común nos dice que la gente busca el placer y huye del dolor. Pero esto no siempre es así.

Y es que muchas actividades voluntarias, algunas más cotidianas que otras, implican dolor: correr, los masajes calientes, los tatuajes, los piercing, o el bondage, el sadismo, el masoquismo y otras prácticas sexuales.

La relación entre el placer y el dolor está profundamente arraigada en nuestra biología.

Para empezar, todo dolor hace que el sistema nervioso central libere endorfinas, unas proteínas cuya función es bloquear esa sensación.

Y al hacerlo, también producen euforia, de la misma manera que opiáceos como la morfina.

Pero las endorfinas van más allá: estimulan las regiones límbica y prefrontal del cerebro, las mismas que se activan con el amor apasionado y la música.

Lea la nota completa aquí: BBC Mundo