Ante la prórroga de continuar con el estado de excepción en la frontera del estado Zulia, el secretario de asuntos indígenas del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), Antonio Fernández, señaló que mantiene su posición de objetar cualquier acto de violencia y todo lo que vaya contrario a las buenas costumbres del venezolano, siendo la medida una pantomima política para desacreditar a nuestra raza. NP.
“Rechazamos el contrabando, la extracción de alimento y combustible. Hace dos años los indígenas fuimos víctimas de un genocidio mediático, que se inició desde la Gobernación del estado Zulia. Desde allí realizaron una campaña en donde al wayuu lo señalaban de bachaquero, para tapar la mala política y decisiones erradas de esa gestión, sin reconocer que todo el desabastecimiento parte desde al año 2007, cuando comenzaron las expropiaciones y la falta de producción”, indicó.
Fernández expresó que a dos meses del cierre, siguen las mismas colas y es mayor el desabastecimiento, por lo que será el próximo 6 de diciembre cuando la población indígena pasará con el “bus Drácula”, para llevarse al “bachaco y Gobierno Shokoto (inservible)” que tiene quebrado al país.
De igual manera, el secretario de participación ciudadana de UNT – Zulia, José Caldera, expresó que al cumplirse dos meses y 10 días del anuncio del cierre de frontera –el cual garantizaría el abastecimiento en cada supermercado y aseguraría la comida a cada familia venezolana–, se observa con indignación cómo esta medida ha traído represión e imposibilidad de surtirse con los productos primordiales de la cesta básica.
“Vemos más escases y resulta con mayor dificultad la adquisición de los productos de primera necesidad. Hoy denunciamos esta medida como fracasada, la cual fue promovida por el irresponsable gobierno de Arias Cárdenas. Expresamos nuestra indignación y exigimos el cumplimiento de la Constitución Bolivariana de Venezuela, en la que sus artículos 305 al 308, citan que el estado es garante al derecho de la alimentación”, manifestó.