La salud retrocedió 60 años con el chavismo en Venezuela

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Las malas noticias del sistema nacional de salud en Venezuela no solo se quedaron en la falta de insumos y material quirúrgico, el éxodo de médicos especializados y el paro de las principales universidades del país, sino también en el alza del número de casos positivos de enfermedades que en el pasado se habían extinguido, publica Diario de Las Américas.

Las cifras semanales de los casos positivos de dengue, malaria y chikungunya, desaparecieron del portal del Ministerio de Salud, tal como lo ha hecho la Harina Pan, alimento esencial de la mesa de la familia venezolana, y otros productos básicos que escasean en la nación rica en petróleo.





Durante el inicio de la gestión del actual ministro de Salud, Henry Ventura, quien es médico egresado de la Universidad de Carabobo (Valencia), se anunció que el Gobierno retomaría la publicación semanal del Reporte Epidemiológico Nacional. A la fecha, aun se espera por las estadísticas oficiales. El último Boletín Epidemiológico se publicó el primero de noviembre del 2014.

Para el cierre de 2014, la Red de Sociedades Médicas y Científicas, uno de los gremios más calificados de la salud, y quienes, realizan un conteo estadístico en paralelo al Gobierno, contabilizó, 234.998 casos de dengue. Esa cantidad de casos se traduce en un incremento del 42% en comparación con los números del 2013. Esto se debe en parte, según reza el informe de este gremio “a la poca respuesta del Ministerio de Salud en las políticas públicas del ataque y prevención de la enfermedad. Somos, luego de Haití y República Dominicana, uno de los países con más casos de dengue, entre el hemorrágico y el clásico”. La falta de mecanismos que combatan el virus y la impunidad con que se invaden espacios y se ocupa la tierra alimentan a ese mosquito, según se desprende del documento donde evaluaban la gestión pública de salud.

Es que para Félix Oletta, ex ministro de Salud de Venezuela, hasta “las campañas electorales alimentan al zancudo que transmite esa enfermedad”, porque a su juicio, “cada vez que se tienen elecciones el Gobierno permite la invasión de tierras, la ocupación de terrenos insalubres, no atiende la pobreza extrema y eso son caldos de cultivos para que el dengue se mantenga vivo e infectando a las personas, especialmente las de menos recursos económicos”, dijo el especialista en Salud Pública.

Durante la presentación de la Memoria y Cuenta del Ministerio de Salud en el 2014, los representantes gubernamentales solo registraron 48.827 casos positivos de dengue en toda Venezuela. Los estados Miranda, Lara y Zulia fueron las regiones con el mayor número de casos, según el informe. Para el momento de la presentación, los gobernadores de los estados con mayor número de casos eran los adversos al Gobierno. Junto a la divulgación del informe, en aquel momento se desató una campaña de desprestigio en contra de Henrique Capriles (Miranda), Henri Falcón (Lara), y Pablo Pérez, quien para el momento gobernaba el estado Zulia. El mismo presidente Nicolás Maduro, en una cadena nacional, los amenazó con demandarlos y encarcelarlos si no trabajaban por reducir los casos de dengue.

Pobreza y dengue van de la mano

“El Gobierno vive cerrando las fuentes de información epidemiológicas porque allí se sinceran los niveles de pobreza en el país. Cómo el chavismo puede decir que hay menos pobres en Venezuela si el dengue aumenta a una velocidad impresionante. Recordemos que esa enfermedad va de la mano de la miseria. Los números del 2014-2015 superan las estadísticas nacionales del año 1978”, agregó Oletta.

En lo que va del 2015, la enfermedad se ha cuadruplicado, ubicando los casos en 275 mil positivos. Preocupa a los especialistas en la materia la recurrente desinformación de la enfermedad. Se estima que durante este año unas 78 personas murieron.

La falta de reactivos es otro de los componentes que han golpeado el diagnóstico del virus.

“En el 2015 más de un millón de ciudadanos han asistido a los hospitales de la red pública con cuadros febriles que se asemejan al dengue clásico, pero por la falta de reactivos, no se han podido detectar si es efectivamente el virus”, resaltó José Domínguez, médico epidemiológico del estado Monagas.

Una de las razones que expone Dominguez tiene que ver con la falta de acceso al agua potable. “No podemos ocultar que el 55% de la población no recibe agua en condiciones ideales bajo los parámetros de la Organización Mundial de la Salud. Esa condición es la columna vertebral de una problemática sanitaria que el Gobierno esconde”.

Agregó que “si nos vamos a los números falseados que presenta el Gobierno, esas cifras nos ubican en el año 1989 cuando la versión hemorrágica se desató por los niveles de pobreza en los estratos D y E. Sencillamente en este 2015, tenemos los casos multiplicados por 30, lo que ubica a la enfermedad en fase de epidemia”, dijo Domínguez.

El epidemiólogo de ese estado oriental de Venezuela criticó que “solo cuando los medios de comunicación publican cifras alarmantes vemos que se fumigan algunas urbanizaciones. El vector no se mata solo con una fumigada, se mata con una amplia campaña de abatización constante y mejorando la calidad de vida de los habitantes”.