Juan José Moreno: El derecho al voto y el urgente deber de ejercerlo

Juan José Moreno: El derecho al voto y el urgente deber de ejercerlo

thumbnailjuanjosemorenoTal como está contemplado en el Artículo 63 de nuestra Constitución de la República, el sufragio es un derecho que podrá ser ejercido por todos los venezolanos, mediante “votaciones libres, universales, directas y secretas”, cosa que en el actual proceso que deberá culminar con las elecciones del 6 de diciembre está por verse y de cuyos resultados dependerá que siga siendo así, porque en el camino del totalitarismo “en pleno desarrollo”, en el supuesto negado de que llegara a triunfar la opción gubernamental, la prometida “radicalización del socialismo del siglo XXI” acogerá, como es la tendencia de sus sostenedores, el modelo impuesto en Cuba por los hermanos Castro.

Por esta razón, el primer deber del venezolano amante de la democracia deberá ser evitar, a toda costa  ? que no es lo mismo que “como sea” ?  que sean estas las últimas elecciones que celebremos en el país ,de alguna manera apegada al mandato de la Carta Magna, aunque en la realidad actual se trate de una libertad muy cuestionada.

Porque se trata este del más crucial de los momentos que haya padecido nuestra querida patria a lo largo de toda su historia republicana; cuando en medio de todas las penurias que se ha visto obligado a soportar en estos larguísimos 17 años de régimen autocrático, presencia el descaro de un Estado malandro que recurre a las más viles artimañas para garantizarse su permanencia en un poder y de un país que le han resultado demasiado grandes para su muy limitada capacidad de gobernar, y que solo utilizan para beneficio del grupete que los ejerce, mientras el país sufre de la multiplicidad de carencias impuestas y, literalmente hablando, se muere de hambre.





Pero afortunadamente, no es secreto para nadie, y es la verdad que trata de disimular el régimen mediante su creciente y costoso bombardeo propagandístico, el pueblo está claro de la situación del momento, y ya decidió por quién votar en estas y próximas elecciones. Sin embargo, no podemos confiarnos de un adversario cuya naturaleza todos conocemos, pues su capacidad para la trampa y su desfachatez para actuar ante un público al que obligan a verlo y escucharlo a diario a través de toda la red nacional de radio y televisión, nos impone el deber de acudir a las mesas de votación el 6D para contribuir a iniciar lo que deberá ser el principio del recate de la institucionalidad perdida. No hacerlo es ponerle en bandeja de plata nuestro voto a los personeros del régimen que se encargarán de hacerlo suyo, a través de mecanismos perversos que se han venido denunciando. Otra situación en similar sentido, será la de ensayar nuestro voto, localizándolo en el tarjetón, para tener claro a favor de quienes sufragaremos y no dejarnos confundir con otras opciones deliberadamente engañosas creadas por estos descarados tracaleros que pretenden convertir el ejercicio democrático del país en algo completamente reñido con la ética política.

Y derivado de este cumplimiento de nuestro papel como electores, debemos también plantearnos deberes a exigir a nuestros elegidos, como, en primer lugar, que agoten todos los esfuerzos aún a disposición de los venezolanos, para  devolvernos la realidad del país en el cual vivimos, que quiere decir: aterrizar, bajarlo de esa nube en que fue montado por el puñado de incompetentes que irrumpieron de manera tan brusca en el proceso de construir la patria feliz  que tanto tiempo y esfuerzo costo levantar, y que hoy se encuentra convertida en una extensión territorial desolada, donde nuestra juventud huye para refugiarse en los pocos países que le permiten radicarse en ellos para forjar un futuro seguro y de prosperidad personal; donde la actividad productiva se paralizó con la sola mención de la palabra “exprópiese”, pronunciada por el más nefasto Presidente que haya soportado la nación, la cual cedió al peor heredero que pudiera haber escogido; donde la mayor parte de los ingresos por la renta de nuestro principal producto de exportación fueron verdaderamente expropiados por el grupete de privilegiados que aún hoy, en medio de la precariedad del país, continúan haciendo negocio con los pocos dólares disponibles por el Estado; donde ningún sueldo bien habido alcanza para satisfacer las necesidades básicas de subsistencia de la familia venezolana, que es humillada en los centros de consumo de alimentos y medicinas, mientras el jefe de Gobierno en poses descaradamente demagógica les lanza parte del repele del festín que mantiene con concentraciones y viajes injustificados, como quien lanza sobras a sus animales; y, entre otros,  donde el acceso a una vivienda, a un viaje de placer o a un automóvil, solo está reservado para quienes  demuestran fidelidad al gobierno y a su partido, así como a “sus más íntimos amigos”

Por eso, nuestro llamado a los ciudadanos conscientes del país, a solo siete días para el esperado acto comicial de Venezuela, para que más que ejercer su derecho al voto, cumpla con el deber de contribuir a iniciar el rescate de nuestra hoy deteriorada democracia.

Y no olvides, sin dejarte confundir, la verdadera tarjeta del rescate está ubicada abajo y la izquierda, en la esquina, la de la manito claramente distinguida con las siglas MUD.

@Twitter: JJMorenoA