Giulia Thielen Ricciuti: ¿Es actual hoy hablar de tolerancia?

thumbnailGiuliaThielenRicciutiEl concepto de tolerancia que tenemos hoy en día se lo debemos a la Ilustración y a las grandes reformas impulsadas por los filósofos e intelectuales de esa época. La tolerancia adquirió carácter universal convirtiéndose en “Cosmopolitismo”, al pasar de su aspecto religioso, al social, cultural y científico. En cuanto a la tolerancia religiosa, John Locke afirmaba que independientemente de tus creencias religiosas, “el magistrado y los bienes de los ciudadanos pueden continuar a salvo de igual manera”. En pocas palabras, no es fundamental que todos los ciudadanos posean las mismas creencias religiosas para que pueda existir un orden social; el creer en un Dios diferente no justificaba un castigo distinto o la privación de sus derechos civiles. Pero, ¿qué es en realidad la tolerancia? Voltaire, uno de los padres de la Ilustración, responde “La tolerancia es la necesaria consecuencia de la comprensión de nuestra imperfección humana. Errar es humano […]. Por eso perdonémonos los unos a los otros nuestras locuras. […]”. Por el hecho de que nadie es perfecto, hay que ser comprensivo con tus similares. Cuando se adquiere esta consciencia, nos sentimos predispuestos a perdonar “nuestras locuras” como afirma Voltaire, cosa que era inconcebible en los siglos pasados, sobre todo en la Edad Media donde todo acto fuera de lo preestablecido se consideraba pecado.

Pero, ¿cómo releer hoy a Voltaire en circunstancias como las del integralismo islámico? ¿Cómo es posible ser tolerantes con aquellos que roban tu existir en países comunistas como Venezuela donde la ley está sometida a la voluntad del tirano?

Entiendo que la base misma de la Tolerancia es el respeto por el otro, de su espacio, vida y costumbres. Al ser la vida el valor fundamental, la tolerancia debe girar entorno a él y nunca ser más importante.





Queriendo citar a Thomas Mann, “la tolerancia es un crimen cuando lo que se tolera es la maldad”. Creo que cada uno de nosotros debería tener esta frase siempre presente y esquivar a todo aquel que defienda la maldad y la disfrace de falsos valores.