Luis Barragán: La irrefutable postura opositora

Luis Barragán: La irrefutable postura opositora

thumbnailluisbarraganPendientes las sesiones extraordinarias para rematar el desconocimiento real de la Constitución, el día 15 de los corrientes la Asamblea Nacional celebró su última jornada ordinaria. Y nada mejor que un jolgorio para cumplimentar el aniversario de la Carta Magna, mientras juramentaba a la Barreiro y ocupaba el hemiciclo protocolar con un tal parlamento comunal que el constituyente de 1999 jamás previó.

Según la costumbre, al iniciarse la última sesión ordinaria del período legislativo que concluye, fue que nos enteramos del Orden del Día. Incluyeron un Proyecto de Acuerdo alusivo al aniversario, presentado por el diputado Cristóbal Jiménez y aderezado por un grupo musical.

Perspicaz, el diputado Freddy Marcano nos observó que el personal de camarógrafos de la ANTV no era el mismo que frecuenta el hemiciclo, como fueron extraños algunos rostros que lo transitaron. Al plantearse la materia, ya los palcos estaban repletos de los partidarios dispuestos a poner en escena la agresión verbal que complementa los desplantes de la dirección de debates.





Tigres de papel (¿no decía así Mao Tse-Tung?), tampoco se daban por notificados de la humillante y amarga derrota electoral recientemente sufrida. Y, como si nada, los diputados oficialistas Nestor León Heredia y Victoria Mata respondieron o pretendieron responder a los diputados opositores Leomagno Flores, Homero Ruíz y al suscrito, sin refutar los específicos señalamientos que se hicieron en la materia.

La maquinaria propagandística del régimen dice reforzar las posiciones oficialistas al versionar un debate que evidentemente perdieron, manipulándola sin escrúpulo alguno. Y, por no disponer inmediatamente de la transcripción y video de las estupendas intervenciones de los diputados Flores y Ruíz, incurrimos en la inelegancia de citar la nuestra.

El canal ocho (Venezolana de Televisión) despachó la noticia de acuerdo a la mentira que ha cultivado por todos estos años, ofreciendo como contradictorios los discursos opositores, con la reedición correspondiente, y – como si faltara poco – tildándonos de ultraderechistas y desconocedores de la Constitución (http://www.vtv.gob.ve/articulos/2015/12/16/diputados-de-ultraderecha-insisten-en-que-su-intencion-es-el-revocatorio-3682.html). Podrá apreciarse que, a pesar de no acordarnos los oradores, los tres coincidimos en una clara defensa de la constitucionalidad que el gobierno, es la realidad inocultable y patente, ciertamente desconoce.

Concretamente, quien vea nuestra intervención, en la versión casera de una reproducción que compensa la tardanza de la remisión del video por la Secretaría de la Asamblea Nacional, constatará cuán lejos llega la falsedad (https://www.youtube.com/watch?v=tnbWq-tA_pQ). ¿Por qué no respondieron a cada uno de los contundentes y directos señalamientos que hicimos sobre la reiterada violación de la Constitución? ¿No puede mirar el pueblo a la propia Constitución para resolver la crisis que lo harta y colma? ¿Acaso la Ley Fundamental no aporta soluciones constitucionales como la renuncia presidencial, la enmienda, el revocatorio, la reforma, los referenda o la constituyente? ¿Es ultraderechista abogar por la libertad, la democracia, la calidad de vida, el desarrollo económico y la equidad social?

La diputada Mata hizo un relato apasionado de sus diligencias como constituyentistas, ofreciendo un testimonio que no debemos poner en duda, pero de 63 sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, apenas 19 plenarias fueron destinadas para la primera discusión del proyecto y tres para la segunda y esto se puede constatar con actas constituyentes en mano o, si se prefiere, con estudios como el de Lolymar Hernández Camargo (“El proceso constituyente venezolano de 1999” (Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Caracas, 2008) y con el más reciente aporte contextualizador de Manuel Rachadell (“Evolución del Estado venezolano 1958-2015”, Editorial Jurídica Venezolana, Caracas, 2015). Por lo visto, Claro, paremos de contar.

Tamaña democracia participativa y protagónica, aplastada por la versión interesada del Estado que monopolizan. Esperamos reivindicar plenamente las esenciales competencias parlamentarias, dándole a la deliberación la adecuada dimensión que merece, pues, cuando no hay la debida réplica y contrarréplica, simplemente no hay parlamento: no refutaron, sino distorsionaron lo dicho.