El percance que tuvo Anna Vaccarella en el aeropuerto y la venezolana que la ayudó

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Nuestra querida periodista venezolana Anna Vaccarella tuvo que hacer un viaje recientemente a Estados Unidos (Para ser exactos, un viaje para el aeropuerto de New York) para poder hacerse una operación de trasplante de médula, operación que no se hace acá en Venezuela y sí en Estados Unidos para poder seguir con su difícil lucha contra el cáncer.

Debido al problema que posee Venezuela actualmente con las aerolíneas a las cuales les debe millones de dólares siempre es un problema viajar al exterior, ocurren muchos percances y eso fue exactamente lo que le paso a Anna Vaccarella la cual tenía un viaje directo hacia New York y por los problemas que tienen las aerolíneas extranjeras con Venezuela se le fue cancelado el viaje y tuvo que coger un vuelo hacia New York con escala en Miami, reseña Notitotal.





Anna Vaccarella llena de fuerzas tomo la noticia con muy buena cara e hizo el viaje con escala sin pensar dos veces, al momento de llegar al aeropuerto internacional de Miami, Florida tuvo que pasar por una antesala donde se requería que pusiera sus huellas dactilares en una máquina para poder seguir con el viaje pero debido a su enfermedad sus huellas dactilares habían sido duramente maltratadas y por consiguiente las huellas eran prácticamente irreconocibles para la maquina.

A continuación, la historia completa.

UN ÁNGEL En esta aventura en que se transformó nuestro viaje a Nueva York Dios me puso a @bettsimardiaz de acompañante!!! Gracias por tu cariño y solidaridad !!! Primero suspendieron el vuelo directo a Nueva York por lo que la ruta se hizo más larga. A nuestra llegada al aeropuerto de Miami mis huellas afectadas por el tratamiento, no marcaban en la maquinita, por lo que un nada amigable funcionario de inmigración me mandó a esa área tan temida por muchos, detrás de los espejos, donde cientos de sueños se quedan a mitad de camino… El ambiente era muy pesado, lo sentí a penas entré. Sobre todo había latinos, la mayoría con caras largas y preocupadas, con sus pasaportes retenidos. Estaban a la espera de que sus casos fueran revisados. Un venezolano que iba a Irán, después de bendecirme, me regaló una flor de papel que hizo con sus manos. Hasta en ese lugar Dios me dijo que Él está conmigo! En unos 10 minutos pronunciaron mi nombre y sin una palabra más me entregaron mi pasaporte. Atrás dejamos a ese sub mundo que muchos ni se imaginan existe en el aeropuerto y fuimos rumbo a las maletas. El siguiente paso fue pedir una habitación de hotel a la aerolínea lo cual no estuvo muy fácil ya que había muchas personas en la misma situación. Al siguiente día pudimos finalmente volar a Nueva York, después de resolver otro percance ya que los puestos en el avión que teníamos asignados de repente ya no los teníamos! Siempre acompañada de Bettsimar y su sonrisa. Haciéndome olvidar a lo que he venido a la ciudad “de los edificios altos” tal como le dicen las morochas. Gracias Bettsimar! Sin saberlo fuiste un instrumento de Dios para ayudarme, con tu perfecto inglés y tu amabilidad, en este viaje tan difícil e importante! Sigo confiada Señor Jesús en todos los ángeles que continuarás poniendo en mi camino !

Una foto publicada por Anna Vaccarella (@annavaccarella) el