José Ignacio Guédez: Todo sobre la Enmienda

José Ignacio Guédez: Todo sobre la Enmienda

thumbnailJoseIgnacioGuedezLa Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece el mecanismo de la Enmienda para modificar una o varias partes de su articulado sin afectar el espíritu central de su conjunto, tal y como sucedió en 2009 para implantar la reelección indefinida del presidente y otros cargos de elección popular. La Enmienda Constitucional puede ser introducida en el seno de la Asamblea Nacional por el 30% de los diputados para luego ser discutida mediante el mecanismo de formación de leyes y aprobada con el voto de la mayoría simple de la plenaria. Finalmente debe ser sometida a referéndum para que el pueblo la rechace o apruebe, y solo en caso de ganar el “SI” entra en vigencia. Se trata de un método constitucional, democrático, electoral y pacífico (y sí se quiere “chavista” para deleite de algunos), ajustado al principio máximo de que la soberanía reside en el pueblo que es quien tiene el poder constituyente originario.

En virtud de lo anterior tuve la responsabilidad de redactar junto a varios juristas del país un borrador de Enmienda Constitucional que ya fue consignado en la Asamblea Nacional como aporte del partido la Causa R para ser discutido con el resto de los partidos que conformamos la bancada unitaria de la MUD. El Anteproyecto de Enmienda propuesto contiene los siguientes aspectos: 1) La modificación de los artículos 160 y 174 para limitar la reelección de los gobernadores y alcaldes a dos períodos consecutivos, 2) La modificación del artículo 230 para reducir el período constitucional del Presidente de la República a cuatro años con reelección única inmediata, y 3) La modificación del artículo 264 para reducir el período de los magistrados a la mitad para procurar así nuevas designaciones que subsanen los vicios cometidos en el pasado en la elección de dichos cargos.

De esta forma, además de restituir el espíritu original de la Constitución de 1.999 eliminando la institución antidemocrática de la reelección indefinida, se abre una puerta concreta para la solución de la grave crisis que atraviesa el país, toda vez que habría elecciones presidenciales nuevas para este mismo año. Así es, de reducir el mandato presidencial a cuatro años el actual período se contaría desde el 10 de enero de 2013 hasta el 9 de enero de 2.017, comenzando ya un nuevo período el 10 de enero del próximo año, lo que implicaría convocar a elecciones presidenciales a más tardar en diciembre del año en curso. Es, como se evidencia, un planteamiento efectivo pero sin trauma político, al punto que el actual mandatario pudiera incluso participar en dichas elecciones adelantadas. Se trata además una vacuna ante escenarios violentos o militares que puedan colarse por los niveles de conflicto y crisis existentes. Es el pueblo el que tendría la última palabra para relegitimar el Gobierno y comenzar cuanto antes la etapa de recuperación económica ya impostergable.





Desde el año pasado hemos dicho que la solución a la crisis debe ser política ya que solo cambiando el Gobierno y relegitimando los poderes podremos consolidar el cambio que comenzó por mandato popular el pasado 6 de diciembre. La Asamblea debe asumir su responsabilidad histórica y aquí estamos proponiendo una alternativa para discutirla con todos los sectores con el fin de concretar el cambio urgente que reclama el pueblo.

Ante el eventual argumento de retroactividad en la reducción del mandato presidencial, debemos decir que el electorado vota por un presidente para que asuma el cargo dentro del lapso previsto en la Constitución, el cual puede cambiar mediante enmienda, reforma o constituyente. La elección de Maduro no se afecta pero el período presidencial debe ajustarse a la nueva decisión soberana del pueblo que tiene el poder originario que está por encima de los poderes constituidos, incluyendo el TSJ. Sería el mismo electorado el que decidiría, por lo que no hay conflicto. Además ya existen precedentes sobre el tema ya que la Segunda Enmienda de la Constitución venezolana de 1.961 cambió la fecha de toma de posesión y redujo varios meses el período de Luis Herrera Campins en 1.984. Igualmente pasó en el año 2000 cuando se relegitimaron todos los poderes luego de aprobarse la nueva Carta Magna. Nada nuevo.

La renuncia es un clamor al que nos nos sumamos como solicitantes, pero al final no depende de nosotros y pasa por la voluntad del propio verdugo. El referéndum revocatorio es engorroso e inconveniente toda vez que no puede ser convocado por la Asamblea Nacional sino por un porcentaje del electorado bajo el perverso mecanismo de recolección de firmas sujeto a manipulación y validación de un poder como el CNE, con el agravante de que si se tardara en convocar pudiera quedar el Vicepresidente encargado del Gobierno hasta el fin del período. Es la Enmienda Constitucional el mecanismo de cambio político real más expedito, efectivo y seguro en estos momentos, pudiendo incluso entrar en vigencia antes del mes de julio para luego comenzar de forma inmediata la campaña presidencial para convertirnos en Gobierno a finales de año, previa elección en primarias de un candidato único. He aquí una hoja de ruta posible y conveniente. Discutámoslas.

José Ignacio Guédez
Secretario General de La Causa R
Twitter: @chatoguedez