Eduardo Fernández: La prioridad del país no es el revocatorio

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Eduardo Fernández, presidente del Centro de Políticas Públicas Arístides Calviani (Ifedec), es de lo que cree que la salida más urgente para resolver el problema económico del país es acudir a organismos financieros como el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional (FMI), reseñó Panorama.

Por Priselen Martínez Haullier





“El Gobierno después del 6 de diciembre del año pasado se siente muy débil, por eso le tiene temor a las consecuencias políticas y sociales de las decisiones que hay que tomar”, dijo en la entrevista que ofreció a PANORAMA en la visita que hizo al Zulia para presentar su propuesta Frente al 2016.

— ¿Qué plantea con su propuesta Frente al 2016?
— Coincide con la del Presidente de la República que dijo que el modelo rentista petrolero ya no funciona más. Hay que diversificar la economía, pero esto toma tiempo. La propuesta más urgente es buscar los dólares que necesitamos para equilibrar la economía venezolana para importar las cosas más importante que tenemos que importar. ¿Dónde están esos dólares?, la banca privada internacional no le va a dar crédito a Venezuela habrá que ir a los organismos financieros públicos eso quiere decir, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional que no es satán, sino a un club al que Venezuela es miembro ininterrumpidamente en los últimos 50 años.

— ¿Y qué feedback ha tenido su propuesta?
— Estamos teniendo respuesta de muchas partes, hay gente cercana al Gobierno que nos plantean que son interesantes nuestros puntos de vista porque no son planteamientos de polémica partidista, de confrontación política, es el país el que tiene que reaccionar frente a esta crisis y producir soluciones, y nosotros queremos que el país esté sembrado de empresas existosas (…). Necesitamos muchas empresas que generen empleo y que llenen los anaqueles de los mercados de productos o que cuando la gente entre al mercado consiga bienes y servicios.

— ¿Por qué usted cree que más allá de la conyuntura económica el Gobierno nacional no toma las decisiones que tiene que tomar, como el aumento de la gasolina?
— Por debilidad, el Gobierno está muy débil, después del 6 de diciembre del año pasado se siente muy débil, le tiene temor a las consecuencias políticas y sociales de las decisiones que hay que tomar. Van a decir que estoy loco, pero el país necesita de un Gobierno de unidad nacional, el país necesita un Gobierno con apoyo del actual Gobierno y el apoyo de la actual Asamblea Nacional para tomar las decisiones. Ni el Gobierno, ni la oposición, en mi opinión, están en condiciones de formar un Gobierno que tenga suficiente fortaleza como para tomar decisiones.

El Gobierno se gastó un dinero en hacer una campaña buena de explicación al país del por qué hay que aumentar la gasolina, pero al final no toma la decisión porque tiene miedo, porque se siente débil y además se siente débil con razón porque está débil. Yo no veo que haya la posibilidad, a corto plazo, de un Gobierno de la oposición que tenga la suficiente fortaleza y el suficiente respaldo para tomar las decisiones.

Por ejemplo, eso que habla el ministro (de Comercio Exterior), Jesús Faría de temor y el Fondo seguramente nos va a recomendar a los venezolanos unas medidas de sentido común como el que usted no puede gastar más de lo que le ingresa. Eso nos pasa a todos y no nos alcanza, pero el Estado se empeña en gastar mucho más de lo que le ingresa. Ahora cualquier idea con sentido común la satanizan acusándola de neoliberal, no es neoliberalismo, socialismo, es sentido común, usted no puede gastar más de lo que le ingresa.

Son prisioneros de dogmas. Cuando tuvieron sus luchas estudiantiles estudiaron mal el marxismo, leninismo. Esas doctrinas les enseñaron que había que destruir la propiedad privada, acabar con la empresa privada, la palabra empresa privada es mala palabra y eso los inhibe también de hacer cosas que estimulen el crecimiento de la empresa privada porque da la casualidad que la experiencia en el mundo entero es que la empresa privada es la que más genera bienes, servicios y empleo, y lo que necesita Venezuela es bienes, servicios y empleo. Claro, el Gobierno produce empleos, creando empleos parasitarios que no son productivos, burocracia, despilfarro. ¿Ser partidario de la empresa privada es ser neoliberal?, creo que es sentido común, elemental sentido de responsabilidad y lo que necesitamos nosotros en el país es que haya mucha empresa privada financiada con recursos nacionales e internacionales, porqué no lo vamos a aprovechar ¿porque es imperialismo?, bueno mientras sigamos con los dogmas no vamos a resolver los problemas de Venezuela.

— ¿Cómo se digiere un Gobierno de unidad nacional en un país tan polarizado?
— Desmontando la polarización en primer lugar. Hay una frase en la sagrada escritura (biblia) que dice: ‘reino dividido no prosperará’. Venezuela está demasiado dividida, no tengo nada en contra de que hay distintas opciones, pluralidad de opciones, pero tiene que haber un compromiso en aquello que es de interés nacional y el interés del país es el desarrollo económico y evitar una conmoción social en Venezuela.

Yo temo que podamos estar a las puertas de una conmoción social, de varias conmociones sociales, que hay que hacer en este momento, permíteme decirlo: Si yo fuera Presidente, yo convocaría a los líderes de la Asamblea Nacional, a una reunión muy franca, muy sincera, de mucho trabajo, cómo componemos al país porque si quieren gobernar a Venezuela después de terminar mi mandato o después que por algún mecanismo de la Constitución yo sea sustituido, a ustedes les conviene recibir un país en mejores condiciones de lo que está el país, porque si no la gente se va a enardecer contra ustedes al cabo de tres meses.

A mí hay gente que me está diciendo: ‘bueno votamos por la oposición y todavía hay colas’. Nadie ofreció que en un mes la Asamblea Nacional iba a corregir la situación del país, pero en el ánimo colectivo fue la percepción que se tuvo. Un zuliano, al que aprecio mucho, Omar Barboza escribió un artículo que se llamaba ‘la última cola’ y decía que el 6 de diciembre los venezolanos íbamos a hacer la última cola porque al ganar la oposición se acaban las colas y no se han acabado.

Creo que se han puesto peores, no por culpa de haber votado como votamos, sino porque la situación es esa. La oposición quiere gobernar pronto y para que la oposición gobierne es mejor que el país esté mejorado y que esta crisis esté en mejores condiciones. El Gobierno le interesa por responsabilidad con el país. El diálogo entre el Gobierno y la oposición es muy importante, pero para mí el más importante es el diálogo con los empresarios. Si yo fuera Presidente estaría hablando con Lorenzo Mendoza, con los empresarios del país.

— ¿Qué piensa usted de las propuestas que presentó (el pasado martes) Lorenzo Mendoza al país?
— Creo que es muy poquito y muy tarde, pero nunca es tarde cuando se toman las decisiones adecuadas creo que hacerlo con mucha más fuerza y antes de que vengan capitales privados a invertir en Venezuela tiene que anunciarse una rectificación muy profunda de las políticas económicas, por ejemplo, el tema cambiario. No podemos seguir con este disparate. Este es el país único en el mundo que tiene una política cambiaria absolutamente disparatada.

Los bolívares no valen nada, toda esa política cambiaria lo que hace es alimentar una gigantesca corrupción se ha desangrado el país con esa política cambiaria, pero no se atreven a tomar las medidas porque eso significa una devaluación, y eso significa que por lo menos por un tiempo va a aumentar la inflación, la tenemos demasiado grande ya, y si no hacen nada cada día va a ser peor la situación. Están apostando y viendo desesperadamente que por alguna cosa suban los precios del petróleo en el mercado internacional y ya, se resolvió todo.

Y déjame decir que esto se parece a lo que hacían los adecos y los copeyanos, pero mucho peor. Carlos Andrés Pérez tuvo la ventaja en 1974 que junto con llegar al poder subieron los precios del petróleo, Luis Herrera llegó al poder y al poco tiempo cayó el Sha de Irán y al poco tiempo subieron los precios del petróleo, en cambio, mi querido profesor Rafael Caldera gobernó, las dos veces, con los precios muy deprimidos y no por culpa de él, sino por culpa del mercado internacional y cuando subieron a 100 dólares por barril no fue por virtud de la inteligencia del señor Chávez, sino porque el mercado internacional determinó que ese era el precio.

Yo serví en el primer período de Caldera y el precio del barril era de 2 dólares, hoy no pueden con un barril a 30 dólares, cualquiera me dirá que no son los mismos dólares, pero en todo caso aquellos eran 2 dólares y el Gobierno hizo un montón de cosas inauguró el aeropuerto La Chinita y la segunda vez, le tocó gobernar al país con el petróleo por debajo de los 10 dólares.

Llegó este señor Chávez y al cabo de muy poco tiempo los precios del petróleo comenzaron a treparse por una razón muy sencilla: hay dos países que nunca habían comprado petróleo y empezaron a comprar petróleo, China y la India; una de las pocas leyes que la revolución no ha podido derogar es la ley de la oferta y la demanda (…), un país que vive del petróleo cuando los precios aumentan todo el mundo muy contento con CAP y Chávez cuando los precios bajan la gente dice qué es lo que está pasando, y Chávez tuvo la inteligencia de irse en el momento preciso porque hasta que él estuvo vivo los precios del petróleo estaban arriba.

— La Asamblea cumplió un mes, ¿qué puntuación le pondría por su trabajo?
— Le pondría un seis porque hay cosas que están haciendo muy bien, pero creo que no han hecho el suficiente esfuerzo para poner en la agenda del debate parlamentario los temas prioritarios y no hay nada más prioritario ahorita que poner comida en los mercados y sobre ese tema se habla poco, se le da mucha importancia a debates políticos que son importantes, pero no prioritarios.

El problema es cómo hacemos para influir en el Gobierno para resolver el problema de los dólares. No quiero ser pesimista, pero hay una cuenta muy sencilla, por ejemplo el salario mínimo es de 10 mil bolívares si le agregamos la cestatique es un poquito más, la cesta básica cuesta 140 mil bolívares es trágico. ¿Cómo hago yo con un salario de 10 mil bolívares para comprar una cesta básica de 140 mil?, el año 2015 fue muy feo, costó trabajo conseguir las cosas, sin embargo, el Gobierno recibió 40 mil millones de dólares por petróleo y además metió la mano a las reservas y sacó 10 mil millones de dólares, hoy el ingreso calculado para el 2016 va a ser la mitad, 20 mil millones de dólares y ya no hay 10 mil millones de dólares en la reserva para meterle la mano, no hay crédito internacional que sí lo hubo el año pasado, entonces cómo va ser este año.Yo creo que la Asamblea, que está haciendo cosas importantes en la dirección correcta, tiene que revisar qué es lo prioritario y urgente, no lo son los debates políticos, sino la solución de los problemas económicos y sociales.

— Usted dijo que la oposición tiene la urgencia de gobernar el país, ¿realmente tiene urgente gobernar este país así como está?

— Sorpresivamente sí. Porque por difíciles que sean las circunstancias creen que pueden hacerlo, pero no está fácil la situación.

—La Causa R presentó una propuesta de acortar el período del presidente Maduro y la AN también pidió activar un revocatorio, ¿cree que el país está preparado para un proceso como este?
—Fíjate que comprendo la impaciencia por resolver el problema político, pero para mí la prioridad no es esa. Ir a un revocatorio toma mucho tiempo y mucho forcejeo, confrontación, creo que no tenemos mucho tiempo para atender la urgencia y no nos conviene más confrontación, lo que nos conviene es procurar entendimiento (…). Si suponemos que gana la oposición qué clase de país se encuentra al día siguiente, si ponemos el tiempo que dura el forcejeo con las firmas el proceso de revocatorio y el llamado de elecciones, los problemas del país se siguen agravando, el desabastecimiento, el alto costo de la vida, la inseguridad, la falta de medicinas, muchos venezolanos dirán: y mientras yo estoy en una cola, los políticos están en un pleito para ver quien quita a quien y quien se pone y yo no cuento y esta cola no les importa (…) creo que podría venir un despretigio de la clase política, no solamente del Gobierno, sino de la oposición (…).

Todas las opciones hay que estudiarlas con respeto, patriotismo y responsabilidad porque tú puedes decirle, con mucho respeto, al Presidente: ‘señor se le acabó su tiempo no se resuelven los problemas, usted nos explica mucho, pero las colas son intolerables’ de modo que queremos cambiarlo pero no por una vía violenta, sino por una vía constitucional y una de las opciones que existe es la enmienda (…), pero ese procedimiento toma tiempo y sería confrontación (…) cómo sería el nuevo Gobierno, Venezuela no tiene tiempo tenemos que atender los problemas sociales de hoy (…) necesita un Gobierno de unidad nacional, hay muchos mecanismos, pero todos suponen tiempo y confrontación.

— ¿Es parecido a lo que se vivió en los años 90?

— Las dificultades que están pasando, voy a decir una cosa temeraria, el chavismo se está desmorando exactamente por las mismas razones que se desmoronó el bipartidismo porque cayó el precio del petróleo, y la gente se puso brava y no hace distinción sobre la evolución del mercado petrolero, estos adecos y copeyanos me prometieron que me iban a resolver los problemas no me los resolvieron el problema que se vayan los adecos y los copeyanos y que venga Chávez a arreglarnos los problemas, nos los arregló por un tiempito, se siente en los sectores populares con la misión vivienda, la misión Barrio Adentro, pero ahorita no están llegando por qué porque le está pasando lo mismo que al bipartidismo, cayeron los precios del petróleo. Cuando tú tienes real para repartir eres muy simpático y cuando no tienes real para repartir empieza la gente a decir qué es lo que pasa (…).

— Usted ha hablado de rectificar con un mismo Gobierno, pero con nuevas caras y el último gabinete que designó el presidente Maduro es variopinto, ¿cree que es posible una reestructuración con este equipo?
— Soy poco optimista, pero sigo siendo optimista porque soy incurablemente optimista, confío y soy creyente del Espíritu Santo y creo que va a iluminar al Presidente en un algún momento aunque me preocupa mucho porque una vez le pedí a Dios que iluminara a Chávez y me entendieron mal allá arriba y lo eliminaron y yo lo que quiero es que ilumine al Presidente, hacer fantasía.

Te imaginas que el Presidente va a constituir un nuevo gabinete y que va a llevar gente de gran prestigio y autoridad en lo económico y lo político, qué refrescamiento sería eso, si sigue haciendo enrroques no creas confianza, necesitamos desesperadamente es la confianza, pero nunca pierdo la esperanza de que el Presidente entienda que tiene que formar un Gobierno nuevo ya, con nuevos hombres y mujeres, con nuevas ideas, nuevos procedimientos (….) y nuevos ideales en el Gobierno, lo va a hacer Maduro, no sé yo le recomiendo que lo haga, nos va hacer caso creo que le conviene a él, pero creo que le conviene al país, señor su fórmula fracasó tiene 17 años que no funciona que más hace falta en el país que pase para que usted se de cuenta que eso no funciona ya hemos logrado un paso que no es despreciable cuando dijo: Me doy cuenta que el modelo rentista petrolero no funciona más que bueno, pero actúe en consecuencia y al señor Jesús Faría hay que decirle que hay que promover la unificación cambiaria, hay que promover las inversiones nacionales e internacionales, hay que conseguir unos dólares urgentemente, yo se donde los hay en el Banco Mundial y en el FMI si usted sabe que hay dólares en otros sitios dígame donde y vamos a buscarlos, pero el país necesita dólares para traer los productos que necesitamos para los mercados y necesita inversiones y no van a venir porque no hay confianza, la única manera es que tengamos nuevos hombres, nuevos procedimientos y nuevos ideales al frente del Gobierno con el mismo Presidente, ahora si eso no se logra y pasan los días como decían los Tupamaros en Chile “vamos a hacer un Gobierno con el Gobierno a la cabeza o con la cabeza del Gobierno”.