Las maravillosas pirámides en las que casi no hay turistas

Las maravillosas pirámides en las que casi no hay turistas

Son “familia” de las pirámides de Egipto, pero no aparecen en los paquetes de viajes tradicionales. Son las pirámides nubias, construidas para servir a los emperadores kushitas. BBC.com

Buenos días en el Sahara

Las pirámides nubias
Las pirámides se elevan sobre la arena del desierto de Sahara

Despertándome con el sol ardiente sobre el rostro y esforzándome para abrir los ojos eché una mirada a través del herrumbroso desierto del Sahara para ver si alguien se sentía emocionado.

Viajaba con un pequeño grupo de amigos y habíamos pasado la noche durmiendo bajo las estrellas solo con la suave arena como colchón.





Mientras los demás aún dormían, escalé una gran duna para poder contemplar mejor lo que vinimos a encontrar. A varios kilómetros cientos de enormes pirámides se elevaban sobre el desierto en un sitio que pocos viajeros han visto antes.

Las pirámides perdidas de Sudán

Pirámides de Sudán
Hay muchas más pirámides en Sudán que en Egipto

Entre los años 2.600 a.C y 300 d. C esta zona conocida como la antigua Nubia fue gobernada por los kushitas, quienes fueron tanto enemigos como amigos de los egipcios en distintas épocas y siguieron muchos de sus rituales, tales como enterrar a reyes y reinas en tumbas en pirámides.

Hay más de 250 pirámides a lo largo del Nilo en Sudán, un número mucho mayor que las encontradas en Egipto.

Un viaje en el tiempo

Desde lo alto
Una vista desde lo alto del sitio arqueológico

Llegamos a Sudán atraídos por un amigo que había pasado tres años enseñando inglés en una escuela en Jartum y que nos contó fascinantes anécdotas sobre exploraciones en la antigua Nubia, cocinando en fogatas entre dunas de arena y conociendo arqueólogos que descubrieron objetos abandonados por civilizaciones que existieron hace 5.000 años.

Decidimos visitarlo y hacer un viaje a través del tiempo, conduciendo a lo largo del Nilo desde Jartum hasta Dongola, explorando las pirámides y otras ruinas en el camino.

Parada en la carretera

Sudán es un destino turístico poco frecuente y nada fácil de visitar.

Las visas para ingresar al país requieren una enorme cantidad de trámites burocráticos y, una vez allí, es raro tener recepción telefónica.

Tenderetes en la vía a las pirámides
Los viajeros recibieron una cálida recepción por el camino

Sin embargo, son costos menores ante la gran riqueza de la historia antigua de un país con gente extremadamente amistosa y hospitalaria.

En Jartum alquilamos un automóvil con un conductor local para que nos ayudara a sortear las lentas carreteras llenas de baches y los numerosos controles policiales (el terrorismo es una amenaza constante en Sudán).

Recorrer apenas 100 kilómetros puede llevar varias horas y las paradas en la carretera son indispensables.

En los improvisados tenderetes de los pueblos del camino nos recibieron cálidamente con tazas de té dulce y nos ofrecieron camas preparadas para que la gente descanse de sus largos viajes.

Restos de una capital antigua

A lo largo de la carretera que sale del norte de Jartum nuestra primera parada importante fue en las pirámides de Meroe, la capital del reino de kushita desde el año 300 a.C (capitales anteriores incluyeron a Kerma y Napata).

Pirámides de Sudán
Meroe fue la capital del imperio kushita desde el año 300 a. C

Elevándose solitarias en el medio del desierto sudanés por más de 2.000 años,fueron construidas después de las pirámides egipcias y sirvieron de sepulcro para los reyes y reinas de Meroe.

Se encuentran cerca del Nilo, importante fuente de agua y una ruta comercial hacia Egipto que une a muchas de las antiguas ruinas que se encuentran en el presente en Sudán.

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