Los diputados Luis Barragán y Winston Flores (Vente Venezuela), denunciaron ante la Comisión Permanente de Cultura y Recreación de la Asamblea Nacional, la construcción irregular que adelanta el alcalde del Municipio Libertador, Jorge Rodríguez, alterando la arquitectura y estructura del Palacio Municipal de Caracas, incluso, a la vista de los parlamentarios que acceden al Palacio Legislativo por la puerta este.
Señalaron en su misiva que el arquitecto Alejandro Chataing, concretamente concibió el ala occidental del Palacio Municipal, construido en 1906, para proteger la antigua Capilla de Santa Rosa de Lima, empleándola como Salón del Ayuntamiento. Además, no sólo entidades como la Fundación de la Memoria Urbana se muestra legítimamente inquietos, sino los propios funcionarios del ministerio de la Cultura que por razones obvias no desean ser identificados.
Indicó el reelecto diputado Barragán, quien fuese miembro de la Comisión de Cultura y vocero de la oposición con motivo de discutirse el Proyecto de Ley Orgánica de Cultura, en el pasado período legislativo: “No sólo debemos distinguir entre una remodelación y una restauración, sino observar que se trata de un Monumento Histórico Nacional, declarado en 1979 como tal. Faltando poco, el propio Instituto de Patrimonio Cultural o declaró Bien de Interés Cultural, incluyéndolo en el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano en 2006, por lo que no debe el alcalde Jorge Rodríguez disponer del inmueble sin el muy debido y riguroso aval de las autoridades patrimoniales a nivel nacional y municipal, mucho menos, intentando un anexo para ANTV como se ha dicho”.
Señaló el diputado Flores, actual miembro de la Comisión: “La Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, es muy clara en sus artículos 21, 44 y 45, sobre la debida autorización emanada del Instituto del Patrimonio Cultural sobre los monumentos nacionales y sus modificaciones, acarreando severas sanciones. En todo caso, es necesario que la Comisión se imponga de los hechos y abra una investigación a fondo, impidiendo cualquier daño irreparable al inmueble, cuyo valor histórico y arquitectónico es incuestionable. Inmueble que no es de la libre y arbitraria disposición del alcalde Rodríguez”.
