Recordar es vivir: De cuando se publicitaban carros en Venezuela (VIDEOS)

Recordar es vivir: De cuando se publicitaban carros en Venezuela (VIDEOS)

Ford-Sierra-Venezuela

En estos tiempos, hechos a base de carros chinos y extrañas camionetas, pareciera raro pensar en Venezuela como una potencia automotriz latinoamericana y sin embargo lo fue. En siglo (y pico) de historia automotriz, en nuestro país se han ensamblado varios modelos extraordinarios y las numerosas marcas automotrices que han hecho presencia local han vendido oficialmente algunos increíbles modelos. Eso pese a que nuestro mercado numéricamente siempre ha sido pequeño, en consecuencia a nuestra también pequeña población comparada con las de Argentina, Brasil, Colombia, México, EE.UU y Canadá.

Julian Afonso Luis / @JAL69





Desde siempre, la producción o importación comercial de carros en Venezuela ha requerido mercadearlos y publicitarlos. Lo pequeño de nuestro mercado aconsejaba no ser demasiado creativo en eso, pero también sugería limitar la oferta en calidad y cantidad. Un precepto que en ninguno de los dos casos se cumplió.

Se le reconoce a GM Venezolana haber sido pionera en el ensamble automotor y se le debe reconocer haber generado las primeras publicidades automotrices en el país. No nos referimos a avisos de prensa con gráficas generadas fuera del país, sino a generar en el país imágenes y campañas en lo absoluto inspiradas de las concebidas por la casa matriz y sus agencias. Eso comenzó a reemplazar al “boceto” que por años fue herramienta ideal de promoción publicitaria en nuestro país gracias a la maestría de ilustradores tan brillantes y abundantes como anónimos.

Una campaña publicitaria muy sonada, concebida por GMV y llamada “Arriba en el ‘68”, promovió su portafolio 1968 con vistosas imágenes y videos de los modelos siendo probados en la subida a Los Venados, en el Cerro Ávila. También la publicidad local de GMV contribuyó a dar al Camaro SS en 1970 el mote “Súper Salvaje” que todavía le acompaña.

Camaro-SuperSalvaje

 

A inicios de los ’70 ya nuestra incipiente industria estaba creciendo geométricamente, como demostraban las cifras de producción y el cambio drástico en el modo de promover sus productos. Ya la TV era un aliado; Ford Motor de Venezuela usó la ciudad recreacional Los Caracas en el Litoral para grabar las imágenes de los Mustang 1971. Chrysler de Venezuela desarrolló su campaña “Innovación en Ingeniería que hace la diferencia” grabando cuñas localmente para mostrar su encendido electrónico y ambas, Ford y Chrysler, generaron cuñas TV para promover sus Fairlane 500GT (1974) y Charger 400 Magnum (1973) aunque en esta última el fondo musical todavía era extranjero.

Fue la década de los ’80 la del despegue. Toyota de Venezuela, por ejemplo, contrató un equipo de conductores acróbatas a fin de crear una promoción espectacular para su Corolla Ávila, que incluía varias unidades saltando por los aires para atravesar una pancarta.

Todavía se recuerda por su espectacularidad la promoción del Jeep Wrangler, que mostraba una unidad que se conducía sola, por obra y gracia del control remoto y además lo hacía en La Gran Sabana. Uno de los alardes publicitarios más trascendentes de esta industria.

Por increíble que parezca, las hazañas publicitarias del Wrangler y el Corolla tenían precedentes. En 1968 Chrysler de Venezuela hizo que un par de acróbatas presentaran al país los nuevos Dodge Dart conduciéndolos en dos ruedas por el Paseo Colón de Caracas y en 1984 GMV pidió al acróbata brasileño Carlos Cunha montar su espectáculo en torno al Chevrolet Monza en ese mismo lugar.

Otra campaña que derrochó espectacularidad y alcance fue la desarrollada en 1985 para el Ford Sierra, lo cual incluyó grabar unidades corriendo por el autódromo de San Carlos junto al helicóptero del cineasta Franco Rubartelli. Ford dio al asunto otra dimensión, organizando mega exposiciones en la Zona Rental para presentar al público el Sierra, en El Poliedro para el Escort y en el Estadio Universitario para presentar la F250 Super Cab, a la cual montó en un pedestal de la altura de un edificio.

Fiat fue otra marca que en los ’80 destacó por la alta factura de sus producciones publicitarias locales, cortesía de VAPRO Publicidad. En una, hizo descender un Uno en paracaídas y en otra exhibió un Regata en una de nuestras islas caribeñas. A inicios de los ’90, cuando comenzó la etapa de “apertura automotriz” hacia la comercialización de carros importados, los más brillantes publicistas locales se lucieron. Entre ellos vale recordar a Bobby Coimbra, por años gran cerebro de JW Thompson en Venezuela y a Roberto Eliaschev, quien hizo un notorio trabajo con la “invasión rusa” concebida para anunciar el ingreso al país de Lada.

En tiempos más recientes Toyota supo entrar en la psiquis del consumidor venezolano con piezas desarrolladas junto con ARS Publicidad. Entre ellas destaca la que bautizó para siempre al Land Cruiser FJ “el macho” y nunca desaparecerá del imaginario popular la voz de barítono del humorista Cayito Aponte cantando “nunca se raja en las cuestas, jamás la brega lo agota, porque es el macho Toyota, tiene las ruedas bien puestas”. Algo puntualmente respondido por una pieza igualmente impecable producida por Mack de Venezuela para promover la gama “Mack El Venezolano”, porque entonces también se competía en esa área.

Ya en este siglo, la participación venezolana en el desarrollo de publicidad automotriz dio forma a despliegues tan espectaculares como impactantes de la mayor parte de las marcas que hicieron vida en nuestro mercado, incluyendo la campaña “Una vida no es suficiente” de Toyota y la promoción local del Explorer Eddie Bauer en la cual el actor Albi De Abreu hizo un inspirado discurso (ese sí no fue redactado aquí).

La parte impresa también mostró numerosos e interesantes despliegues que tuvieron gran efecto, sobre todo al ser exhibidos por medios especializados locales como La Guía Del Motor (www.guiamotor.com) Sin embargo el mercado comenzó a contraerse y con él las posibilidades (y la necesidad) de hacer piezas publicitarias, regresando a las producciones importadas desde las casas matrices y posteriormente instaurándose el vacío.

Y ahí estamos… en el vacío.