La insólita condena que le dictaron a este dentista que mutilaba a sus pacientes

La insólita condena que le dictaron a este dentista que mutilaba a sus pacientes

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El holandés Mark Van Nierop, apodado “el dentista del horror” por haber mutilado a decenas de pacientes en Francia, fue condenado el martes a ocho años de prisión por la justicia francesa.

AFP

El tribunal correccional de Nevers (centro) agregó a esa pena una prohibición definitiva de ejercer la profesión y multas por un total de 10.500 euros.





Durante el proceso, en marzo, la fiscal había denunciado el “desastre sanitario” causado por Van Nierop, de 51 años de edad, autor de “violencias cuyo objetivo último era obtener rembolsos” cada vez mayores del servicio de seguridad social.

La fiscal Lucile Jaillon Bru evocó un peritaje psicológico según el cual la personalidad del acusado reunía “codicia y ausencia total de compasión”.

Mark Van Nierop se instaló en 2008 en Château Chinon y abrió un consultorio en esta ciudad, situada en una región de Francia en la que los servicios de salud son escasos.

En su consultorio, podía recibir “entre 18 y 26 pacientes por día”, según dijo él mismo. Tenía una vida lujosa hasta que las demandas empezaron a acumularse por parte de pacientes a los que había mutilado y estafado.

Se censaron 120 víctimas. Entre los demandantes, unos denuncian desvitalizaciones en nervios de dientes sanos, otro, que consultó por una caries terminó con problemas en toda la dentura, o quien necesitaba un puente terminó con ocho dientes arrancados y la boca ensangrentada durante días.

En julio de 2012, con la excusa de tener el brazo inmovilizado a raíz de un accidente doméstico, cerró el consultorio.

A fines de 2013, cuando estaba ya inculpado y bajo control judicial, se fugó a Canadá, según él, con la intención de “suicidarse”.

Fue detenido en ese país en septiembre de 2014, cuando trataba, en efecto, de suicidarse.

Durante la investigación, se descubrió que había sido ya objeto de sanciones en Holanda a raíz de demandas de pacientes.

El proceso, que debía durar diez días, duró finalmente la mitad, ya que el acusado se encerró en un casi mutismo, limitándose a responder a las preguntas con un simple “sin comentarios”.

El tribunal decidió solamente sobre una parte de los perjuicios, remitiendo el resto a una audiencia prevista el 16 de junio.