Frank Toro: EL SOCIALISMO, Inhumana ideología eternamente fracasada

Frank Toro: EL SOCIALISMO, Inhumana ideología eternamente fracasada

Venezuelan National Assembly employees remove from the building  pictures of late President Hugo Chavez, in Caracas on January 6, 2016. Venezuela's opposition on Tuesday broke the government's 17-year grip on the legislature and vowed to force out President Nicolas Maduro despite failing for the time being to clinch its hoped-for "supermajority." AFP PHOTO/RONALDO SCHEMIDT / AFP / RONALDO SCHEMIDT

 

Los seres humanos, de una forma u otra, para bien o para mal, somos únicos e irrepetibles, todos somos diferentes, cada quien tiene sus propias características, talentos y habilidades. No somos, nunca hemos sido y nunca seremos iguales.





En mas de cien años, el socialismo se ha sustentado y se vende bajo la premisa de que todos somos iguales y eso es una gran mentira, los seres humanos, desde que nacemos hasta que morimos somos diferentes. Lo verdaderamente importante es entender es que el hecho de ser diferentes no significa que unos seamos mejores o peores que otros, el ser mejor, más exitoso,  respetado y admirado  dependerá, a lo largo de la vida,  de muchos factores, siendo los principales, el estudio y la preparación, el trabajo y el esfuerzo, la dedicación y la perseverancia  que cada quien haga para lograrlo.

Los seres humanos no podemos escoger a nuestros padres ni tampoco donde o en que familia nacer, de la misma forma cada uno de nosotros nace con sus características muy personales, con sus fortalezas y con sus debilidades, con sus talentos y con sus limitaciones. De cada uno de nosotros dependerá el  usar nuestra inteligencia para maximizar fortalezas y minimizar debilidades y para ello solo necesitamos ser libres para así poder hacer lo que nos guste, adaptándonos al entorno, conociendo nuestras habilidades y nuestras limitaciones y así prepararnos para aprender, trabajar y así poder mejorar y cambiando las cosas creamos deben ser cambiadas en nuestro beneficio y de nuestra comunidad.

Afortunadamente, todos somos deferentes, no existe un ser humano igual a otro, ni siquiera hermanos gemelos son iguales. Lionel Messi nunca hubiese sido un buen cantante ni Frank Sinatra hubiese servido como futbolista. Si bien es cierto que Messi y Sinatra, así como tantos otros, nacieron con talentos privilegiados y excepcionales también es cierto que su éxito no llegó solo, llegó después de muchísimo esfuerzo, estudio y preparación. De nada les hubiera servido a ellos tener ese talento extraordinario si no lo hubiesen trabajado inteligentemente y si no se hubiesen esforzado durante años para lograr sus metas.

Tenemos que entender que si queremos progresar y mejorarnos tenemos que esforzarnos, estudiar, trabajar y para eso estamos obligados a competir lo cual no es nada extraño para nadie. Y como la naturaleza es muy sabia,  los seres humanos por naturaleza somos competitivos: Antes de tener uso de razón ya competimos y nos pasamos toda la vida compitiendo casi que por cualquier cosa.

Competimos con nuestros propios hermanos por un abrazo de mamá o por cualquier insignificante juguete, por correr más rápido que los amigos en la escuela, por conquistar a la niña más bonita del salón, competimos pateando, lanzando o rebotando cualquier pelota, competimos por ganar una lotería, por conseguir un buen trabajo, competimos solos y competimos en grupos, siempre estamos compitiendo y no podemos negar que nos gustan las competencias, a tal punto que nos encantan los deportes, para practicarlos y/o para verlos y los deportes no son otra cosa más que competencias entre personas.

¿Se imaginan un mundo sin competencias? ¿Se imaginan un mundo en donde no tuviésemos que competir?, o que alguien no nos deje competir y que decida por nosotros que es lo que debemos hacer, que alguien nos diga o limite hasta donde podemos llegar, que nos digan cómo debemos pensar.

Sabemos que las cosas en la vida no son fáciles y mucho menos gratis por lo que estamos en la obligación  de aprender y de entrenarnos, tenemos que saber asimilar los fracasos y a las adversidades así como también debemos aprender de nuestros logros y éxitos, estamos obligados a esforzarnos para conseguir lo que deseamos y eso es parte fundamental de la vida,  de hecho, es  lo que hace interesante y emocionante a la vida.

Lógicamente quien más estudie, mas se esfuerce, mas trabaje, quien mejor aprenda de las adversidades tendrá mas oportunidades de progresar, de destacarse y de ser exitoso y ganarse el respeto de los demás. Como en todo en la vida, siempre hay y habrá quienes compiten honestamente, con principios y moral así como quienes engañan y estafan para avanzar sin importar como apartan a los demás, también hay flojos y envidiosos a los que no les gusta trabajar ni esforzarse y que prefieren pasar la vida quejándose, inventando excusas y echándole la culpa de sus males a los demás.

¿Qué sería de la vida sin competencia, sin incentivos, sin metas que alcanzar? Imaginemos deportes sin vencedores, loterías en donde el ganador debe repartir su ganancia con los perdedores, escuelas y universidades en donde los profesores promedian las notas de sus alumnos y todos terminan con la misma calificación por aquello de que “todos somos iguales”.

Imaginemos empresas en donde todos los trabajadores tuviesen los mismos salarios sin importar quien tuvo la idea o la iniciativa de hacer esa empresa, sin importar quien arriesgó su patrimonio personal para crear ésa empresa, ¿arriesgaría usted su dinero para crear una empresa o negocio que no va a ser suyo? ¿Trabajaría usted intensamente para siempre estar ganando lo mismo que compañeros irresponsables que se ausentan frecuentemente de su trabajo?, si se gana lo mismo yendo o faltando al trabajo, ¿Qué haría usted?, imaginemos un equipo de beisbol donde no importen los promedios de bateo o de efectividad, imaginemos al Real Madrid o al Barcelona escogiendo sus jugadores a través de una rifa o sorteo igualitario entre todos los que deseen integrar esos equipos.

Desde hace mas de cien años esa ideología fracasada llamada socialismo, bajo la excusa de la igualdad de todos impone restricciones, regulaciones y controles que limitan o impiden la libre iniciativa y coartan el emprendimiento,  castigan al exitoso y premian a flojos y conformistas, lo cual evidencia que mas que una ideología es una forma de ser basada en la envidia y el resentimiento que va en contra de la mas básica esencia del ser humano y es por ello  que siempre fracasa. El socialismo no es para seres humanos pensantes y progresistas, el socialismo es inhumano y ha sido usado a lo largo de la historia para contagiar resentimientos y frustraciones.

Insistir en esa centenaria y obsoleta discusión ideológica en pleno siglo XXI, después de cientos de lecciones que nos ha dado la historia solo cabe en mentes envidiosas, interesadas e hipócritas incapaces de competir generando propuestas renovadoras que usan el camino fácil de explotar la ignorancia y las carencias de gente humilde e ingenua con fines mezquinos que solo los benefician a ellos mismos. ¿Cuántos ejemplos tenemos de “socialistas” que han arruinado a sus pueblos mientras sus líderes resultan inmensamente ricos y con privilegios inimaginables?

Alguien decía que el socialismo es igual a la monarquía, un poderoso y los demás oprimidos, con la única diferencia que los reyes no esconden sus riquezas como si lo hacen los hipócritas “líderes socialistas”. Si revisamos hoy las riquezas y privilegios que tienen los líderes socialistas podremos evidenciar que son mucho mayores que los reyes de España, Inglaterra, o cualquier país europeo, y de la misma forma, esos líderes socialistas que aún quedan en este planeta son muchos mas ricos y gozan de mas privilegios en sus países que los presidentes de los Estados Unidos, de Francia, de Alemania o Japón.

El progreso de la humanidad ha venido de la mano de grandes emprendedores, de personas inconformes y creativas. ¿Alguien puede creer que hoy disfrutaríamos de computadoras, de Internet, de telefonía celular, de televisión de alta definición, de medicinas que nos sanan con una simple pastilla si sus inventores hubiesen sido limitados en su creatividad y en su forma de trabajar?

Cualquiera que entienda un poco la lógica de las ciencias económicas  podrá entender que las leyes de la economía son tan poderosas como las leyes de la naturaleza: Por mas poderoso que sea un dirigente, jamás  podrá cambiar ni mover de fecha la llegada del invierno, de la misma forma jamás podrá manipular con decretos, controles y regulaciones las leyes de la economía porque las leyes de la economía se basan en la naturaleza del ser humano y en el mas básico sentido común. Cuando se pretende frenar o tratar de controlar una economía a base de controles, decretos y regulaciones el resultado siempre es el mismo: Inflación, escasez y mucha corrupción.

 

En septiembre pasado, el Papa Francisco advirtió en su visita a Cuba: “Las ideologías terminan mal, no sirveny recordóFíjense en el siglo pasado, ¿en qué terminaron las ideologías? En dictaduras siempre. Piensan por el pueblo, no dejan pensar al pueblo“. “Las ideologías  tienen una relación o incompleta, o enferma o mala con el pueblo. Las ideologías no ayudan al pueblo“.

Cristóbal Colón demostró en 1492 que la tierra es redonda y mas nunca se discutió si era plana o no. En pleno siglo XXI, pensar que el progreso y la justicia llega con normas y decretos y regulaciones que le coartan a los seres humanos  su libertad, su iniciativa es no entender como somos los seres humanos. Es tan absurdo como no entender que la tierra es redonda.

El socialismo es una ideología enferma cuya causa y origen es la envidia, los resentimientos y la frustración. La palabra “socialismo” suena bonito y ha sido muy bien vendida, con muchísima propaganda, miles de millones de dólares se han derrochado en tratar de convencer a la gente de que el socialismo es la única salvación de la humanidad,  pero en mas de cien años no tiene un solo resultado positivo que mostrar.

 

PobrezaNosotrossonChavez

 

Y si reflexionamos sobre lo sucedido en nuestra Venezuela, donde nos dijeron “Patria, socialismo o muerte”, donde nos han tratado de vender un “Socialismo del Siglo XXI” como la salvación de todos los males, ¿con qué nos encontramos los venezolanos hoy en 2016?: Que el país pasó por su mas larga y grande bonanza petrolera de su historia, con un precio por barril que subió en pocos años de 7 a 110 dólares para terminar con un país destrozado, arruinado y endeudado: Una crisis nunca antes vista: Hoy tenemos mercados donde no hay ni azúcar, ni arroz, farmacias donde no hay aspirinas, perfumerías donde no hay ni jabón ni champú, caucheras que no tienen cauchos, etc., etc.

Si el socialismo fuese bueno no necesitaría de propaganda. José Martí, el prócer cubano, fundador del Partido Revolucionario Cubano decía: “Hacer es la mejor manera de decir” y también afirmaba: “La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes” frase que va en concordancia con una de Simón Bolívar: “La riqueza de un pueblo es la suma de las riquezas individuales de sus ciudadanos”. El mismo Hugo Chávez afirmó categóricamente en 1998: “Yo no soy socialista. El mundo de hoy,  la América Latina que viene requiere de un salto adelante”.

Si a los socialistas les doliera tanto el pueblo y los pobres, en lugar de gastar miles de millones en propaganda adoctrinadora, llenando plazas, edificios, avenidas con la fotografías de sus dirigentes, copando los espacios en TV y radio con sus mensajes, invertirían ese dinero en escuelas, universidades y hospitales.

Estamos en el Siglo XXI, llevamos cien años discutiendo ideologías, ¿izquierda?, ¿derecha?, ¿un siglo no es suficiente? , ¿Será que no hemos aprendido de las lecciones que nos ha dado la historia?, ¿Por qué para los lados?, ¿Hasta cuándo para los lados?

Olvidemos las ideologías, confiemos en nuestra inteligencia y en nuestro sentido común, enfoquémonos en ir hacia adelante,  el progreso está adelante, no a los lados.

 

Hace cuatro siglos,  por el año 1600, afirmaba el filósofo inglés Francis Bacon: “El que no puede pensar es un idiota, el que no quiere pensar es un fanático, el que no osa pensar es un cobarde.” Dice hoy el Papa Francisco “las ideologías piensan por el pueblo, no lo dejan pensar“, y si no te dejan pensar, si te imponen una línea de pensamiento no te están ayudando, te están adoctrinando con el único fin de engañarte para que los apoyes y así puedan mantener ellos su poder, sus riquezas y sus ilimitados privilegios. Si te dejas adoctrinar, si permites que te conviertan en un fanático  adoctrinado habrás perdido tu libertad para siempre y estarás condenado a seguir una línea de acción sobre la cual nunca te permitirán ni siquiera opinar, estarás condenado a obedecer , a aplaudirlos, venerarlos y defenderlos.

EL SOCIALISMO ES UN FRACASO,  siempre ha fracasado y seguirá fracasando una y mil veces. El socialismo no funciona y nunca funcionará y la razón es una sola y  muy obvia: El socialismo va en contra de la esencia mas básica los seres humanos.

 

Frank Toro M.

Lic en Administración UNIMET 1980. Consultor empresarial especialista en Mercadeo y Estrategia comunicacional

Abril 2016