Omár Ávila: Libertad económica como motor para el progreso

Omár Ávila: Libertad económica como motor para el progreso

thumbnailomaravilaCada día que pasa con Nicolás Maduro al frente de la presidencia de la república, el problema de la escasez de comida empeora, no alcanza para todos, y la poca que hay se distribuye en base a dos factores principales: dinero y fuerza; motivo por el cual la violencia crece ante la falta de comida.

Mientras tanto el gobierno está preocupado y movilizado para proteger a Rodolfo Marco Torres, Carlos Osorio, a sus cuñados, a sus empresas de maletín y a los millones de dólares que se llevaron, como en tantos otros casos de corrupción. A los que disentimos de este régimen, nos persiguen y amenazan con cárcel; por el contrario, los corruptos rojo rojitos son intocables.

Luego de casi 18 años en el poder, el saldo que dejan es el de haber desfalcado al país, pero no hay culpables, aunque todos sabemos quienes son los responsables. Se dedican a convencer al pueblo, a los que sufren por comida y medicinas, a los militares de abajo y a los millones de venezolanos que viven en la pobreza, de que los culpables son el imperio, los oligarcas y la oposición; sin embargo, cada día son menos los que le creen a tan semejante estafa, mientras tanto, la inmensa mayoría de los venezolanos promovemos el tan necesario cambio político.





Todos los días el régimen se inventa una excusa para distraer de los verdaderos problemas, así como lo hizo con tanta propaganda y perdedera de dinero en la promoción de unos supuestos motores que no van a arrancar, simplemente porque la economía venezolana necesita un sólo incentivo para crecer y progresar: la libertad económica.

Vemos con horror como en días pasados una alcaldesa afecta al oficialismo llamaba a saqueos; a mi juicio esa “dama” ya debería estar haciéndole compañía a Leopoldo López, según el criterio del gobierno, por incitar al desorden público, la anarquía y violación a la propiedad; pero como se trata de una dirigente del gobierno, no pasa nada.

Soy un convencido de que si llegáramos a esos extremos en Venezuela, no tengo la menor duda que estos comenzarían de la mano de las altas esferas del gobierno. Saqueos que serían incentivados y hasta justificados por un régimen que ya no haya a quien culpar por la falta de comida.

Lo cierto es que por ahora, las colas para comprar alimentos son cada vez más largas y humillantes para los venezolanos, que producto de la necesidad deben calarse bajo un sol inclemente o bajo torrenciales aguaceros.

Cada día le queda menos margen de maniobra al gobierno, ellos mismos se están enredando en la telaraña que llevan años tejiendo y están cayendo en su propia trampa.

Nuestro caso no es único. Lo dramático es que el gobierno venezolano haya caído en manos de quienes por ambición e ignorancia desconocen las lecciones de la historia.

Es lamentable que prefieran seguir en el poder viendo sufrir y morir a los venezolanos, que entregar el gobierno. Urge sacar a nuestro país de la ruina en que la convirtieron esta elite, que lo único que le importa es mantenerse al costo que sea, por ello la presión cada día debe ser mayor, para que se pueda llevar a cabo el referendo revocatorio este mismo año, para poder darle el viraje necesario que requerimos para poder salir de esta grave crisis, económica, social y política.

Venezuela necesita pasar esa página oscura de la historia. Sigamos trabajando juntos por la reconstrucción de Venezuela. Luego de ver la reacción y determinación con la que el pueblo se volcó a las calles a firmar para activar el único mecanismo que el gobierno no puede escudarse en el Poder Judicial, como lo va a ser el referendo revocatorio. Este régimen tiene sus días contados.

Omar Ávila
Diputado AN
[email protected]
Twitter e instagram: @omaravila2010