Como sintiéndose olvidados por “la revolución”, así es la percepción por parte de los habitantes de los diferentes sectores que hacen vida en Punta Cardón, municipio Carirubana, tras hacer un paneo por las que deberían ser sus principales infraestructuras públicas, lugares donde, en su mayoría, solo quedan ruinas, publica La Mañana.
Tales son los casos del ateneo de la localidad “Eudes Navas Soto” y el estadio municipal, estructuras que se erigieron hace décadas atrás y que hoy en día son un reflejo palpable del desinterés gubernamental.
Crisanto Figueroa, quien es dirigente deportivo y luchador incansable de la comunidad, señaló, “El ateneo lo que da es grima, está en deterioro y abandono total; nosotros aquí no tenemos estadio ni cultura. El ateneo fue algo que costó mucho conseguirlo y por más de 10 años se encuentra abandonado. Muchas autoridades han venido a ver y constatar el estado de sus instalaciones, sin embargo, nunca se ha llegado a un término prospero”.
El ateneo Salón de Usos Múltiples “Eudes Navas Soto”, fue fundado en abril de 1980, y restaurado 24 años después, fecha desde la que su majestuosidad comenzó en caída libre, hasta llegar a convertirse en un nido de delincuentes, quedando solo la sombra de lo que algún día fue el epicentro de alegres reuniones culturales y la casa donde albergaron exitosos grupos de danza que, incluso, representaron al estado fuera de sus fronteras.
Tal y como lo catalogan sus propios vecinos, Punta Cardón se encuentra entre los primeros sectores con mayor evolución delictiva del estado Falcón. “Las canchas del sector se han convertido en lugares óptimos para guaridas, así como el ambulatorio que ya ni existe”, refirieron los presentes.
Ni un tensiómetro en el ambulatorio
Por su parte, Wilson González, puso en manifiesto el franco deterioro del estadio Ymca, y la preocupante situación del ambulatorio, “el ambulatorio de Punta Cardón no cuenta ni con algo tan elemental y básico como lo es un tensiómetro; no tenemos insumos, no tenemos instrumentos, y a su vez, sus infraestructuras van cediendo; el personal tiene toda la voluntad del mundo de querer prestar el servicio, pero no tienen equipos”.
La oscuridad en las vías públicas es otro aditivo a la feria de problemas; Luis Gutiérrez, declaró, “la lucha es de todos, con la penumbra lo que estamos es apoyando al hampa; en torno a los botes de aguas esto conlleva a que en unos que otros sectores no llegue el vital líquido; así mismo es el asfaltado de nuestras calles, es irónico, tenemos la refinería más grande del mundo, pero la pobreza también alcanza esos mismos lugares”.