El precio promedio del barril de la cesta venezolana cerró esta semana en USD 37,87 dólares, un incremento del 55,7% con respecto al precio promedio observado en enero, de USD 24,33 dólares según los datos del Ministerio de Petróleo y Minería de Venezuela
El ministro de Industria y Comercio Miguel Pérez Abad declaró que destinarán unos 16.000 millones de dólares para las importaciones en 2016, distribuidos a través del estricto control de cambio vigente desde hace más de una década. En los doce meses de 2015, el país importó unos 30.000 millones de dólares, de acuerdo a cifras extroficiales. En el año 2013 el país importó 45.151 millones de dólares.
Maduro y la “caída del petróleo”
El pasado 18 de mayo Nicolás Maduro afirmó “Aquí nadie duda que a nivel económico, producto de la caída del petróleo y la guerra económica, estamos en una situación extraordinaria de emergencia económica, es una situación excepcional (…) que amerita acciones extraordinarias, especial, nuevas y superiores, es lo que vengo haciendo desde el primer estado de excepción, para poder mantener la paz del país y la protección de nuestras familias”. Intentaba con ello justificar un nuevo decreto que le permite hacer un bypass al control que la Constitución Nacional le otorga a la Asamblea Nacional sobre el uso y destino de los recursos públicos.
Los consentidos: Los tenedores de bonos
Para entender cómo dentro de una senda de aumentos sostenidos del precio del barril venezolano se aplica un torniquete a las importaciones de comida y medicinas para la población venezolana, dentro del esquema de racionamiento cambiario, el propio Nicolás Maduro dió las pistas el pasado 17 de mayo cuando afirmó que su gobierno ha pagado 35.000 millones de dólares de deuda externa en los últimos 20 meses.
“Hemos cumplido todas las obligaciones internacionales, pero de eso no se habla, ni se dice nada”, remató Maduro
Pero para hablar de ello, sería necesario saber quiénes son los tenedores de los bonos de deuda externa, los verdaderos beneficiarios de la “revolución”, los consentidos que si cobran mientras el pueblo sufre todo tipo de carestías (lapatilla.com)