La carta respuesta de Luis Almagro Secretario General de la OEA al presidente Maduro puede describirse con tres calificativos claves: concisa, precisa y maciza.
Maduro había acusado al funcionario de agente de la CIA y de traidor a los pueblos en uno de sus muchas intervenciones televisivas a las que nos tiene acostumbrados.
Almagro, utilizando términos boxísticos, devolvió los golpes bajos con rectos (jabs) a la cara y ganchos (upper cuts) al mentón. Fueron golpes demoledores.
El término más fuerte y contundente fue el de “un dictadorzuelo más”. Es decir alguien que pretende gobernar fuera de las leyes vigentes en el país, invocando el interés público, pero que sus acciones se convierten en manotazos de ahogado sin mayor efectividad para mantenerse a flote en un mar embravecido.
“El pueblo está bravo”, fue popularizada hace años por un candidato presidencial en plena campaña. Hoy podemos rescribir aquella frase por “el pueblo está arrecho” y un 70% de ese pueblo quiere revocarle el mandato al “dictadorzuelo” este mismo año.
Pero Almagro continúa en su misiva con sus fuertes reclamos:
“Devuelve la riqueza de quienes han gobernado contigo porque la misma pertenece al pueblo”, haciendo alusión a la enorme corrupción existente con la apropiación indebida de los dineros públicos por parte de funcionarios, militares y enchufados.
“Devuelve la justicia a tu pueblo en toda la dimensión de la palabra (incluso encontrar a los verdaderos asesinos de los 43 fallecidos” durante las protestas del año 2014.
“Devuelve los presos políticos a sus familias” a sus madres y esposas a esos que tienes presos injustamente por sus ideas y no por delitos cometidos.
“Devuelve a la Asamblea Nacional su legítimo poder, porque el mismo emana del pueblo” que la eligió de manera libre y soberana pero que Maduro pretende desconocer.
“Devuelve al pueblo la decisión sobre su futuro”. Se refiere a los obstáculos que el Ejecutivo está creando para que no se realice el referendo revocatorio este año.
“Nunca podrás devolver la vida a los niños muertos en los hospitales por no tener medicinas, nunca podrás desanudar de tu pueblo tanto sufrimiento, tanta intimidación, tanta miseria, tanto desasosiego y angustia” refiriéndose a la crisis humanitaria en términos de salud y alimentación existente en el país que el gobierno intenta desconocer.
Termina su carta diciendo: “Presidente traicionas a tu pueblo y a tu supuesta ideología con tus diatribas sin contenido”,
“Traicionas la ética de la política con tus mentiras y traicionas el principio más sagrado de la política, que es someterte al escrutinio de tu pueblo”.
“Que nadie cometa el desatino de dar un golpe de Estado en tu contra, pero que tú tampoco lo des. Es tu deber. Tú tienes un imperativo de decencia pública de hacer el referéndum revocatorio en este 2016, porque cuando la política esta polarizada la decisión debe volver al pueblo, eso es lo que tu Constitución dice”.
“Negarle al pueblo la posibilidad de decidir, te transforma en un dictadorzuelo más, como los tantos que ha tenido el continente”. En eso se ha convertido el presidente en un dictadorzuelo del mal.
Juan Antonio Muller