WSJ: El crudo en los US$50 el barril, pero nadie sabe si el alza es sostenible

WSJ: El crudo en los US$50 el barril, pero nadie sabe si el alza es sostenible

Foto:  Reuters
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El precio del petróleo se empinó por encima de los US$50 el barril el jueves conforme la disminución de los inventarios en Estados Unidos generaron esperanzas de que el mercado estaba reduciendo el exceso de suministro y se dirigía a un mejor equilibrio entre la oferta y la demanda.

Por Dan Strumpf y Georgi Kantchev para Wall Street Journal





No obstante, el primer aumento de la cotización más allá de los US$50 el barril desde noviembre vino acompañado de dudas en torno a si el alza de los precios inyectará más suministro al mercado, lo que limitaría los avances, y los analistas no tienen una idea clara de cuánto podría durar el actual repunte.

Los precios de referencia descendieron tras perforar la barrera de US$50. El West Texas Intermediate (WTI), la referencia de Estados Unidos que se cotiza en la Bolsa Mercantil de Nueva York, cerró en US$49,48 el barril. El Brent, la referencia internacional que se cotiza en la bolsa ICE Futures en Londres, quedó en US$49,59 el barril.

El regreso del barril de US$50 es el último de una serie de acontecimientos que ha dejado perplejos a analistas, productores y operadores desde que los precios comenzaron a caer ante el exceso de oferta en 2014. La cotización del crudo rondaba los US$30 el barril a comienzos de año, un nivel que no se había visto desde inicios de la década, antes de empezar a repuntar.

Aunque el aumento de los precios del petróleo tiene aspectos positivos, al aliviar el riesgo de que algunas de empresas de energía caigan en cesación de pagos y ayudar a los bancos centrales de los países desarrollados en su campaña para elevar la inflación y acercarla a sus metas, también tiene un lado negativo. En algún momento, los consumidores empezarán a sentir el efecto en sus billeteras, lo que podría mermar el consumo. Pero los economistas creen que todavía hay un largo camino que recorrer antes de que ello acontezca. “Claramente, hay un punto donde se vuelve un peso muerto, pero todavía estamos muy lejos de eso”, dijo Stephen Stanley, economista jefe de Amherst Pierpoint Securities LLC. “No me preocuparía del petróleo hasta que regrese a los US$75 o US$80” el barril.

 

 

Mientras tanto, inversionistas y economistas dijeron que la economía mundial se beneficiaría si los precios del crudo oscilan entre los US$50 y US$60 el barril. Tal nivel no sería tan alto para perjudicar a los consumidores y las empresas, pero también apuntalaría un sector que en los últimos años se ha visto muy maltrecho.

Los avances del jueves se produjeron después de que las cifras divulgadas por el Departamento de Energía estadounidense el miércoles mostraran una reducción de 4,2 millones de barriles en los inventarios de crudo. Los analistas encuestados por The Wall Street Journal proyectaban un descenso de apenas 2,5 millones de barriles.

El debilitamiento del dólar también apuntaló los precios. El petróleo, que se cotiza en la divisa estadounidense, adquiere mayor atractivo para los tenedores de otras divisas cuando cae el dólar. Esto se sumó a un ánimo mayormente positivo durante las últimas semanas. Las interrupciones del suministro en diferentes partes del mundo han elevado el precio del petróleo. Los incendios en Canadá y la inestabilidad en la región productora de crudo de Nigeria, por ejemplo, han aliviado el exceso de oferta y reforzado los precios. “Creemos que el mercado recuperó su equilibrio en marzo, con una corrección fundamental acelerada por las disrupciones de suministro”, dijo Jason Gammel, analista de Jefferies. “Por primera vez en dos años, esperamos que nuestras previsiones de precios estables pequen más de un exceso de pesimismo que de un exceso de optimismo”, aseveró.

Algunos analistas también mencionan la sólida demanda de las mayores economías emergentes como China e India como una de las razones para justificar un alza de los precios del crudo.

Otros, sin embargo, son más escépticos sobre el repunte. Enfatizan que las interrupciones de suministro son pasajeras y que los barriles perdidos volverán pronto al mercado. A ello hay que sumar la vuelta a los mercados globales de los miles de barriles de petróleo de Irán. “Este nuevo entorno del petróleo promete ser volátil y la nueva realidad de los precios del crudo hace que la estabilidad sea un objetivo esquivo”, indicaron los analistas de Citigroup en un informe.

Michael Nielsen, operador sénior de derivados de Global Risk Management, señaló que el precio podría volver a caer entre US$6 y US$10 el barril cuando alcance los US$51 o US$52 el barril. En ese momento, es probable que los inversionistas vendan sus posiciones para tomar ganancias, vaticinó. “Nos dirigimos hacia una corrección pronto porque los fundamentos nos dicen que todavía hay mucho petróleo guardado en depósitos flotantes”, añadió.

La persistencia de los precios bajos ayudó a impulsar la demanda de combustible. Las importaciones de crudo de China han crecido 12% este año, según datos oficiales. El alza es atribuible en parte a la decisión de suplir las reservas estratégicas de petróleo del país.

El consumo de combustible en India, a su vez, subió 10% en el primer trimestre, lo que coincidió con un nuevo récord de ventas de automóviles, según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía.

Además, se aproxima la temporada de verano en EE.UU., Europa y otras economías avanzadas, cuando aumenta el uso de los productos de petróleo, en especial la gasolina.

Otro factor que incide en el alza es que la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, que durante mucho tiempo ha sido la fuerza dominante en los precios del petróleo, ha perdido gran parte de su capacidad para incrementar la producción debido a que muchos de sus principales productores tienen una menor capacidad ociosa.

Aunque la recuperación de los precios es acogida con beneplácito por los productores de crudo y las empresas de servicios petrolíferos, pocos esperan un retorno al auge de la primera mitad de la década, cuando los precios no bajaban de US$100 el barril. Fueron los días en que se produjo el renacimiento de las perforaciones de EE.UU. Ahora, sin embargo, las energéticas estadounidenses se mantienen a flote como pueden en un sector donde abundan las bancarrotas.

Al mismo tiempo, EE.UU. está lleno de yacimientos perforados que no han sido activados y un precio de US$50 el barril los vuelve rentables, según Citigroup. Una cotización de US$60 el barril incentivaría una nueva ronda de perforaciones, indicó el banco, que estimó el actual nivel de precios podría inyectar al mercado 400.000 barriles diarios de los productores estadounidenses.

Citigroup prevé que los precios del crudo podrían alcanzar los US$65 el barril para fines de 2017, aunque subrayó que su confianza de que los precios sigan esta trayectoria “es de sólo alrededor de 65%”.

Uno de los temores es que el alza de los precios reanude las perforaciones en EE.UU., aumentando la producción y volviendo a generar un desajuste entre la oferta y la demanda.

El sector energético estadounidense que cotiza en bolsa, agrupado en el indicador S&P Energy Select Sector Index, no tocó fondo el 11 de febrero, cuando lo hizo el precio de referencia WTI, sino el 20 de enero. Desde entonces, ha subido cerca de 30%, mientras que el precio del crudo se ha disparado 89% desde su mínimo del 11 de febrero.

Nicholas Colas, estratega jefe de mercado de Convergex, calculó la correlación entre el precio del crudo y el de las acciones de las empresas estadounidenses de energía. Halló que un aumento de 1% en la cotización del petróleo equivale un avance de casi 0,5% (0,4862% para ser exactos) en las acciones de petroleras. Su análisis muestra, en el fondo, que las acciones de las petroleras siguen siendo baratas, aunque tal apreciación depende de cómo los inversionistas creen que evolucionará la industria.

“Los inversionistas en acciones no están seguros sobre la sustentabilidad de los precios en los niveles actuales”, escribió Colas en un reporte. “Si el precio del crudo se estabiliza en los niveles de ahora, el S&P Energy Select Sector Index debiera subir otro 5%”.