Julio César Arreaza B: Aldabonazo a la conciencia

thumbnailjuliocesararreazaLos venezolanos estamos secuestrados por una burocracia pranatocrática. Un pranato dirige los destinos del país. Expoliaron y arruinaron el aparato productivo nacional. Destruyeron toda la estructura institucional y económica junto al tejido ético y moral de la sociedad.

La Fuerza Armada cuenta con reservas democráticas que tendrán que reaccionar a un punto para aislar y desconocer a la camarilla militar impresentable que actúa al margen de la Constitución. La defensa de nuestra forma de vida democrática es una responsabilidad que corresponde a la conjunción de esfuerzos ciudadanos.

Estamos en guerra sin estarlo, las bajas se multiplican por el colapso de la seguridad y la salud, el pranato sueña con una sociedad de siervos dominados por el hambre. El país no aguanta y se pronuncia por la paz y el cambio. EL PSUV no quiere competir porqué una autocracia no se cuenta, pero una cosa es segura, lo que no va a pasar es que no pase nada.





El pranato gobernante llevó hasta el foso la imagen de Venezuela, somos el primer país en inflación, homicidios y tráfico internacional de cocaína, tricampeones del mundo al revés. Boicotean el revocatorio previsto por la Constitución confeccionada a su medida, los forajidos insaciables no quieren renunciar a su modo de vida regalado aunque tengan para ello que martirizar a todo un país. Las sentencias fraudulentas no detienen el descontento, así como Mugabe no acabó con la inflación mediante un decreto que la prohibía.

El pranato no admite el juego democrático, resultó en pura nadería aquel ritornelo de “ pueblo protagónico y participativo”. No están dispuestos a ir a elecciones y perder. Dolor, temor y hambre es lo que se observa en la calle, pero no logran matar la fuerza de la Esperanza. La válvula de las tensiones sociales es el revocatorio, el régimen obstaculiza la paz. No quieren entregar, pero cada día el expediente rojo crece y acumula violaciones a los derechos humanos. La agenda es empobrecer a un pueblo para dominarlo. Se bailaron 26 millones de dólares en ejercicios militares para prepararse a la represión interna. Nada de ejercicios contra un enemigo externo ni para actuar ante posibles catástrofes naturales. Escarnio para el honor militar, humillación para el grueso de la Fuerza Armada, ciudadanos militares. La permanencia de Maduro en el poder se mide en vidas, asistido por un TSJ trocado en escribano del deshonor.

El pranato judicial juzga a su conveniencia a los ciudadanos y les conculca sus derechos. Sus cabecillas serán los imputados por denegación de justicia, comandita criminal y violación continua y contumaz de los derechos humanos. Hay que llevar el record de estos juristas del horror del socialismo del siglo XXI. Algún día los colegios de abogados les anularán el titulo a estos bachaqueros del derecho.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados! Libertad para Coromoto.