Pedro Vicente Castro Guillén: Las derrotas del chavismo

Pedro Vicente Castro Guillén: Las derrotas del chavismo

thumbnailpedrocastroEl chavismo es un movimiento político derrotado, en franco proceso de contracción acelerada, lo que vemos en las pantallas de la televisión pública secuestrada por el régimen es un espectáculo bufo, que pretende mantener la imagen de un PSUV cohesionado bajo el “liderazgo” del Presidente Maduro, cuando la verdad es que es un grupúsculo aferrado al poder en uno de los ejercicios más arbitrarios y antidemocráticos de la historia nacional.

El chavismo contabiliza en su haber no una sino varias derrotas. La primera es la derrota moral infringida por su propia traición al discurso dignificador y reinvindicacionista con que llego Chávez al poder. Hoy Venezuela esta convertida en un mar de miseria con 73% de pobreza y 50% de pobreza extrema, el hambre se apodera de las grandes masas populares producto de una escasez en alimentos que ronda el 80% y de una hiperinflación que este año estará por encima del 700%, un sistema de salud pública totalmente devastado con una escasez de medicinas que en productos esenciales para el tratamientos de las enfermedades crónicas más comunes ronda el 90%. Sin embargo, niega la emergencia humanitaria, que permitiría que ingresaran medicinas al país por los diversos mecanismos humanitarios públicos y privados, esta negativa se explica porque sería el fin de su discurso según la cual la culpa de los males del país es producto de la guerra económica y de la burguesía apátrida bla bla bla. Pero la inmoralidad del chavismo llega al extremo de negar la propuesta de la organización internacional humanitaria Caritas, de traer medicinas sin ninguna exigencia al régimen y sin que implique ninguna publicidad o condicionamiento alguno, con lo que con semejante actitud se contraría toda ética y coloca al régimen de espalda al sufrimiento y penurias de la población.

Están derrotados por que su gestión es el ejercicio de incompetencia, ineficiencia, ignorancia más ominoso y masivo en la historia del país, el socialismo devino en el rediseño del aparato del estado para que fuese funcional a la corrupción en los negocios públicos. De ello ha resultado el robo y dilapidación escandalosa de la más fantabulosa renta petrolera que nos ingresara desde que se inicio la explotación del petróleo. Lo que ha resultado en la destrucción de la economía nacional que se ha reducido en un tercio en los últimos tres años, se ha logrado el milagro económico al revés de convertir una economía petrolera en una economía hiperinflacionaria, destruir el tejido industrial público y privado de 610.000 empresas en 1998 hoy han desaparecido 300.000, todo el parque industrial de Guayana profundamente afectado en su desempeño, con toda la infraestructura de electricidad, agua y vialidad en franco proceso de deterioro. Y lo más dramático, el socialismo logro destruir la industria petrolera PDVSA que fue la segunda multinacional petrolera del mundo. Es la derrota y prueba más contundente de que el socialismo ni dignifica, ni reivindica ni es capaz de construir una economía productiva, sólo puede ser soportado en una actividad parasitaria. El fracaso de su gestión será caso de estudio en las universidades durante mucho tiempo.





La derrota más contundente es la derrota electoral propinada por la oposición al régimen el 6D que represento la conquista de la 2/3 partes de la Asamblea Nacional, determina una debacle del chavismo que recoge los resultados de su fracaso ético y moral y del fracaso de su gestión. Es la derrota más importante del chavismo porque coloca a la oposición en la vía de construir una mayoría política, de construir una fuerza monumental que hoy se expresa en las calles, el 82% de los venezolanos quiere fuera del poder a Nicolás Maduro, que es el dirigente chavista con más aceptación por debajo de él queda una dirigencia señalada por corrupción y con el más profundo rechazo de la población. Esta mayoría política movilizada debe manifestar su voluntad de cambio en la presión de calle por la realización del Referendo Revocatorio y las elecciones a Gobernadores que es la doble tenaza con que se podrá fin al socialismo chapucero chavista.

La voluntad de la ciudadanía de darle fin al régimen castro-chavista-madurista, constituye la gran oportunidad de restablecer  la unidad del país de reconstruir una institucionalidad republicana y democrática de volver a encontrar una senda de desarrollo inclusivo respetuoso de los derechos humanos y ciudadanos con crecimiento económico con baja inflación, que ampare al conjunto de la Nación.

Pedro Vicente Castro Guillen                       

@pedrovcastrog