Operadores cambiarios fronterizos esperan respuesta del BCV para volver a prestar servicio

Las oficinas de los operadores cambiarios fronterizos, que se dedicaban a la compra-venta de pesos y bolívares, cesaron su actividad en agosto del año pasado por orden militar. (Foto/JGH)
Las oficinas de los operadores cambiarios fronterizos, que se dedicaban a la compra-venta de pesos y bolívares, cesaron su actividad en agosto del año pasado por orden militar. (Foto/JGH)

 

Los Operadores Cambiarios Fronterizos del estado Táchira esperan un pronto pronunciamiento del Banco Central de Venezuela para la reapertura de las oficinas de cambio ubicadas en San Antonio y Ureña, las cuales están cerradas desde agosto del año pasado.

A través de la asesora jurídica, representantes de la Asociación de Operadores Cambiarios solicitaron a comienzos de mayo una cita con la presidencia del BCV para exponer la situación y pedir autorización para continuar prestando el servicio de compra-venta de divisas. Sin embargo, hasta la fecha no ha habido respuesta oficial.





“Estamos solicitando que nos permitan seguir operando, ya que los únicos que tenemos autorización por el Banco Central de Venezuela y la Superintendencia para hacer esta transacción somos los Operadores Cambiarios Fronterizos. A pesar que la frontera está cerrada, es mucha la gente que pasa hacia Colombia a través de los pasos autorizados y necesita cambiar bolívares y pesos, pero con el cierre de nuestras agencias los únicos que se están beneficiando son los cambistas de La Parada. Allá compran el bolívar al precio que ellos quieren”, manifestaron operadores cambiarios de San Antonio.

Recordaron que las agencias de cambio de San Antonio y Ureña cesaron su actividad a raíz de una orden verbal emitida por militares, luego que el Gobierno venezolano cerrara la frontera y decretara el estado de excepción en seis municipios limítrofes del estado Táchira.

Los operadores están solicitando la reapertura de las agencias, ya que tras el cierre, un número de familias quedó sin trabajo y la actividad de compra-venta de pesos y bolívares que se sigue haciendo en la zona fronteriza, ahora está en manos de la informalidad. Además, señalan que la orden de cierre se dio de manera verbal por un militar en el marco del estado de excepción que imperaba en ese momento. “Allí no hubo ninguna orden por escrito, solo vino un militar y dijo que cerráramos y todo el mundo tuvo que cerrar. Antes hubo unos documentos que produjo la Superintendencia de Bancos, pero nosotros ya habíamos ejercido los recursos correspondientes ante las instancias judiciales y estábamos esperando respuesta”, recordaron.

Para el momento del cese de actividades en agosto del año pasado, en el eje San Antonio-Ureña estaban laborando 14 de oficinas de cambio. (JGH)