El presidente Nicolás Maduro nuevamente tocó el tema del precio petrolero e informó que en esta oportunidad el mencionado recurso cerró en 39 dólares el barril. A su vez, recordó que el primer semestre del año, este se promedió en 30 dólares.
Lo curioso de estas nuevas declaraciones surgen cuando el mismo discurso del jefe de Estado ha sufrido una metamorfosis que viene de más a menos, casi que a diario.
Desde 2015 Maduro se ha quejado de manera continua y pronunciada sobre la caída de los precios del petróleo. Ha jugado todas sus fichas, desde el clamor del recorte de la producción petrolera en la Opep, petición que fue ignorada por toda la organización, hasta la acusación histriónica contra EEUU por inundar el mercado con petróleo de esquisto.
De allí trató de impulsar una campaña, por demás infructuosa, para que el barril llegara nuevamente a 100 dólares, un monto que a su juicio “ha sido un precio aceptado por economía internacional”.
En oportunidades anteriores el Jefe de Estado habría indicado que los precios de 100 dólares por barril “eran precios justos, asimilados ya, que tenían bien el mundo financiero, eran un buen pulmón para las financias mundiales” y que en la actualidad (estando por debajo de los 30 dólares) pueden generar en lo próximo “una crísis financiera” en el mundo que “ojalá se pudiera detener”.
Posteriormente, el jefe de Estado sostuvo que “A la economía mundial le conviene precios estables y hoy por hoy para que haya inversión que garantice (en) los próximos 50 años inversión energética, le conviene precios por encima de 70 dólares el barril como mínimo”.
Estas declaraciones vinieron acompañadas de innumerables giras y convocatorias a reuniones de la Opep que siguen sin aportar mayor recurso.
Ahora, un presidente resignado a estos nuevos techos de precios en el barril asegura que ahora el país debe acostumbrarse a un barril a 40 dólares, luego de haber recordado en múltiples ocasiones que en la nación petrolera no hay divisas originadas de este recurso.
Maduro también ha reiterado que Venezuela representa una “nación sobreviviente a la guerra del mercado petrolero” que han emprendido grandes sectores económicos para desestabilizar la economía en el mundo, otra guerra más de las que ha publicitado, tal como la denominada guerra económica, la de los medios de comunicación, de las medicinas y pare usted de contar. (lapatilla.com)