Las triquiñuelas de Maduro para invisibilizar la crisis venezolana frente a la OEA

Las triquiñuelas de Maduro para invisibilizar la crisis venezolana frente a la OEA

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Aunque del tema poco se habló en público, la Asamblea General de la OEA que se celebró en República Dominicana terminó siendo todo una partida de ajedrez diplomática sobre la crisis que sacude a Venezuela y el rol, si alguno, que debe cumplir la comunidad internacional.

Por: El Tiempo





Una partida que se trasladará la semana entrante a Washington donde ya se han convocado a dos reuniones extraordinarias del Consejo Permanente relacionadas con la situación que se vive en el vecino país.

La primera, el próximo martes, fue solicitada por Caracas para escuchar al grupo de exmandatarios que han ofrecido sus “buenos oficios” e intentan un acercamiento entre el gobierno y la oposición.

Y la segunda, el jueves, para ‘en teoría’ escuchar al secretario general Luis Almagro luego que presentara un informe hace dos semanas en el que sostiene que en Venezuela ya se presentó un quebrantamiento del orden constitucional y activó la llamada Carta Democrática de la OEA, dotada de mecanismos de presión que incluso pueden conducir a la suspensión de un país miembro de la organización.

La Asamblea de la OEA, de hecho, terminó con algo de drama luego de que Venezuela presentara una resolución de condena contra Almagro por excederse en sus funciones (al invocar la carta) y por intervenir en los asuntos internos de los países.

Sin embargo, un grupo importante de países, entre ellos Colombia, logró bloquear la iniciativa y expresó su respaldo al secretario, de tal manera que ahora el tema será discutido en el Consejo Permanente del organismo, sin una fecha exacta.

De acuerdo con el embajador de Colombia, Andrés González, el país lo que respalda es una OEA ‘abierta al debate y en la que se puedan ventilar diferencias y explorar las soluciones que más le convengan a los países del continente’.

El propio Almagro, a través de su cuenta de Twitter, publicó el comunicado de los 15 cancilleres y jefes de delegación de los miembros de la OEA en el que, aunque siguen apelando al diálogo en el vecino país, ratifican el apoyo a la sesión extraordinaria del próximo 23 de junio en el que se deberá votar la propuesta de la Carta Democrática.

“Reiteramos nuestro apoyo a la convocatoria de una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del 23 de junio de 2016 para la consideración del informe del Secretario General sobre Venezuela”, decía el comunicado.

Según varias fuentes diplomáticas consultadas por este diario, la resolución contra Almagro hace parte de una hábil estrategia que lo que busca es debilitar al secretario, torpedear la presentación de su informe la semana entrante y cerrar la puerta a cualquier acción en el marco de la Carta Democrática.

Si bien era poco probable que se aprobara, sí causó desgaste al capital político a los que se opusieron.

Al que quizás intenten cobrarle la semana entrante cuando llegue la hora de la sesión del Consejo para escuchar al secretario.

La sesión del martes también va en esta dirección. De acuerdo con las fuentes, los expresidentes Martín Torrijos (Panamá), Leonel Fernández (Rep. Dominicana) y el ex jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, le harán una presentación a la OEA en la que insistirán en seguir empujando el diálogo e incluso señalarían a la oposición de Venezuela por obstaculizarlo. Asimismo, se espera que nieguen la existencia de un rompimiento del orden constitucional.

Su presencia, de alguna manera, aguaría la presentación de Almagro, pues servirá como prueba de que ya existe un esfuerzo de diálogo en curso y por tanto sería irrelevante la aplicación de la Carta Democrática en esto momentos.

El objetivo de Venezuela es bloquear de plano la presentación del informe el jueves entrante
. Las fuentes sostienen que Caracas ya tendría asegurados unos 14 votos de los 18 que necesita para impedir que Almagro pueda siquiera hablar. Pero hay otros países, como Brasil o Argentina, que podrían optar por abstenerse, lo cual, en la práctica, serían votos a favor de los venezolanos.

Si el bloqueo es efectivo la invocación de la Carta Democrática que hizo el secretario se quedaría sin piso y el tema –desde esa perspectiva– ya no podría ser tratado por los países miembros.

Otras fuentes consultadas sostienen que, aún así, es mucho lo que se ha avanzado, pues hasta hace algunos años era imposible que el tema de Venezuela siquiera se discutiera en el Consejo y hoy son ellos mismos los que están recurriendo a la OEA y por encima de órganos predilectos como Unasur.

A la vez, producto de esta presión, ha comenzado a tomar fuerza una propuesta –liderada por EE. UU. y otros– para que se amplíe el grupo de los expresidentes y se incluya a un representante de la OEA.