Saqueos evidencian la descomposición política y económica del país

Saqueos evidencian la descomposición política y económica del país

Foto: REUTERS
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La accio?n de una poblada que proceda por la vi?a de los hechos contra la propiedad privada, produzca destrozos y provoque la convulsio?n social y el miedo colectivo, son solamente indicadores de descomposicio?n poli?tica y econo?mica que aceleran la ruina del pai?s y dificultan au?n ma?s la instrumentacio?n de soluciones estables.

Nota de prensa

Asi? lo sen?ala la Ca?mara de Industria, Comercio y Afines de Caracas, al fijar posicio?n en un comunicado, en torno a los saqueos y hechos de violencia, registrados en la poblacio?n de Cumaná, en el Estado Sucre, en el oriente del pai?s.





Aseguran que el saqueo siempre es destructivo. En efecto, lo primero que afecta es la confianza social que es indispensable para que haya comercio, industria y servicios que abastezcan al pai?s, generen empleos de calidad y contribuyan a la prosperidad de los ciudadanos.

Cuando se saquea una empresa -comercio, industria o servicio- no solamente se roban bienes, tambie?n se destruyen empleos, transformando la relacio?n social en una que provoca pobreza en lugar de oportunidades de riqueza. Se destruyen an?os de trabajos de generaciones que, con empen?o y dedicacio?n, han alzado familias enteras. Lleva an?os levantar nuevamente la red de empresas y

logi?stica de distribucio?n una vez que estas son destruidas. Por lo tanto, ni siquiera en circunstan- cias extremas, el usar la violencia expoliadora va a mejorar la posicio?n individual de los que lo hacen, y por supuesto tampoco va a contribuir a que recuperemos a las ciudades como el espacio vital para construir paz, justicia y prosperidad.

Sen?alan que el saqueo es un llamado de atencio?n. Los ciudadanos venezolanos tienen sobradas razones para vivir la desesperanza y padecer las terribles condiciones de la sobrevivencia. Cuando las poli?ticas pu?blicas no producen resultados y cuando los li?deres del pai?s se niegan a una

sana rectificacio?n, la desesperanza ra?pidamente cede el paso a la desesperacio?n del “sa?lvese quien pueda”. Pero la movilizacio?n destructiva solo nos convierte en perdedores a los que ya estamos en esa condicio?n, da?ndole oportunidades a los responsables de que escondan su responsabilidad invocando la emergencia y la necesidad de restaurar el orden social. Con los saqueos solo se incrementara? la represio?n y la subordinacio?n de los derechos humanos a la “razo?n de estado”.

La Ca?mara de Caracas ha insistido muchas veces en la necesidad de construir nuevos consensos fundados en una nueva poli?tica econo?mica que permita la productividad, respete los derechos de propiedad, fomente el libre mercado, exija la e?tica en los negocios y estimule el a?nimo emprendedor del venezolano. Hemos dicho que los nuevos consensos tienen que ser u?tiles para eliminar todos los obsta?culos que ahora provocan inflacio?n y escasez.

Plantean la urgencia de restaurar la seguridad ciudadana y el libre tra?nsito de bienes y mercanci?as; eliminar la ley de ili?citos cambiarios, unificar el tipo de cambio, liberalizar el re?gimen de control cambiario, permitir su flotacio?n libre y sin intervenciones indebidas; eliminar toda la legislacio?n que ahora impide la libertad de empresa, de costos y de precios; eliminar la causa rai?z de la inflacio?n que no es otra que la indisciplina fiscal y el inmenso peso de un gobierno demasiado grande e ineficaz y, parar las expropiaciones y tomas de empresas privadas, asi? como poner a producir en manos privadas la cantidad ingente de empresas que han sido expropiadas o tomadas indebidamente.

Advierte la Ca?mara de Caracas, que arruinar una empresa solo profundizara? una crisis que ha sido provocada por malas poli?ticas que adema?s han sido mal instrumentadas.