Una vez más el pueblo de Venezuela ha demostrado que se crece ante los obstáculos, pues a pesar de las impedimentos se logró validar más del uno porciento requerido para continuar el camino hacia un Referendo Revocatorio que dirima de manera democrática, cuál debe ser el futuro de nuestro país.
La semana pasada fuimos testigos de 2 cosas extraordinarias; la capacidad del CNE para actuar arbitrariamente buscando coartar el derecho de los ciudadanos y la fuerza de nuestro pueblo para imponerse a las trampas, los abusos, retrasos y terminar triunfando ante las circunstancias más adversas.
El comportamiento del ente electoral en estados como Zulia, Carabobo y especialmente Nueva Esparta, esclareció lo que ya sabíamos, que el CNE está al servicio del gobierno y el PSUV para tratar de impedir que el pueblo manifieste su voluntad en unos comicios. Retrasar el proceso, con estrategias como la operación morrocoy e insuficiencia en las máquinas fueron algunas de las tácticas desplegadas por el poder electoral, a esto añadieron la absurda interpretación de que el 1% debía ser superado en cada entidad para poder superar este paso.
Todas las macabras estrategias descritas, lejos de desanimar, lograron enaltecer la fuerza de los venezolanos quienes nuevamente han demostrado que no doblegan su voluntad ante la presión de los poderosos. Aún queda mucho camino por recorrer y seguramente muchas serán las dificultades que pondrán quienes temen perder sus privilegios, pero eso solo debe hacernos estar más preparados y organizados para seguir en el camino del cambio.
El trabajo de las fuerzas de la Unidad será seguir organizando a los ciudadanos, comunidad por comunidad para estar preparados en cada paso que debamos dar para que el Revocatorio se de este año. Ante la intransigencia y las amenazas responderemos con organización y tenacidad. Seguiremos dando las batallas institucionales que sean necesarias y manteniendo la presión de calle para lograr que el pueblo se exprese.
Las voces sombrías que nuevamente pretenden asustarnos y hacernos creer en la posibilidad de que este año no haya Referendo, son pruebas del miedo que les causa el hecho de que el final de este régimen se acerca. No caigamos en su juego y recordemos esa frase popular “Deja que los perros ladren, es señal de que vamos avanzando”. Pronto estaremos celebrando la recuperación de la democracia y el inicio de la construcción de una Venezuela moderna y de prosperidad.