Los protagonistas de los actos civiles y militares del domingo, con motivo del Natalicio del Libertador y del Día de la Armada, fueron el ministro de la Defensa, general en jefe Vladimir Padrino, y la canciller Delcy Rodríguez. El presidente de la República, Nicolás Maduro, fue el gran ausente de las simbólicas ceremonias; apenas envió dos mensajes de Twitter alusivos a la fecha.
Padrino realizó los honores en el Panteón a primera hora junto con las ministras Gladys Requena e Iris Varela, y en la tarde presidió el desfile naval en el lago de Maracaibo junto con Delcy Rodríguez. No fue el vicepresidente ejecutivo, Aristóbulo Istúriz, el llamado a suplir al jefe del Estado; apenas desempeñó un papel secundario en una sencilla ceremonia en la plaza Bolívar de Caracas.
“Maduro es un mandatario sin mando. Sin duda está delegando el poder. El poder político lo detentan varias facciones dentro del gobierno. Con la designación de Padrino al frente de la Misión Abastecimiento están tratando de darle un poco de coherencia, orden y disciplina. Falta ver cuál será la actitud de Padrino: si es compartir los costos por la ruina de Venezuela o ser el catalizador de la democracia”, dijo el vicepresidente de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, Armando Armas (MUD).
A juicio del politólogo Ricardo Sucre, la ausencia de Maduro “genera suspicacia” y evidenció la intención de darle relevancia al factor militar que representa Padrino, y al leal-radical, que representa Delcy Rodríguez: “No es extraño que le quieran dar relevancia a Padrino y con él a la FANB. Maduro puede tener pensados roles políticos para él.