Bernabé Gutiérrez: El despertar de un pueblo

thumbnailbernabegutierrezTodo este torbellino que estamos viviendo en los diferentes ámbito de la vida nacional, ha hecho que un pueblo que se mantenía silente, a la expectativa, sumiso y resignado, haya despertado y se haya rebelado a esta tiranía y a esta especie de dictadura democrática, que lo único que persigue es el exterminio y la humillación de la gran mayoría, mientras los jerarcas, enchufados y consentidos de la dizque revolución, llenan sus bolsillos con la plata mal habida y hurtada al patrimonio nacional.

En 17 años de gobierno de la llamada V República, ha habido una involución en lo político, en lo económico, en lo social y en lo moral, porque nunca hubo voluntad real y sincera para ayudar a un pueblo, garantizándole sus derechos establecidos en la Constitución Nacional, y mucho menos para otorgarle las libertades a escoger cómo vivir y bajo qué parámetros. Este ha sido un gobierno que desde el principio, quiso crear ciudadanos dependientes en todos los sentidos, para mantenerlos así chantajeados y a Merced de sus disposiciones. Es decir, parásitos funcionales para manejarlos a su antojo y que al mejor estilo de las focas, aplaudieran todas las barbaridades, aunque tuvieran el agua al cuello e incluso aunque fueran ellos las principales víctimas de este proceso que en nada puede llamarse revolucionario sino “involucionario”.

Pero en todos estos cálculos malévolos, se les pasó por alto un importante detalle, y es que por nuestras venas corre sangre de libertadores y de verdaderos patriotas, y por lo tanto no nos ponemos rodilla en tierra, frente a un modelo político que se ha llevado todo a su paso, y que vendiéndose como el salvador de los pobres, ha cometido toda clase de delitos, de hurtos y de desatinos en nombre de la revolución. No obstante, es considerado el gobierno más corrupto de la era republicana de nuestro país. Han dilapidado más de 1 Billón 800 Mil Millones de Dólares en 17 años de desgobierno, y lo que han repartido al pueblo son las limosnas y las migajas de lo que se han robado.





Pues bien, no es que quiera decir que ahora es que el pueblo ha despertado de esta tragedia histórica, pero sí muchos compatriotas que hasta hace poco tiempo seguían fieles a un proceso que significó para ellos sueños y esperanzas, pero se dieron cuenta que con el pasar de los años, que sus altos jerarcas patearon y escupieron esas consignas con las que captaron sus deseos de cambio.

Muchas han sido las manifestaciones de cambio en los procesos electorales que se han producido en el devenir del tiempo, y cada día se han acortado más las brechas entre la unidad democrática venezolana y el oficialismo, pero ciertamente el pasado 6 de diciembre, el pueblo en un ejercicio impecable del sufragio, se pronunció a favor de un cambio en la conducción política del país, y votó mayoritariamente por los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional por la unidad, logrando una mayoría calificada con 112 parlamentarios.

Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro, testarudo y ciego, no quiso interpretar este clamor popular de cambio, y desde entonces se ha dedicado con más ahínco a la persecución, al chantaje, a la humillación y al uso de la violencia física y sicológica contra un pueblo que exige cambio, porque simple y llanamente así no se puede continuar viviendo. El hecho de que Nicolás Maduro y sus jerarcas continúen en el poder, significa un atentado contra la Constitución Nacional, contra los derechos fundamentales, y contra las libertades políticas de las que gozamos por derecho los venezolanos. Porque es un gobierno que ha traído de vuelta las siete plagas y no precisamente de Egipto. Han traído hambre, miseria, pobreza, enfermedades, muertes, violencia y tristeza, y así este bravo pueblo se resiste a sobrevivir.

Muestra de ello, es la disposición y el caracter protagónico que ha asumido el pueblo a lo largo y ancho de la geografía nacional, y esto se puede palpar con facilidad en cada recorrido que hacemos desde la unidad democrática. Este es un pueblo que ha despertado y que está dispuesto al cambio y al rescate de la democracia a cualquier precio. Hemos perdido tanto que hasta el miedo lo perdimos, y por eso con fuerza y gallardía exigimos nuestros derechos consagrados en la Carta Magna, hoy violentada y ultrajada por un gobierno corrupto, mañoso e ineficiente.

Ver al pueblo adeco junto a la unidad democrática, enarbolar las banderas de la libertad y de la justicia, no tiene precio. Hoy nuestro glorioso himno está más vigente que nunca y lo cantamos con orgullo. “Adelante a luchar miliciano a la voz de la revolución…”. Venezuela despertó y muy a pesar del proyecto de exterminio de Maduro y su dizque revolución, vamos a vencer y más temprano que tarde, Venezuela tendrá un nuevo presidente democrático que nos represente a todos y que vele a brazo partido para garantizarnos nuestros derechos, hoy pisoteados por Nicolás Maduro y su cleptocracia.

Bernabé Gutiérrez

Secretario Nacional de Organización

Acción Democrática

@adbernabe