En Bicentenario de Maracaibo ya no venden comida

En Bicentenario de Maracaibo ya no venden comida

 Abasto Bicentenario de la Avenida 5 de Julio
Abasto Bicentenario de la Avenida 5 de Julio

Los tres Abastos Bicentenario que aún continúan funcionando en Maracaibo: Bella Vista, 5 de Julio y Sur exhiben en los anaqueles productos de limpieza, jugos y algunos enlatados y verduras. Desde hace un mes la colocación de alimentos esenciales de la canasta alimentaria desapareció. “En el Sur los trabajadores van a cumplir horario. Solo hay desinfectante. Nada más porque la comida no está. No hay”, lamenta Lourdes Contreras, ama de casa y clienta de la red, reseña La Verdad.

Tras el escándalo de corrupción que involucró a la directiva de la red de abastos y el operativo Ataque al Gorgojo, desplegado en 53 abastos, el Presidente de la República ordenó la reestructuración de la cadena que en 2010 fue expropiada al consorcio colombo-francés. Los establecimientos luego de ser referentes en ventas se convertirán en centros acopios para atender la política de distribución de comida ideada por el Ministerio de Alimentación.

A cinco meses de la medida, los pasillos se convirtieron en depósitos de artículos de limpieza del hogar. De los alimentos básicos “nada”, asegura Contreras. “A los trabajadores los obligaron a un acuerdo y quienes no aceptaron están aguantando a ver si los reubican”. La ama de casa tiene una sobrina sufriendo esa incertidumbre laboral. “Tiene 10 años trabajando. Está esperando una decisión de cambio”, precisa.





Patricia Piñero era cliente habitual de la sucursal de 5 de Julio. Critica las condiciones en las que están el establecimiento. Recuerda que las “neveras estaban llenas de cucarachas”. Frunce el rostro al detallar que la última vez, mientras buscaba surtirse, vio como estaba “lleno de sucio y sin nada en los anaqueles”.

Ayer, trabajadores maniobraban en la saturación de detergentes. Las exhibiciones se desbordaban con marcas importadas. De las 14 cajas registradoras ubicadas, solo dos estaban operativas. El personal de pasillo laboraba en el mantenimiento del área, aseaban pisos. La ausencia de compradores dibujó una desolación distinta a la registrada cuando se expendía harina, arroz, pasta o margarina.