Pablo Emilio Colmenares, presidente de ACLAMA, informó que el celebrar estos aniversarios significa la satisfacción del deber cumplido, reseñó que cuando comenzaron en el año 2004 pensaron que podían seguir luchando por el saneamiento del estuario y su cuenca hidrográfica y por eso aún no es tarde para siempre luchar por lo que quieren.
“Lo que queremos es tener un Lago saneado, recuperado, para la producción y el turismo, simplemente que sea el motor de desarrollo no solo en el estado Zulia sino también en los estados que están en la cuenca occidental del país como Táchira, Mérida, Trujillo, Lara y Falcón. Se tiene que tener vocación y voluntad tanto política como ambiental para hacer las cosas bien sino es muy difícil que se pueda lograr”.
Colmenares manifestó que la lucha que tienen para preservar el estuario es constante y por etapas, sostuvo que ellos están allí para dar y no para recibir, cada uno de ellos aporta los conocimientos que les dejo el estado venezolano a través de su educación y así luchar para recuperar la cuenca y el lago.
Por su parte, Marcelo Monnot, presidente del CIDEZ, señaló que están muy contentos por conmemorar los 12 aniversario de ACLAMA, la cual es una sociedad civil en la cual se tiene una alianza estratégica debido a que quienes conforman la asociación son agremiados del Centro de Ingenieros y se ha desarrollado un proyecto en conjunto que es la Ley de Saneamiento del Lago de Maracaibo y su cuenca hidrográfica.
“Es un proyecto de Ley que ya fue aprobado en primera discusión en la Asamblea Nacional (AN) y estamos realizando las consultas públicas, estamos buscando que sea una Ley consenso para que todo el estado Zulia y estados cercanos hagan sus respectivos aportes. La idea es dejar a un lado el color político y busquemos una Ley consensuada que no sea una más, sino que vaya en pro del saneamiento de nuestro estuario”.
Monnot indicó que se ha denunciado en los últimos meses los derrames petroleros en el Lago de Maracaibo, la cuña salina que también contribuye con el envejecimiento del estuario, el fósforo producto de los fertilizantes en los ríos tributarios al Lago, los desechos químicos por parte de las petroquímicas y domésticos que se vierten sin ningún tipo de tratamientos, lo que busca la Ley no es eliminar las actividades petroleras, pesqueras, económicas y comerciales sino que las actividades tengan un redireccionamiento y se vuelva al estado inicial de cómo era el Lago de Maracaibo.
Np