“Hoy, 25 de agosto del 2016, fue cerrada una etapa de mi vida injustamente; luego de 11 años de servicio, fui despedida de Sidor (Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro) por firmar a favor del referéndum revocatorio”. Así inició Mayra Martínez, ex trabajadora de la acería, un comunicado escrito pocas horas después de pasar a formar parte de la lista de despedidos de las empresas básicas por firmar en la activación del referéndum revocatorio, reseñó El Correo del Caroní.
Martínez, junto a otros miembros del personal, como Humberto Avendaño, Tatiana Vallejo y Luis Flores, quienes suman una larga trayectoria dentro de la factoría, fueron llamados a Laborales para ser notificados de su despido.
“Cuando pregunté por el motivo me dijeron que no me podían decir (…) Pedí que me dieran la carta de despido y dijeron que podía tenerla cuando me cancelaran la liquidación”, dijo.
La ex jefa del Departamento de Planificación calificó el sentimiento que le generó su abrupta remoción de Sidor como “una patada al estómago, porque somos profesionales que hemos dedicado tiempo y conocimiento a esta empresa”; sin embargo, reiteró que llevaría denuncias a instancias nacionales e internacionales.
“El domingo habrá una reunión con los demás despedidos de la planta para ver cómo vamos a proceder. Se introducirá un recurso en el Ministerio del Trabajo y en la Organización Internacional del Trabajo. El diputado José Prat nos está ayudando con esto”, expresó.
Respuesta limitada
Martínez manifestó su descontento ante la falta de respuesta de los movimientos sindicales dentro de Sidor ante los despidos, en contraste con situaciones anteriores.
“Cuando botaron a cuatro trabajadores de Protección de Planta porque los encontraron robando, se trancaron calles, edificios, se hicieron protestas terribles con heridos y demás por el reincorporo de esta gente; pero hoy despiden a cuatro profesionales, padres de familia y nadie dice nada”, recalcó.
Por su parte, el ingeniero Luis Flores presentó una respuesta distinta. El ex trabajador, que formó parte de la acería durante 35 años, agradeció a los gremios sindicales el apoyo que se le ha ofrecido para mantener la ruta del plan de rescate de Sidor, que prioriza la capacidad de los empleados en planta sobre su posición política.
Igualmente, Flores relató que un dirigente de una de las corrientes sindicales que convergen en el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss), le aseguró que su caso estaba resuelto.
“El dirigente me aseguró que el día lunes podía pasar por la empresa para resolver mi despido, pero por los momentos, no he sido notificado sobre la reactivación de mi ingreso”.
Según recuerda el ingeniero, cuando fue llamado a Laborales para notificarle su despido, recalcó que nunca había aceptado ascensos a otros puestos para evitar situaciones incómodas como la que se le presentaba a quien ahora tenía la responsabilidad de decirle que la acería decidió prescindir de sus servicios.
“Supongo que algo le tocó la fibra, porque se puso a llorar. Cuando le pregunté por qué lloraba y que cuántos había despedido por los momentos, me contestó que yo era el primero… Pero que la lista era inmensa”.