Mercaderes, por Dulce María Tosta

Mercaderes, por Dulce María Tosta

thumbnailcolaboradores-190x130En más de una oportunidad, hemos oído a dirigentes políticos pidiendo paciencia a los venezolanos y tratando de convertirse en administradores de nuestro tiempo y de nuestro futuro, en negociadores de la voluntad popular y en rectores de las acciones dirigidas a la recuperación de la libertad perdida.

La característica conductual más notoria de esos dirigentes es la audacia. Son capaces de proponer cualquier dislate, si con él logran objetivos provechosos para sus personas o para los grupos a los que pertenecen, importándoles poco alargar la tragedia que sufre la Nación. Así, nos encontramos con la inmensa movilización cívica del 1° de septiembre; poco antes, decidieron ponerle horas de inicio y final, cual verbena de colegio, mientras el régimen, violando preceptos básicos de la Constitución, hacía lo indecible para impedir la Toma de Caracas.

Desde hace bastante tiempo la gente percibe al régimen y a la MUD como un par de expertos bailarines de tango, dando atrevidos pasos al son de la música y de una letra no escrita en el lunfardo rioplatense, sino en el más genuino argot habanero, pues flota en el ambiente del ciudadano común que hay acuerdos escondidos entre quienes gobiernan con actitud cuartelaría y quienes dicen oponerse con palabras, pero no con hechos, con marchas y cacerolazos inocuos, más importantes para los asuntos de la psiquis que de la política.





Pero hay un hecho que pudiera ponerle fin a la mascarada: la fecha del revocatorio; éste en 2017 sería tan ineficaz como los cacerolazos y las marchas sin destino convocadas por la MUD y –peor aún– sería de incalculable beneficio político para la supervivencia del chavismo, al permitirle convertir a Maduro en el chivo expiatorio, en el culpable de todos los males y a Chávez en el padre impoluto de la revolución de los humildes. Entonces, no es difícil percibir la importancia del 2017 para el chavismo y lo que estaría dispuesto a pagar para lograrlo; por ello, no es de extrañar que el tuit de María Corina que encendió las redes sociales «No cuenten conmigo si se acuerda el revocatorio en 2017» fuera acogido como la confirmación de una vieja sospecha fundamentada en la creciente desconfianza que genera la MUD con sus extrañas e inexplicadas actuaciones.

Reforzando la sospecha de los negociados turbios y secretos, el pasado 9, quince partidos de la MUD, parlamentarios y personalidades, entre los que no se cuentan los llamados caciques AD, UNT ni PJ (extrañamente tampoco VP), produjeron un documento que no tiene desperdicio y que, sin decirlo expresamente, permite suponer que hay negociaciones entre la MUD y el régimen para que el revocatorio se efectúe en 2017. En dicho comunicado se lee, entre otras cosas:

– «El Referendo Revocatorio es uno de los vehículos constitucionales para alcanzar la meta: salir de Maduro y su régimen este 2016»;

– «En la Unidad precisamos sin equívocos que la Toma de Caracas, a la que concurrió más de un millón de venezolanos, tuvo un objetivo expreso: Reiterar, en la calle, que una amplia mayoría del pueblo venezolano exige, de conformidad con lo establecido en la Constitución Nacional, la celebración este mismo año, del Referéndum Revocatorio del mandato de Nicolás Maduro Moros»;

– «La Unidad es más que una coalición electoral de partidos políticos. Es urgente y necesario construir una unidad amplia, responsable, serena y audaz, que incluya a los diversos sectores de la sociedad, para plantear una ruta efectiva que nos permita lograr el objetivo este año. Debemos dar prioridad al proyecto de país, antes que al líder llamado a conducirlo. La grave situación política, económica, social y moral, no la va a resolver ni un hombre, ni un partido político; sino la Unidad de todos los venezolanos.»

Es obvia la preocupación de los firmantes del Comunicado por la posibilidad de que el revocatorio se efectúe de acuerdo a los intereses del chavismo, en 2017; a la vez, se reitera la vieja sospecha de que la cacareada «Unidad» es, en verdad, una mampara tras la cual se esconden los pillos de siempre, los que hicieron que el 4 de febrero de 1992, fuera acogido por muchos como el nacimiento de una nueva esperanza. Recordar es vivir.

Nota: todas las negrillas son nuestras

[email protected]

@DulceMTostaR

http://www.dulcemariatosta.com