Maduro, presionado por la crisis, busca un respiro en Cumbre NOAL

 REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

 

Acosado por la crisis económica y política que golpea a Venezuela, el presidente Nicolás Maduro abre este sábado la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), donde espera tener un respiro en un escenario internacional cada vez más adverso a su gobierno.

AFP





Maduro recibirá del presidente iraní Hasan Rohani la presidencia por tres años de este bloque que reúne a 120 países y busca reinventarse en un mundo post-Guerra Fría, en cuyo apogeo nació hace más de medio siglo frente a la bipolaridad de Estados Unidos y Rusia.

De traje oscuro y corbata roja, en la entrada del Centro de Convenciones que lleva el nombre del fallecido líder Hugo Chávez (1999-2013), Maduro recibe esta mañana a los jefes de delegaciones, junto a su esposa Cilia Flores y la canciller Delcy Rodríguez.

A la ciudad de Porlamar, donde se celebrará la XVII Cumbre de los NOAL durante dos días en la caribeña Isla Margarita, llegaron hasta ahora sólo los mandatarios de Irán, Zimbabue, Cuba, Ecuador, Bolivia, El Salvador, la Autoridad Palestina y algunos primeros ministros.

Al calificar la reunión como “histórica”, Maduro adelantó que aprovechará para denunciar las acciones de “desestabilización” que atribuye a la oposición con la ayuda de Washington, lo que Venezuela quiere quede consignado en el documento de 900 párrafos que emitirá la Cumbre, discutido por cancilleres y altos funcionarios esta semana.

La oposición, a la que el gobierno acusa de planear un golpe de Estado, asegura que Maduro se aferra al poder con los militares y el control de los órganos de justicia y electoral para evitar un referendo revocatorio, apoyado por ocho de cada diez venezolanos según la firma privada Datanálisis.

La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), cientos de cuyos seguidores marcharon con cacerolas el viernes para exigir la consulta popular, dice que Maduro busca con la reunión de los NOAL “lavarse la cara” y simular que no está aislado internacionalmente.

“Hacer una cumbre y que la estrella sea (Robert) Mugabe, más que un éxito político, es una raya mundial”, manifestó el vocero de la MUD, Jesús Torrealba, al referirse al presidente de Zimbabue como un “dictador”.

Revés internacional 

El presidente socialista venezolano enfrenta un enorme descontento popular por la altísima inflación y la escasez de productos básicos, que provocan largas filas en los supermercados para conseguir alimentos a precios subsidiados.

Maduro lo atribuye a una “guerra económica de la derecha”. No obstante, también ha perdido la influencia internacional que tenía su mentor Hugo Chávez, ante el desplome de los precios del petróleo y el retroceso de la izquierda en la región.

Miembro de la OPEP, el país con las mayores reservas petroleras del mundo buscará respaldo a su campaña para congelar la producción global del crudo, en un intento por estabilizar los precios del llamado oro negro, del que depende el 96% de sus divisas.

“Están los países del Golfo Pérsico, está Irán, está Venezuela, Ecuador. Obviamente vamos a usar la reunión para seguir construyendo un consenso” de cara a una reunión de la OPEP a fines de septiembre en Argel, declaró el ministro del Petróleo, Eulogio del Pino.

Pero en el plano político internacional, el gobierno de Maduro sufrió un revés en vísperas de la Cumbre. Los cuatro países fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) anunciaron que asumirán de forma colegiada la presidencia semestral del bloque que le correspondía a Venezuela.

Para mantenerse en el Mercosur, Venezuela debe cumplir con compromisos económicos, comerciales y de derechos humanos, aunque el bloque no tiene la “intención” de expulsarlo, aseguró la canciller argentina Susana Malcorra.

“Es un golpe político muy fuerte para Venezuela”, dijo a la AFP la analista Raquel Gamus, quien consideró además la Cumbre “de poca significación”. “Al país eso no le reporta ningún tipo de beneficios, sólo gastos”, agregó.

La Isla Margarita, llamada “Perla del Caribe”, ha sufrido un fuerte deterioro por la crisis. Pero estos días sus calles fueron arregladas, el agua no falta, los hoteles se llenaron y desaparecieron las filas en los supermercados.

Escenario de protestas contra el gobierno recientemente, en Margarita fueron detenidas decenas de personas hace dos semanas luego de que un grupo de vecinos protestó contra Maduro con un cacerolazo cuando caminaba por el barrio de Villa Rosa.

En prevención de disturbios y para resguardar la seguridad de las delegaciones, unos 14.000 policías y militares vigilan esta semana la isla, los vuelos privados fueron prohibidos y a los aviones comerciales se les siguió un estricto control de pasajeros.