No es casualidad que Venezuela lleve nombre de mujer, así lo encauzó Dios en manos de quien nos descubrió, solo al evocarla, nos eleva el pensamiento a esa característica que engloba a las bellezas que caminan por este país, ciertamente ya muchos han hablado de ello, pero justo en estos tiempos convulsos, es imposible no recordarlo por el llano trámite de la similitud. La sacudida que atravesamos ha llevado a nuestras mujeres, hermanas, esposas, amigas, madres, a apoderarse de un papel que le rinda altura a la situación, cada percance que trae consigo el clima venezolano, ha significado para ellas un hueso duro de roer.
El grueso de la libertad, la cuota de la democracia que hoy vemos oscurecida por tanta manipulación, tanto egocentrismo y tantas ínfulas de un poder a todas luces bastante egoísta, allí, en el caos sobresale la mujer venezolana con su figura armoniosa, en su abnegada y desmedida condición por arropar y proteger a su entorno y más preciado tesoro. Su familia y toda Venezuela.
El flagelo del régimen de Nicolás Maduro ha intentado sofocar a cientos de familias, hombres y mujeres consagradas a la reivindicación de un país pisoteado por un modelo político ya a punto de caramelo para extinguirse. Las amenazas han sido públicas, notorias. Un buen número de dirigentes tras las rejas, algunos en lamentables condiciones, les han tocado en el encierro ver arder a este país y aun de manos atadas no se callan, alzan sus ideales a todo pulmón, a sabiendas de que la gloria, con ahínco nos espera. Dicen que tras un gran hombre, reluce una gran mujer; oportunamente ese es el caso de dos valientes damas, mujeres que exudan lucha por doquier, las adversas circunstancias las han llevado a asumir un rol de mayor protagonismo no solo a la cabeza del hogar, no solo ante su núcleo más íntimo, sino ante esa adolorida mujer concebida un buen día por ese Dios que nos vigila; Venezuela.
Cada una en su perfil distingue con franqueza la gigante capacidad de no inmutarse, y como no hacerlo si en las entrañas del oficio han aprendido a custodiarse en sí mismas por el arraigo que simboliza salir adelante, por el costo de preservar la intención de redimir con crudeza lo que en 18 años han abatido, agraviado y maltratado. Mitzy Capriles de Ledezma y Lilian Tintori, hace muchos años sellaron con voluntad su compromiso con Venezuela.
Hoy precisamente cuando se valen de desacreditar una Unidad más que decidida a vencer los escollos a los que están acostumbrados interponer, cuando el mundo conoce en primera persona, en la voz de estas dos mujeres que juraron fidelidad a dirigentes que hoy sin razón de peso se les apagó la luz de la libertad, juraron también serle fiel a Venezuela, a sus ciudadanos, los que más sufren. Ellas han sido en otras latitudes las encargadas de llevar sobre sus hombros y con orgullo la responsabilidad de denunciar ante la tribuna de los organismos más preponderantes y poderosos del mundo la sorprendente lista de violaciones a los derechos humanos, la justicia ciega que ha atentado contra los presos políticos, pero sobretodo las injusticias de las que somos objeto día tras día. ¿Quién mejor que ellas para asumir en la Mesa de la Unidad Democrática el rol de representarnos con arrojo, con valor y coraje en el Equipo Internacional de la Unidad?
Que no quepa duda, ellas podrían integrar el equipo internacional de la Mesa de la Unidad Democrática, llamado a encarnar dignamente y sin temor con una proyección solida, así como lo han demostrado Mitzy de Ledezma y Lilian Tintori, las humillaciones del régimen contra este pueblo. La experiencia de ambas funge como una perfecta compensación, un perfecto incentivo para destronar a este régimen en las instituciones más importantes del orbe, como lo que este podrido gobierno es, un grupo de enchufados violadores de toda ley, violadores de todo mandato jurídico y democrático en absoluta desproporción.
Juntas han visitado organismos internacionales, se han reunido con presidentes, expresidentes, alcaldes, senadores, con el parlamento Europeo, y Latinoamericano por igual. Han participado en encuentros trascendentales en el mundo, luchando por la dignidad de los venezolanos, de quienes están siendo atropellados por el gobierno de Nicolás Maduro.
El burgomaestre, Antonio Ledezma, secuestrado por discrepar abiertamente del modelo político nefasto actual, abogó en todo momento por librar esta nación del yugo que a la fecha de traduce en incalculables desgracias, él en base a una indescriptible usanza y credibilidad, ganada por el desempeño que lo acreditan durante sus largos años en política, se adelantó a este turbio presente; Ledezma se ha encargado de extrapolar en Mitzy Capriles, el eco de su verdad y la de todo un país en un sorprenderte periplo cara a cara con la máxima autoridad eclesiástica; el Papa Francisco nos transmitió un halo bendito de oraciones; el presidente de Argentina Mauricio Macri en señal de un vuelco único en la dirigencia política de ese país, se ha manifestado acérrimamente, gracias a esas denuncias internacionales, en reclamo legítimo por la democracia extraviada, lo mismo ocurrió con el expresidente de España, Felipe González, Pedro Pablo Kuczynski, presidente de Perú, con el Secretario General de la OEA Luis Almagro, entre otras personalidades que han demostrado su solidaridad con el líder de ABP, Antonio Ledezma y presos políticos.
Mientras que la realidad no ha distado en nada para Lilian Tintori y Leopoldo López, víctimas de una persecución desmedida a todo nivel. A Tintori como Mitzy también le correspondió ponerse las botas y armarse de valor para encarar y asumir, como lo ha venido haciendo, las direcciones que el encierro de López le dejó encomendado, en medio de pruebas mal infundadas y con muestra de expertos que certifican además la ausencia de culpabilidad en su accionar aquel 12 de febrero de 2014.
El propósito seguirá siendo uno solo: Motivar a los habitantes de mi querido país a no decaer, a no desconfiar de una Unidad que créanme lo está haciendo todo por no ver desfallecer a los venezolanos, el enunciado no puede ser otro, sino el de la esperanza, sabemos que nos hayamos situados en un momento combativo, sigamos uniendo fuerzas para adelantarnos a la cumbre final de este gobierno, uno que se avecina sin miramientos. Fijemos desde la Unidad, orientemos en ellas, en estas damas, la continuación del trabajo en las esferas que serán complemento para el fin de un gobierno dictatorial. En ellas nos aguarda el bien, porque así Dios dispuso, el peso bendito de luchar por esta tierra.
@RichardblancoOf
Diputado por Caracas a la Asamblea Nacional