En días recientes la Mesa de la Unidad Democrática, dio una lección de gallardía, alto compromiso y organización a Venezuela y al mundo, al asumir la recolección del 20% del padrón electoral para la activación del Referéndum Revocatorio, como un interés de más del 87% de la población venezolana que hoy exige cambio, con la salvedad de que sólo acataremos lo establecido en nuestra Constitución Nacional en esta materia, y teniendo como protagonista exclusivo de este proceso comicial al pueblo venezolano, cansado de las colas, de la violencia, de la humillaciones, de la persecución, del odio y del enfrentamiento, quien a fin de cuenta decidirá el futuro político de nuestro país.
Estamos convenidos que la verdadera toma de Venezuela se hará los días 26, 27 y 28 de octubre cuando se proceda con el paso de la recolección del 20% de voluntades del padrón electoral para la realización este año del Referéndum Revocatorio. Esta es la hora del pueblo soberano, del ciudadano movilizado. Esta es la hora de los ofendidos, de los humillados, de los engañados, de los agredidos. La hora de los que hacen colas interminables para comprar comida, de los que desesperados por no encontrar un medicamento indispensable para su salud. Esta es la hora del cambio, y todo esto que quedo sentado en un comunicado que se preparó en el seno de la MUD, con la participación de todas las fuerzas políticas y sociales que hacen vida en esta organización.
La decisión de ir a la recolección del 20% de firmas para la activación del Referéndum Revocatorio, fue una consulta pública con diversos sectores de la sociedad venezolana, y lo más importante, escuchando el clamor de un pueblo que exige cambio inmediato en la conducción política del país, porque de continuar Nicolás Maduro en el poder, la vida de la gran mayoría está en riesgo, porque nos ha condenado al hambre y a la mendicidad, sin compasión alguna y con el mayor cinismo jamás visto.
Nadie dijo que sería fácil, ni que las rectoras del Consejo Nacional Electoral, militantes activas del PSUV, dictaran reglas claras y transparentes para un proceso social como es el Revocatorio, pero aquí está claro y demostrado que el órgano más importante que nos rige es la Constitución Nacional y nuestro pueblo soberano, así que por mucha complicidad, aberración, sumisión y conspiración contra la fuerza indetenible del cambio, en Venezuela habrá Referéndum este año, porque es una necesidad de las mayorías y un derecho constitucional.
Nuestro objetivo histórico es lograr recabar en tres días, con 5392 máquinas y centros electorales recónditos en mucho de los casos, los millones de voluntades requeridas para superar el proceso de la recolección del 20% y activar así el Revocatorio en 2016. No obstante, insisto que sólo acataremos lo establecido en nuestra Constitución, y rechazamos de antemano cualquier condición acomodaticia del CNE para negar o retrasar este proceso. Le advertimos a Nicolás Maduro y a su parranda de delincuentes, que si insisten en obstaculizar un proceso cívico y soberano, se encontrarán con un pueblo decidido que los obligará a acatar la Constitución y su mandato legítimo.
Mi llamado es al pueblo venezolano, consciente de su aporte histórico para lograr el cambio tan anhelado en Venezuela, para que acuda con más fuerzas y con más bríos los días 26, 27 y 28 de octubre, a estampar la firma del cambio para que el Referéndum Revocatorio sea en 2016. Esta es la hora del pueblo, de la ciudadanía, de la sociedad. Esta una oportunidad única que nos brinda la historia y la Constitución, para salir de esta tragedia histórica. Asumamos este compromiso con Venezuela y con nosotros mismos. Llegó la hora del cambio y sólo el pueblo unido y fortalecido en un mismo objetivo de cambio y porvenir, le darán a Venezuela un presente y un futuro glorioso, libre de ataduras, de miserias y de represión.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
PJ-Unidad Democrática
@ismaelprogreso