Ayer estaba disponible la antitoxina diftérica para el tratamiento de la difteria en el estado Bolívar, pero solo se tenía disponibilidad de pequeñas dosis. La medicina fue importada de la India, publica El Nacional.
ISAYEN HERRERA
Ayer el hospital Raúl Leoni de Guaiparo, en la misma entidad, recibió 4 niños más con los síntomas de difteria, y solo había 8 ampollas de la antitoxina diftérica para tratarlos, lo cual alcanza para tratar a una sola persona con la enfermedad en un estado grave. Los pediatras debían determinar a quién aplicar las dosis y a quiénes solo tratar con el antibiótico penicilina G.
El Ministerio de la Salud aún no pauta un protocolo médico para abordar el caso de difteria. La enfermedad, que fue erradicada hace 24 años en el país, causa fiebre, una amigdalitis aguda y la formación de una pseudomembrana en la garganta que obstruye las vías respiratorias hasta causar la muerte hasta en 30% de los casos.
El Observatorio Venezolano de la Salud elaboró un manual en el que indican que se debe aplicar la antitoxina diftérica cuando se tiene la evaluación clínica de los síntomas, sin confirmación. Junto al antibiótico penicilina G, y en caso de ser alérgico, usar el antibiótico Eritromicina.
Usualmente la importación de vacunas se hacía a través del Fondo Rotatorio de la OMS. En estos momentos la pentavalente –inmunización que contiene la combinación de cinco antígenos contra la difteria, tos ferina, tétanos, hepatitis B e infecciones invasivas– se manufacturó en el laboratorio cubano BioCen, el cual no está en la lista de la OPS. Se desconocen las causas del cambio en la importación.