Asesino de funcionaria de Polimaracaibo se entrega para que no lo maten

El féretro ocupaba la pequeña sala en la casa que compartió toda su vida con su familia en el barrio Blanquita de Pérez. (Foto: José Gil)   Familiares y amigo de la funcionaria de Polimaracaibo Lisbeth Parra , se reunieron para darle una gran despedida a quien fuera una madre agnegada y muy trabajadoa, funcionaria que trabaja en la parte administrativa de la Policia Municipal de Mracaibo por mas de 10 años. el acto del sepelio qye se e relaizo a la una de la tarde del dia sabado sus resto fueron llevados hasta el cementerio La Chinita.
El féretro ocupaba la pequeña sala en la casa que compartió toda su vida con su familia en el barrio Blanquita de Pérez. (Foto: José Gil)

Un féretro marrón con el cuerpo de Lisbeth del Carmen Parra Muñoz (39) ocupaba la sala rosada de la vivienda 170A-42 en el barrio Blanquita de Pérez. Derwin de Jesús Godoy Salas (29), alias el “Coco”, se entregó en la Fiscalía 40.° a las 11.00 de la mañana.

A la funcionaria administrativa de Polimaracaibo la mataron de un disparo en la boca cuando defendió a su hijo Ángelo Urdaneta (20), de dos delincuentes. El joven recibió un impacto de bala en el pecho en el forcejeo, aún no sabe que su madre está muerta, se recupera en una de las habitaciones del Hospital General del Sur. La Policía científica activó la búsqueda para dar con el paradero del segundo criminal.

José Vargas, esposo de la oficial, controlaba el llanto, mientras los familiares y amigos rezaban el Ave María y cantaban “El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá”. Los familiares decidieron velarla con la chemise y la gorra que utilizó durante 12 años representando a la Policía Municipal de Maracaibo.





Compañeros de trabajo la describieron como una dama gentil, luchadora y trabajadora. “Nadie merece morir así, ella menos”, comentó uno de los presentes. La vivienda se hizo pequeña, amigos y familiares colmaron la pequeña sala, una sobrina al verla no pudo contener su dolor y repetía “¡Ay, Dios mío!; te fuiste, tía”, mientras abrazaba la urna. La enterraron en el cementerio La Chinita a las 12.00 del mediodía.

Se recupera

El abuelo de Ángelo detalló que el joven se encuentra estable en el hospital. “Lo operaron para retirar el coágulo de sangre que tenía en un pulmón” luego de que la bala atravesara su hombro. Los médicos informaron que su situación es estable, “está consciente y recuerda todo lo que sucedió”.

Los familiares relataron que pregunta por su madre, pero no le han dicho que murió, “él cree que está en el Noriega hospitalizada, el doctor nos recomendó ocultarlo por ahora”. Podría reaccionar mal y sus pulmones se llenarían de líquido sentenció el abuelo.

A la niña de ocho años, la protege su papá. La pequeña dijo a la Policía todo lo que presenció. Una tía comentó en el funeral que “a veces pregunta si su mamá volverá, pero la calmamos diciendo que ella se fue al cielo y desde allá estará cuidándola”.

Se supo que Lisbeth tenía cuatro años con su pareja, no tenía hijos de ese matrimonio, pero procreó tres en otro matrimonio. Su padre explicó que solo estudió bachillerato y realizó cursos en la Policía y administrativos. “Siempre quiso trabajar en un cuerpo policial”.

Criminal solicitado 

Derwin de Jesús Godoy Salas (29) estuvo preso por robo en la cárcel de Sabaneta. El 4 de abril de 2010, junto a un compinche, sometió con un revólver al conductor de un autobús en la avenida Libertador. Lo detuvo la Policía regional y el Tribunal 6.° de Control procesó al detenido, cumplió su condena y salió en libertad.

Para el 2015 volvió a sus fechorías despojó a una comerciante de sus pertenencias en el sector Las Pulgas y quedó a disposición de la Fiscalía 14.° del Ministerio Público. Se desconoce porqué salió en libertad. Los detectives de la División de Homicidios de la Policía científica investiga el paradero del segundo homicida.

 

“Esos delincuentes merecen la muerte, mi hija no tenía que morir, era una mujer luchadora y vivía para sus hijos. Solo pido que la Policía los encuentre y se haga justicia”. Tulio Fernández, padre.