El gobierno teje maniobras y artimañas frente a una realidad indetenible en el corto plazo, y es que todo el país quiere el Referéndum Revocatorio al mandato de Nicolás Maduro este año, porque son muchas las causas y razones de subsistencia que nos han llevado a esta decisión de vida, porque de continuar este desastre histórico desgobernándonos, el panorama es muy oscuro porque los daños a la nación son prácticamente irreversibles, porque estamos frente a los depredadores más grandes que jamás hayamos conocido.
Por Ismael García / @ismaelprogreso
No obstante, frente a esta realidad y frente a un nivel de rechazo del 87% de la población venezolana, el gobierno de Maduro tiene dos alternativas, seguir insistiendo en vías violentas, inconstitucionales y en la construcción de una justicia ilegítima y amoral, pretendiendo desconocer la voluntad del pueblo y su voto; o terminar de entender de una vez por todas, que hoy es un país en su conjunto quien manifiesta en las calles su descontento por esta cúpula putrefacta y corrompida, y que exige un cambio en la conducción política del país a través del Referéndum Revocatorio.
Maduro sabe que a pesar de todos los obstáculos y zancadillas que nos han pretendido meter, durante los días 26, 27 y 28 de octubre, en Venezuela se producirá la movilización histórica más grande de nuestro país, y quedará registrada ante la historia como la rebelión cívica, pacífica y constitucional más contundente, lo cual no sólo deslegitimizará su gobierno, sino que será una muestra palpable de su rotundo fracaso impuesta por quien pidió que votaran por él.
Nuestra gente se cansó de las mentiras, de los engaños, la gente se cansó de pasar hambre, de morir por falta de medicamentos, la gente se cansó de la inseguridad y de la violencia, nuestra gente se cansó de que los utilizaran en nombre de un proyecto político, que fracasó cuando se desligó de lo establecido en la Constitución Nacional y de la voluntad de un pueblo. Nuestra gente se cansó de tanta aberración, de tanta corrupción y de tanta ineficiencia, y es por eso que con contundencia, durante los días 26, 27 y 28, colocarán su huella por el cambio y el rescate de la democracia.
Nicolás maduro y su camarilla de delincuentes, no podrán impedir que el Referéndum Revocatorio se lleve a cabo en el país, antes del 10 de enero, porque esta es una decisión de la mayoría de los venezolanos, y porque estamos apegados al derecho que nos asiste en nuestra carta magna. Sin embargo, frente a esta realidad, Diosdado Cabello, Tareck El Aissami, Aristóbulo Istúriz y Vladimir Padrino López, protagonizan una guerra a muerte, no por el país, sino para mantenerse en el poder a como de lugar, porque ellos manejan las encuestas y saben que a Maduro no lo quiere nadie, pero estos como buenos oportunistas se disputan la vicepresidencia y hasta una futura presidencia, y por eso es la insistencia en que este proceso se haga en 2017, no para la conveniencia del país, sino para beneficiar a esta mafia que hoy gobierna en Venezuela.
Pero en sus cálculos se les olvida que el pueblo venezolano va a revocar este año a Nicolás Maduro y a todos los miembros del alto gobierno corrupto e ilegítimo, que se han prestado para cuanta barbaridad se les ha ocurrido, y que han atentado incluso contra un pueblo, por satisfacer los intereses de esta cúpula militar cívica que ha desangrado y desfalcado a nuestro país. Estos personajes representan el tan rechazado madurismo, que no representa un cambio, sino todo lo contrario, son sinónimos de la crisis, del hambre, de la violencia y de la desesperanza del pueblo. Pues bien, Venezuela requiere un cambio en la conducción política, en lo económico, en lo social y en lo moral.
Venezuela no se la cala más, y así como hoy dimos una gran demostración de fuerza y de soberanía popular, con la jornada nacional de movilización por la restitución de la democracia y de la Constitución Nacional, propiciada desde el seno de la Mesa de la Unidad Democrática, y acatada cívicamente por nuestro pueblo, los días 26, 27 y 28 de octubre, se impondrá nuevamente la voz mayoritaria de un pueblo, y contra eso no podrán, porque desconocer este poder soberano, sería desencadenar una tragedia nacional de pronósticos incalculables.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
PJ-Unidad Democrática
@ismaelprogreso