Julio César Arreaza B.: Disolvieron la República

Julio César Arreaza B.: Disolvieron la República

thumbnailjuliocesararreazaEl régimen forajido no tiene compón. La imagen del ilegitimo presidente profanando el Panteón Nacional quedó grabada en la historia, cuando se atrevió desconocer la soberanía popular representada pluralmente en la Asamblea Nacional, y enviar el presupuesto nacional a una sala plagada de Magistrados exprés designados a dedo bajon la sombra de la madrugada del 23 de diciembre en tiempo extemporáneo y sin  tan si quiera reunir las condiciones de ley. Resultaba patético observar el rostro del  heredero reflejando fielmente el fenotipo universal que describe la cara de los sátrapas y los retrata de cara al mundo. Un joven alcalde nos reconforta con su conducta sin dobleces en tiempos aciagos porque vislumbra al país del futuro con una democracia solida que construiremos todos ladrillo a ladrillo, se creció cuando le dijo al badulaque “que no fuera tan balurdo”, y que él como representante electo no firmaría nada que avale un adefesio que en sí mismo es un atroz crimen de corrupción, como exigir que firme el presupuesto ilegal para que le entreguen las partidas que le corresponden a su Municipio. Bravo Smolanski Urosa, valiente y digno. Fíjense las consecuencias, ha sido un fracaso lo del canje de bonos que, aunque con ventajas atractivas, los inversionistas desechan porque provienen de una administración oscura que decidió disolver  la Republica de Venezuela, desconociendo a la soberanía popular.

Ellos pretenden cerrar el Nuevo País, porque publicó una noticia de un diario internacional que revela los robos y mal manejos de PDVSA, la empresa insignia otrora bien administrada que han llevado a la cuasi quiebra. Por fin vemos avanzar una investigación de la Comisión de Contraloría de la AN, donde se revelarán las pruebas de la desaparición de 11 mil millones de dólares, que no aparecen por ningún lado. Responsabilidades de todo tipo para el combo Ramírez- Del pino. El régimen ha diluido el Estado en un amasijo de organizaciones delictivas. Por eso es que se niegan abandonar el poder, porque en una democracia transparente se destaparían las ollas de sus múltiples delitos. A los perseguidores los perseguirá una justicia con debido proceso hasta los escondrijos de sus madrigueras. Ya son muchos años atentando contra las instituciones y los derechos humanos, con el agregado de haber resucitado la Seguridad Nacional con un chafarote más burdo y menos elegante que Pedro Estrada. Actuar con conciencia del delito que se comete, en derecho se llama dolo. Aquí no habrá borrón y cuenta nueva sino justicia y derecho a la defensa, que hoy nos niegan.

Los demócratas esperamos que se actúe desde la Asamblea Nacional, allí se deben dar los grandes debates y tomar las decisiones como sustituir a los integrantes del CNE que paladinamente impiden el derecho al voto.   





¡Libertad para Coromoto. No más prisioneros políticos, ni exiliados!