Jesús Alfonzo Sánchez: Municipalizar el país para acabar con el presidencialismo

Jesús Alfonzo Sánchez: Municipalizar el país para acabar con el presidencialismo

 

 

thumbnailJesusAlfonzoSanchezLa Constitución Nacional, artículo 187, numeral 6 señala que la Asamblea Nacional tiene la facultad de “discutir y aprobar” el presupuesto nacional. Sin embargo, la semana pasada la Sala Constitucional del TSJ arrebató esa potestad y autorizó al presidente Nicolás Maduro su aprobación. La aprobación del presupuesto nacional es un asunto que compete a Asamblea Nacional, 65 alcaldes opositores rechazaron que se les exija firmar el plan de ingresos y egresos para el próximo período fiscal en señal de aprobación; y solicitaron al Ejecutivo Nacional que no ponga en riesgo el salario de miles de trabajadores que laboran en los 335 municipios del país.





La Asamblea Nacional ha visto anulada cuanta decisión ha tomado, sea o no sea con los diputados de Amazonas incorporados, y lo del desacato es una mentira más.  El gobierno dictatorial de Maduro ordeno a través del TSJ, y este a su vez giro instrucciones para que  jueces penales de varios estados de la república de Venezuela   declararan fraudulentas las firmas del 1% para el RR contra Nicolás que a todas luces es inconstitucional porque los jueces penales no son competentes en la materia electoral, solo la Sala Electoral es competente en asuntos electorales.

El presidente Maduro lleno de presidencialismo aberrante cuando  se despidió rumbo a la gira relámpago: Dijo ¿Ustedes se van a calar otras elecciones en donde gane la oligarquía? Esta declaración  ocurre casi simultánea cuando su desgobierno a través de sus tribunales suspende el proceso revocatorio los días 26, 27 y 28  de octubre 2016.

El presidencialismo sin límite ha sido por siglos un mal generalizado en Venezuela cuya deformación ha generado, atraso, pobreza en  políticas públicas de la administración del patrimonio de la nación, porque la voluntad de un solo hombre con máximo poder sin escrúpulo a nivel nacional, regional, municipal, local que penetra al núcleo de la familia para imponer la voluntad cómo si fuera un monarca o rey de la época más oscura de la humanidad. Así de las cosas. En consecuencia es necesario desmontar este perverso sistema de Gobierno Presidencialista por otro más participativo y democrático como es  EL SISTEMA DE GOBIERNO PARLAMENTARIO.  Donde se escoja un Jefe de gobierno por el parlamento o Congreso Nacional y al propio tiempo el pueblo  elija a un Jefe de Estado.

Es urgente e inaplazable Municipalizar al País con la totalidad de las 1136 Parroquias que existen en 335 Municipios de los 23 Estados y Distrito Capital según la división política  territorial de la República de Venezuela. Este es un gran reto que tenemos los venezolanos para enfrentar el desafío de la reconstrucción de esta Venezuela del siglo XXI, destruida por los golpistas- comunistas del 4F/1992 dirigida por el traidor Hugo Chávez conjuntamente con los actuales corruptos vende Patria y dictadores que desgobiernan a Venezuela.

Así de sencillo, hay acabar con la penosa voluntad de una sola persona del presidencialismo con ilimitadas facultades para imponer desproporcionadas y abruptas decisiones impuestas sin derecho de desobediencia alguna sino el capricho del presidente de turno en Venezuela. Desde 1830  con la separación de la gran Colombia impuesta por los godos del Congreso Nacional de Valencia  eligieron al general en jefe, José Antonio Páez como primer presidente de Venezuela y así sucesivamente hasta nuestro tenebrosos días del oscuro y corrupto gobierno de los golpista militares que encabezo el destructor Hugo Chávez, y ahora con el continuismo de Nicolás Maduro que está acabando con lo poco que dejo el descabellado Chávez.

Hoy es inaudito aceptar un presidencialismo salvaje, en plena 4 y 5 Revolución Tecnológica que está a la velocidad de la Luz. En lo que va del siglo XXI (16 años) supero con creces el siglo XX que fue el siglo de transformación de la humanidad en 100 años, más que los 1900 años de la muerte de nuestro Señor Jesús Cristo hasta hoy 25 de octubre de 2016.

Para acabar con el presidencialismo es pertinente diagnosticar, concertar proyectos y profundizar la descentralización con MUNICIPALIZAR las PARROQUIAS que existen, y plasmarla en la nueva Constitución Nacional con el respectivo situado constitucional de cada uno de los municipios según el territorio, habitantes, riqueza natural y sus ingresos propios. Y, usted amigo lector será testigo de excepción para corroborar el cambio tangible en la administración municipal y local en la solución de los problemas de los ciudadanos de a pie en cada comunidad.

El presidencialismo está hasta en los tuétanos de los  venezolanos pero hay que desarraigarlo de la mente a través del rescate de los valores de la familia y de la ciudadanía de Venezuela. Ya es una vergüenza pública el presidencialismo, pero los eternos aspirantes con ambición presidencial jamás se han pronunciado en contra sino tangencialmente porque en el fondo de su ser desean a plenitud llegar a la Presidencia, y hacerse del botín como trofeo codiciado de la competencia electoral, o de otra vía por la carrera presidencial de la república de Venezuela, cuyo poder es omnímodo sin que hasta ahora presidente alguno haya propuesto de viva voz reducir a la mínima expresión el poder absoluto del presidente de Venezuela.

Ejemplos sobran del abuso aberrante del presidencialismo como sucede con el revocatorio constitucional para revocar al presidente Maduro quien es un impostor por su doble nacionalidad que posee  sin que haya rechazado el CNE. Quien no verifico  el acta de nacimiento de Nicolás Maduro por cuanto su señora Madre es de nacionalidad colombiana según su partida de nacimiento.

Y, como si fuera poca cosa, el país está paralizado porque Maduro compro los demás poderes, y cerceno la nueva Asamblea Nacional a través de la Sala Constitucional que está integrada por magistrados acólitos al oficialismo sin llenar requisitos para ser magistrados de dicha Sala, que se convirtió en un bufete inquisidor al servicio de Miraflores. Venezuela es una dictadura.

En resumen, ahora si están dadas las condiciones para convocar la Asamblea Nacional Constituyente, y crear una verdadera República de Venezuela en  concordancia con la era de la revolución 4 y 5 tecnológica que está innovando a la humanidad en pleno siglo XXI.  Es hora de sentarse a dialogar todas las partes del todo para arribar a un acuerdo nacional. La salida es concertada para nombrar un gobierno de transición y convocar una Asamblea Nacional Constituyente, o a elecciones generales para elegir todos los poderes de la República.

Así de las cosas.