El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en el segmento masculino. La Organización Mundial de la Salud estima que 1 de cada 6 varones puede sufrir de esta enfermedad a lo largo de su vida. Por esto la prevención es la mejor alternativa para la curación, según comenta el doctor Gabriel Ogaya, especialista en cirugía robótica, quien explica que hay varios tipos de tratamiento que dependen de las características del paciente y de la enfermedad.
Nota de prensa
En líneas generales no es una enfermedad violenta o de rápido crecimiento, pero suele ser necesario su tratamiento. Si el cáncer está localizado se pueden administrar procedimientos focales con frío o calor que destruyen el tejido afectado sin necesidad de removerlo. En otros casos, bien por el tamaño, características del tumor o del paciente hay que recurrir a procesos radicales (más agresivos) como lo son la radioterapia o a la cirugía de la glándula. En este último caso es donde cobra valor la destreza del cirujano. ¨La próstata se encuentra muy profunda en la pelvis entre la vejiga y la uretra y está rodeada por los nervios pudendos, esenciales para la erección del pene de ahí que al remover la glándula prostática se puede ver afectado el control de la orina por lo cerca que se trabaja del esfínter urinario, así como las erecciones por daño de los nervios antes mencionados¨. En consecuencia es fundamental un cirujano con experiencia ya que no se trata solamente de la remoción de la glándula sino de la mayor preservación de las estructuras que rodean a esta para causar el menor daño posible y de esta forma dar la mejor calidad de vida a nuestros pacientes, expone el Dr. Ogaya.
¿En qué consiste la cirugía robótica? ¨El cirujano está sentado en una consola y mediante dos mandos o controles es capaz de movilizar los cuatro brazos robóticos que sostienen los instrumentos. El robot no tiene autonomía, es el cirujano quien realiza los movimientos. La cámara magnifica la visión diez veces, la resolución es excelente porque las pantallas son de alta definición y la visión es tridimensional, aportando sensación de profundidad, cosa que para cirugía es de gran utilidad. Los instrumentos tienen un diámetro un poco más grande que un lápiz y pueden reproducir casi a la perfección los movimientos de la muñeca humana. La nueva tecnología nos ha permitido corregir ciertas cosas como el temblor del pulso. Somos hoy en día más exitosos de lo que éramos hace veinte años¨.
¿Cuál es la efectividad de la cirugía? ¨Los pacientes quedan libres de tumor en aproximadamente un 85% de los casos, Basándonos en una recuperación que generalmente se toma unos doce meses, más del 90% es capaz de controlar la orina y aproximadamente un 75 a 80% de los pacientes intervenidos que presentaban erecciones previamente, vuelven a tenerlas”.
¿Qué estadísticas maneja en el Global Robotic Institute (GRI) del Florida Hospital? ¨Este sitio es un centro altamente especializado y posiblemente contamos con el mayor número de este tipo de cirugías realizadas a nivel mundial. Estamos cerca de completar los diez mil procedimientos. En el GRI concentramos nuestros esfuerzos en el tratamiento de esta enfermedad por la vía de la prostatectomía radical robótica, vale decir la remoción completa de la glándula. Sin embargo es importante aclarar que es el paciente quien tiene la última palabra y cuenta con el apoyo del grupo médico en cuanto a este u otros tratamientos a seguir”.
¿Existe todavía tabú para hablar de próstata? ¨Los hombres tienden ahora a preocuparse más por su salud, entienden que la prevención es parte de la solución y empiezan a perder el miedo. Sigue habiendo el tabú del urólogo, particularmente en los países latinoamericanos, pero las nuevas generaciones entienden la importancia del despistaje”.
¿A qué edad se debe comenzar el despistaje de este cáncer? ¨Las principales guías clínicas recomiendan hacerlo entre los 50 y los 55 años. Si se tienen antecedentes familiares relevantes, se recomienda comenzar un poco antes de esa edad porque se presume que la predisposición es genética y existe una probabilidad más alta de desarrollar esta enfermedad. El despistaje lo hace el urólogo mediante un tacto rectal, práctica que puede resultar incómoda pero nunca dolorosa y también mediante un examen de sangre llamado PSA para detectar los niveles de esta proteína producida en la próstata, lo cual llevaría a una biopsia de ser necesario si dichos valores están elevados¨.
¿Cómo está el estado de la cirugía robótica de próstata en Venezuela? ¨En los Estados Unidos esta técnica se popularizó a mediados de la década pasada, alrededor de 2004-2005. Y a partir de ahí se ha ido extendiendo. En Venezuela también contamos con algunos robots, son pocos, la tecnología es cara y para el sistema público resulta complicado adquirirla, aunque sería lo deseable. Sabemos que lo que se gasta al momento de la cirugía se ahorra luego en complicaciones, y en la calidad de vida del paciente¨.
¿Es un reto tratar pacientes con cáncer? La gente cuando oye la palabra “cáncer” se le viene el mundo encima. La angustia y el temor son comunes, y es entonces cuando empieza nuestra labor: les explicamos cuáles son sus opciones, los guiamos en la toma de decisiones y a muchos de ellos los tratamos. La mayor satisfacción es haberlos ayudado a sobrepasar un evento tan traumático en su vida y verlos bien, recuperados¨.
Gabriel Ogaya es médico graduado en la Universidad Central de Venezuela, es especialista en Urologi?a via M.I.R, de la Universidad Complutense de Madrid, Hospital Universitario Gregorio Marañon. Se desempeñó como adjunto del Servicio de Urología del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles y de la Fundación Jiménez Díaz en Madrid y actualmente trabaja en el Global Robotic Institute del Florida Hospital en Celebration, cerca de la ciudad de Orlando. Es profesor de Urología de la Universidad Central de la Florida y tiene más de 15 publicaciones en revistas científicas internacionales.