¿Una “canita al aire” o un golpe al bolsillo?… Las habitaciones en hoteles se disparan (Fotos)

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Hasta una “canita al aire” significa un golpe en la economía de los venezolanos ya que los precios de las habitaciones en hoteles en Caracas se han disparado de manera exorbitante, tanto por la inflación, el reciente incremento salarial y los altos costos de mantenimiento.





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El valor por una noche “de pasión” en establecimientos ubicados en urbanizaciones de la metrópoli caraqueña como El Rosal y La Florida oscila entre los Bs. 12 mil y Bs. 13 mil por el llamado “ratico” (4-6 horas), mientras que si la lujuria se enciende hasta prolongarse un poco más, el precio puede llegar hasta los Bs. 19.500 (12 horas).

Ponerse creativo “sale caro”

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Si lo que se busca es otorgar un tono mayor de sensualidad al “asunto”, la creatividad que va desde tubos de poledance, potreros y hasta jacuzzis con baños espumosos  pueden dejar a más de uno en el “chasis”.

En uno alusivo al popular “genio” ubicado en El Rosal la habitación más económica cuesta Bs. 12.500 y con jacuzzy Bs. 17.500. Esto solo por cuatro horas.

Si nos adentramos en el “bosque” de la carretera Panamericana para ambientar el romanticismo con un clima de montaña, las seis horas pueden salir en Bs. 11.900 y con jacuzzy en Bs. 20.200. El costo por las 12 horas varía siendo el más económico en Bs. 27.300.

Residenciales… “No todo es calentura”

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Para algunas parejas, o bien sea, para una persona sola, acudir a un hotel no solo significa “matar la calentura”. Hay quienes integran la parte turista o bien buscan una noche tranquila “de sueño” en un refugio “residencial” que puede llegar a costar desde Bs 12.000 hasta Bs 17.000. Así se pudo constatar en un alojamiento en la urbanización San Bernardino de Caracas.

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En la urbanización La Florida de Caracas, el precio no varía del anterior. En este el cuarto más costoso tiene un valor por noche de Bs 17.000 y cuenta con servicio de aire acondicionado, agua caliente y servicio de televisión por suscripción. Es el precio que ofrecen para sus habitaciones en general y es similar al de los ubicados en la misma zona. Si se busca mayor economía, la calidad del servicio tiende a ser menor.

También en uno tipo residencial por la zona de Altamira Sur, la noche en una habitación matrimonial sin aire acondicionado, sin agua caliente y tan solo con un televisor, cuesta Bs. 9.100. Si se requiere de alguno de los servicios omitidos con anterioridad, el precio puede subir hasta los Bs 17.000 ubicándose en el peldaño “ejecutivo”.

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Carencias debido a la situación económica

Las carencias de varios servicios se han visto disminuidas en estos aposentos debido a la alta inflación y el desabastecimiento de algunos productos.

Sin importar la “élite” del lugar, se pudo observar carencias de papel higiénico. Donde antes era usual que estuviese el rollo completo de papel en un baño, ahora solo colocan una pequeña cantidad, en ocasiones, insuficiente o entregada en la misma recepción.

Los conocidos jabones cada vez son más pequeños y casi siempre colocan solo uno en las alcobas.

Además no siempre las mismas cuentan con todos los servicios requeridos y por los que se paga. Suelen presentar fallas en los aires acondicionados o solo brindar agua fría en las duchas lo que ocasiona molestias en los clientes.

Los costos son significativos para quienes perciben salario mínimo, que, de acuerdo con lo decretado en los últimos días del mes de octubre por el Primer Mandatario Nacional, se ubica en Bs 90.812.

Así es el día a día de un venezolano, quien con una frecuencia cada vez más corta, ve reducido su nivel de calidad de vida.

Ya no son solo las largas colas, la dificultad al acceso a los alimentos, que por cierto, están apareciendo en los anaqueles con precios estratosféricos, la crisis  hospitalaria, la escasez de medicinas, la crisis emocional que ha afectado a la mayoría de los ciudadanos debido a la precaria situación económica y éxodo de familiares y allegados… Ahora también los venezolanos se ven sometidos a un alto riesgo de malhumor, episodios de ansiedad, infartos y en el caso de los hombres, varicocele y hasta cáncer de próstata por la falta de sexo a que la crisis puede conllevar.

(LaPatilla.com)